EMUI_  EuroMed University
INTERUNIVERSITY PLATFORM FOR RESEARCH AND TEACHING
  
  
    
  

©

CRITICAL DICTIONARY OF SOCIAL SCIENCES
Social Scientific Terminology | ISBN: 978-84-617-9689-2
Omaggio a Pier Paolo Pasolini, Poeta delle Ceneri

Román Reyes (Dir)
Virtual Bilingual Edition_ 2017


ABOUT

Making good use of language is not speaking correctly. The correction that the mass culture asks of us is claudication: to speak as everyone speaks, what everybody talks about and where everybody talks. Talk and do. That is the obedience that is tolerated. That is the standardizing behavior, relegating diversity to marginal pockets (equally tolerated). Slangs or talk (speech acts),  therefore, are uncomfortable. A danger to control, because its aesthetic and its ethics belong to another order, propped up in history as a guarantee of progress. Beyond the cultural showcase to which museums are sadly reduced. The anthropological emptiness that intensified after World War II relegated the culture that was its own to show. Failing to create a theater of the word (or poetry) in the middle of the last century, that remains the function of contemporary theater (and its telematic variants). Old function of a theater that is now more bourgeois than ever.

Making good use of terms that legitimize trades is equally arrogant, when it is not an indicator of professional instability. If we speak of criticism. While it is true that this technical language is a tempting guarantee of stability. In the public, before the private. But there are many corpus of strict academic and research obedience. As many types of forms or will to control citizenship. So many as manifestations of interests that are imposed as exclusive claim of interest not approved. Daring to think for yourself remains, now more than ever, a risk.

The work we announce therefore seeks to record other readings, to respect the plurality of perspectives and feelings. Tool, certainly also useful for the large mass of integrated. Although of clandestine use. Resist, in short, is a noble office of humans.
_

Hacer un buen uso del  lenguaje no es hablar correctamente. La corrección que la cultura de masas nos pide es claudicación: hablar como todo el mundo habla, de lo que todo el mundo habla y donde todo el mundo habla. Hablar y hacer. Ésa es la obediencia que se nos tolera. Ése es el comportamiento que homologa, relegando la diversidad a bolsas marginales (igualmente toleradas).  Las jergas o hablas, por tanto, son incómodas. Un peligro a controlar, porque su estética y su ética pertenecen a otro orden, apuntalado en la historia como garantía de progreso. Más allá del escaparate cultural a lo que tristemente se reducen los museos. El vacío antropológico que se agudiza a partir de la Segunda Guerra Mundial relega la cultura que le era propia a puro espectáculo. Fracasado el intento de crear un teatro de la palabra (o de poesía) a mediados del pasado siglo, ésa sigue siendo la función del teatro contemporáneo (y de sus variantes telemáticas). Vieja función de un teatro que es ahora más burgués que nunca.

Hacer un buen uso de los términos que legitiman oficios es igualmente arrogancia, cuando no (es) indicador de inestabilidad del profesional. Si de voluntad de crítica hablamos. Si bien es cierto que ese lenguaje técnico es tentadora garantía de estabilidad. En lo público, antes que en lo privado. Pero corpus de estricta obediencia académica e investigadora hay muchos. Tantos como tipos de formas o voluntad de control de la ciudanía. Tantos como manifestaciones de intereses que se imponen como excluyente pretensión de interés no homologado. Atreverse a pensar por sí mismo sigue siendo, ahora más que nunca, un riesgo.

La obra que anunciamos pretende, en consecuencia, registrar otras lecturas, respetar la pluralidad de perspectivas y de sentimientos. Herramienta, sin duda también útil para la gran masa de integrados. Aunque de uso clandestino. Resistir, en definitiva, es un noble oficio de humanos.

Roma/Madrid, March 2017

European Higher Education Area Der Zeit ihre Kunst, der Kunst ihre Freiheit