Román Reyes (Dir): Diccionario Crítico de Ciencias Sociales

Paradigma de las ciencias sociales (hacia el nuevo):  
Nueva forma de mirar, de ver y de hacer
Bernardino Cabezas González
Universidad Complutense de Madrid

>>> ficha técnica
 

1. PARADIGMA O MODELO: DEL PARADIGMA CLASICO VIGENTE AL PARADIGMA REFLEXIVO QUE VIENE

El término paradigma deriva directamente de la lengua griega (en griego paradiegma), lo podemos traducir como "ejemplo que sirve de norma". En el mundo de las ideas, prototipo() del mundo sensible en que vivimos; en el mundo de la praxis; conjunto de formas que sirven de modelo de diversos tipos que fundan y defienden un sistema material. Los paradigmas son también aquellos principios que asocian o disocian las nociones fundamentales que rigen y controlan todo el discurso teórico que transforma la realidad. Una modificación en el paradigma significa una modificación de la realidad. Por ejemplo el paso del modelo gravitatorio de Tolomeo (el sol gira alrededor de la tierra), al paradigma Galileano (la tierra gira alrededor del sol), produce consecuencias trascendentes en la propia visión del mundo. Otro ejemplo: del modelo escolástico al modelo de Descartes ya hay un salto cualitativo importante (siglo XVII).

Khun aporta ideas importantes al progreso de la ciencia. Nos dice que la evolución científica implica una evolución de las cosas y que la ciencia se desarrolla por revoluciones paradigmáticas().

La moderna epistemología nos ha permitido ver (los dos ejemplos anteriores lo constatan) que el conocimiento científico no es el único conocimiento, pero es el más consistente. Realmente es el conocimiento que ha permitido democratizar la ciencia y debilitar el conocimiento dogmático como modo de producir verdad. La ciencia como dice Khun no es un dogma, por lo tanto no debe ser dogmática. Varela que confiesa ser un inveterado amante de la heterodoxia y un ávido buscador de diversidad, nos dice: "cada época de la historia humana produce a través de las prácticas sociales cotidianas y su lenguaje, una estructura imaginaria. La ciencia forma parte de estas prácticas sociales y las ideas científicas acerca de la naturaleza constituyen apenas una dimensión de esta estructura imaginaria. Los historiadores y filósofos modernos, han demostrado que la imaginación científica sufre mutaciones radicales de una época a otro y que las ciencias se parecen más a una epopeya novelística que a un progreso lineal. La historia humana de la naturaleza es una narración que merece ser contada de más de un modo"().

Las cosas son tan elementales como empezar a reconocer que entre sujeto implicado y objeto hay siempre interacción, complementariedad y por tanto cambio de conductas. La cultura es un producto convencional y, por ello, intencionadamente, no siempre nos deja ver cómo son las relaciones naturales, o lo que hay de verdad o falsedad en las relaciones convencionales. Siempre la verdad o falsedad es producida y revelada por un sujeto activo. El sujeto es el que quita y pone valor al objeto. Objeto es todo lo que está sometido al dominio del sujeto.

"En cierto modo, las teorías científicas reflejan las ideologías en la medida que están unidas a las visiones del mundo. Nos hace falta una ciencia "noológica" que permita ver como autoproducen, cómo se conectan y cómo se propagan las ideas"(). Este es un campo que bien le puede corresponder a la sociología. Una sociología de la ciencia está siendo necesaria. Pues hay que prevenir cómo determina la ciencia al sistema y al ecosistema y ver también qué utiliza el sistema de la ciencia y como, con ello, explota y domina al ecosistema. El hombre se rinde ante la evidencia de los efectos de los adelantos científicos de los cuales la masa humana no comprende nada. Las ciencias microbiológicas y microelectrónicas construyen un nuevo tipo de hombre y una nueva visión del mundo. La Sociología tiene aquí su sitio, pues será ella la que tendrá que dibujar las consecuencias de esta transformación de la lógica de la vida y de la visión distinta que va adquiriendo el hombre y de la cual éste no comprende nada. Evidentemente, el viejo paradigma aún está en juego. Hay que contar con él para ver las diferencias de juego deseable y dejarlo como testigo de una mala experiencia del hombre.

El hombre del futuro se enfrenta a las macrodimensiones y a las microdimensiones (ambas con una complejidad que trasciende a la comprensión desde el sentido común y desde el alcance de las ciencias fragmentadas). El hombre, guiado por el viejo paradigma, cada vez es más impotente y cada vez sabe menos de la globalidad aunque -algunos- sepan más de la especificidad. El sentido común ante la complejidad del mundo se debilita. Por eso el sujeto cada vez está más fuera de juego; está vencido por la complejidad, con la cual hay que contar(). Para comprender este paso hay que reflexionar. La Sociología tendrá que intervenir para comprender cómo interviene la ciencia en la sociedad y qué transformaciones produce. Y, para lograr ésto, tendrá que intervenir, explicar los efectos globales que produce el sistema dominante. Morin cuestiona que el conocimiento, tal como lo utilizamos, sea realmente cognoscente. El problema es conocer y comprender el conocimiento y los efectos que produce. Eliot nos avisa: ")Cuál es el conocimiento que perdemos con la información y cuál es la sabiduría que perdemos con el conocimiento?"(). Con esto quiere decir que hay que seleccionar lo que merece la pena conocer. Esto da lugar a la necesidad de tener que conocer el conocimiento, tarea compleja en la cual necesitamos relaciones simétricas entre sujeto/sujeto y sujeto/objeto, ambos se tienen que relacionar de tú a tú (la asimetría impide que circule la información horizontalmente, el paso de la verticalidad a la horizontalidad es la primera operación de cambio paradigmático). El ser vivo para vivir en equilibrio necesita el correspondiente grado de libertad: Este grado depende de la densidad e intensidad de las especies y del medio, no exento tampoco de la existencia de un grado de control por un sistema en armonía con el auto-control intra e inter-especies. No hay paz ni libertad en la desigualdad. Un orden social que mantiene las desigualdades es represor por naturaleza, no puede permanecer en un mundo inteligente si impone la desigualdad. El orden compatible con el azar y el desorden, es el objetivo de una sociedad bien construida. Ello implica una lógica natural que toma como modelo la naturaleza, pero añadiendo el elemento de la racionalidad, o lo que es lo mismo, eliminando totalmente la ley de la depredación en la sociedad y en la naturaleza, no más allá de lo necesario, el límite debe ser fijado desde el consenso del hombre con la naturaleza en la cual está incluido el mismo hombre. Para comprender ésto, hay que ser consciente (ser consciente es ponerse a reflexionar y responder a preguntas como )qué es la vida? )qué es la naturaleza? )por qué nos reproducimos y vivimos?. Y en otro plano: )qué es la ciencia? )qué es lo científico y lo no científico?. Estas preguntas y las respuestas tienen que formar parte del acervo cultural de todos, no estar reservadas a una minoría (a la comunidad de científicos o intelectuales conectados institucionalmente a los intereses del sistema dominante), tienen que ser comprendidos y practicados por la cultura colectiva que funda nuestra existencia y llegar a todas las dimensiones de la socialización.


2. LA REFLEXION COMO PRACTICA COTIDIANA

Reflexionar es una práctica activa. Por eso no está reconodica como tal en el paradigma clásico(). La lógica de la cultura clásica inculca, aunque veladamente, la idea de que pensar y mandar es cosa de pocos. Esta lógica fundada conscientemente constituye uno de los dispositivos de dominación (No te comas el coco dicen a finales del siglo XX muchos de los que lo tienen ya comido). En el paradigma de segundo orden, la reflexión se incorpora a la actividad del pensamiento, es más, es la base del pensamiento. Reflexionar es hablar con el pensamiento, hacerle preguntas, reflexionar es también tomar posiciones respecto al medio. En el sistema clásico, las relaciones son asimétricas, las preguntas las hacen los que mandan y las respuestas las dan los que obedecen. El nuevo paradigma intenta establecer relaciones simétricas: que todos puedan preguntar y todos tengan que responder (democracia real). Todos sabemos que las preguntas prescriben una respuesta. Los responsables de las instituciones religiosas y políticas, como prototipo del modelo del viejo paradigma de dominación, cuando tienen que responder de los abusos de sus actuaciones, se acogen al derecho (que ellos se han dado) del secreto de conciencia(). El sistema de dominación clásico impone una jerarquía: los que están debajo no pueden preguntar ni oponerse a lo que deciden los de arriba. La oposición puede tipificarse penalmente. Si esto ocurre habrá consecuencias. La formalidad y las normas imponen sus reglas y medios exclusivos para imponerlas, y recintos cerrados (cárceles) para los que no las cumplen, cosa que no estaría mal si éstos incluyeran a todos igualmente().

El orden social clásico -en el cual vivimos- está estructurado sobre reglas de dominación (más o menos sofisticadas). Está hecho de dictados que prescriben lo que se puede hacer y decir, e interdicciones que prohíben lo que no les conviene a los que mandan que no se haga ni se diga. El paradigma social clásico es organigramático. Está verticalizado. Las prescripciones formales son exactas de abajo hacia arriba (en dirección al poder) y arbitrarias de arriba hacia abajo (en dirección a los súbditos). Los súbditos (por eso lo son) están sometidos a la ley que hacen a su conveniencia los que mandan. La reflexión que hay que hacer es cómo cambiarlo.

Para imponer el orden de dominación arbitrario y para que se cumplan las prescripciones y las proscripciones, se ha instituido la lógica de un paradigma basado en la fuerza (ejército, policía, cárceles, manicomios) amparada en leyes dominantes avalados por una filosofía que justifica la lógica del sistema. Para reproducirlo y mantenerlo, se han inventado técnicas más sofisticadas, entre ellas ocupan un lugar preferente las técnicas psicológicas y sociológicas. Las técnicas psicológicas y sociológicas valen también -como técnicas- para cambiarlo.

La Sociología positiva (origen: siglo XIX) se ha inventado para el control de la energía que produce el sistema social asimétrico, para conservar su asimetría. Si eludimos el término control, queda una definición simulada: la sociología, acoplada al viejo paradigma, sirve para la captura del discurso que circula por la sociedad (sociología orgánica).

Por oposición podemos decir que hay otra sociología, el discurso de este trabajo se acerca a la sociología crítica: su objetivo es confrontar las dos sociologías: la orgánica y la crítica. Considerar a la sociología como disciplina de control del discurso social, función propia del viejo paradigma sociológico y a comprender la lógica del nuevo paradigma de reflexividad como alternativa de liberación de la esclavitud del sujeto ignorante a través de la clarificación de la complejidad social, es decir, abrir la opción para que la sociología deje de ser sólo un dispositivo teórico y práctico de control blando de la sociedad, y pase a ser el nuevo dispositivo de liberación. Para dar este paso, hay que cambiar el paso: hay que contar con el sujeto. La primera operación que hay que hacer es liberarlo de la condena de ser objeto permanente, darle la opción de hablar y de implicarse en la creación de las reglas que debe cumplir y en la participación del reparto del botín de los recursos dados por la naturaleza y de los producidos a costa de la naturaleza. En síntesis: hace falta una dialéctica simétrica permanente entre sistema y ecosistema, que vendrá de la mano del nuevo paradigma que invierte la lógica de dominación en lógica de cooperación.

Del sistema clásico de dominación salvaje (primer periodo pre-histórico) se ha pasado al sistema de dominación dulce (sistema moderno de dominación simulada). Para hacer posible el funcionamiento de un sistema de dominación simulada se han tenido que crear culturas con valores y lógicas aceptados/as por la mayoría como si fueran dados por la propia naturaleza. Ha sido necesaria la ciencia para darnos cuenta que los dogmas de fé fundan un tipo de verdad que amenaza la vida a favor de la muerte. Estas lógicas, a través de los dispositivos de la socialización, producen un individuo sumiso y ciego, que le impiden ver las trampas del sistema, o, en caso de verlas, le obliga a respetarlas ("mean per nos y tenemos que decir que chove"()). La estructura social de clases hace esto viable. Generalmente la energía se gasta en el enfrentamiento intraclases, hecho que impide la creatividad y la felicidad.

Pablo Navarro establece las diferencias entre presupuestos clásicos de objetividad y sistemas reflexivos (investigación de segundo orden en el nuevo paradigma).

"En el sistema clásico, la estructura del objeto se separa de la estructura del sujeto. En el paradigma de reflexividad el concepto de sistema cambia: En vez de estar como una realidad separada del sujeto, que la considera, es una entidad definible justamente en su relación con ese sujeto. Dicho de otro modo, desde esta perspectiva no clásica, un sistema es una realidad compuesta por un sujeto y la realidad que ese sujeto intenta objetivar"().

Esta perspectiva de observar el objeto es nueva (tiene unos 30 años). La sociedad occidental aún sigue guiada por el discurso de la vieja lógica de dominación, en la que los súbditos se colocan en los lugares de los tópicos que es donde, según el sistema, tiene que estar la masa. La masa habla de lo trivial, los organizadores hablan de la forma de conseguir que siga siendo masa.

El dominio de un sistema impide el reconocimiento de otro. Ningún sistema político dominante investigará a fondo sus contradicciones y mucho menos protegerá los aciertos y ventajas del sistema contrario. Por ejemplo, el exceso de depredación del sistema capitalista pone en peligro el equilibrio del ecosistema. El sistema capitalista de consumo guiado por el viejo paradigma de dominación, no ha tenido en cuenta la naturaleza, por eso la ha puesto en peligro al excederse en su explotación, mientras niega la razón de las minorías ecologistas cuando alertan a las mayorías del asesinato colectivo de ciertas especies, entre ellas el hombre().


3. LA PERSPECTIVA DEL PARADIGMA REFLEXIVO: NUEVA FORMA DE MIRAR, DE VER, DE DECIR Y DE HACER

La Sociología positiva (orgánica) se pega al sistema capitalista. Pegarse a este sistema quiere decir que da cuenta de las energías que circulan a través de los subsistemas de intercambio de sujetos, objetos y mensajes para ejercer su control. En este sentido es una ciencia positiva. La alternativa es dar paso de sociología positiva a la sociología natural. Una sociología natural es una sociología sin ideología.

Mediante una nueva forma de mirar se puede ver lo no visto; así se puede decir lo no dicho, y como consecuencia hacer lo no hecho. La objetividad tendrá implícita la capacidad del sujeto que se predispone a objetivar (describir lo observado en el contexto que lo puede observar). La pulcra observación produce el pulcro realismo. Esta perfección sólo puede brotar de la reflexión de un sujeto que está en relación intensa con el objeto. La intensidad intuitiva y de los modos de observar (método adecuado y aplicación de la técnica con rigor) con pureza (desprovistos de ópticas interesadas) constituyen la base de la investigación social desde la perspectiva de la reflexividad. Para acercarse a toda la verdad hay que tomarse tiempo y disponer de arte, sosiego y medios que ayuden a ver, en vez de impedirlo.

Von Foerster() nos alerta de que los físicos, en el primer cuarto de este siglo XX, revisaban las nociones fundamentales que gobernaban las ciencias naturales y que los biólogos lo están haciendo en este último período. Los investigadores sociales tendremos que revisar también las nociones que gobiernan las metodologías, sobre todo los indicadores de medir y las técnicas que contabilizan esos indicadores, para concursar en esta loable pretensión del nuevo paradigma. Una ciencia sin sujetos observadores no puede existir, es necesaria la presencia de un observador. Einstein vio que "las observaciones no tienen valor absoluto sino que son relativas el punto de vista del observador". Una descripción del universo implica al que lo describe y al sistema del objeto descrito.

El nuevo paradigma, enraizado en la nueva forma de observar de la cibernética de segundo orden, es un paradigma compatible con la ciencia interdisciplinar(). El viejo paradigma pone límites en las áreas de conocimiento, y los fija(). La perspectiva no clásica cuestiona las ideas tradicionales de estabilidad, estructura, comportamiento, independencia y abre vías hacia la dialéctica entre sistema (el que tiene el podert de actuar) y ecosistema (lo que pone los recursos sobre los que interviene el sistema). Por primera vez se incorpora el azar y el desorden como elementos del conocimiento. En la teoría clásica el observador tiene asignado un rol externo al sistema, interviene en el ecosistema para conocerlo y como consecuencia, estudiar las estrategias de dominación, como estadio previo a su explotación (conserva vivo el espíritu depredador). En el paradigma moderno el observador empírico entra dentro del ecosistema para conocerlo y cooperar con él (cambia el espíritu depredador por el espíritu cooperador). De esta forma se invierte la lógica: pasamos de las reglas de una lógica competitiva dictada por las pulsiones del instinto, a una lógica cooperativa producida por la dialéctica de la ética y la razón, como corresponde a los hombres inteligentes. El paradigma no clásico abre la opción a una relación simétrica: se puede hablar como "" y "yo", y no como "ello" y "eso"()(). Con este cambio, habremos logrado, mediante la dialéctica reflexiva, una nueva forma de mirar, de ver, de decir y de hacer.

Esta nueva forma de reflexionar establece un cambio radical en la socialización y por derivación, un cambio del concepto de objetividad. Este es el paso que necesita dar la ciencia para llegar a lo que ahora los pragmáticos de la reproducción del sistema depredador llaman, aún, utopía (la utopía es un concepto manipulado por la lógica clásica. Lo que no interesa se manda al almacén de las utopías, pero en realidad la utopía en su concepción original (escuela de las utópicos) significa huir de lo malo y conseguir lo bueno mediante la innovación. Desde el nuevo paradigma (más pragmático que lo que los pragmáticos reproductores del sistema instituido llaman pragmatismo), lo abstracto que tantos triunfos ha obtenido en la historia científica, dejará de tener valor absoluto y se relativiza en función de la observación, la experimentación y la cooperación.

Basta dar un corte en la historia a la altura del inicio del siglo XIX coincidente con el paso de la clase feudal (poder en el castillo y en el monasterio) a la clase burguesa (poder en el estado nación y en la sociedad anónima camuflada detrás del estado) y veremos que el hombre se socializa en una cultura propicia al sistema dominante sin dialectizar con el ecosistema. A través de este modo de mirar, de ver y de hacer hemos puesto en peligro el equilibrio de la naturaleza, en ella, ya lo hemos dicho, está incluido el hombre, un hombre inseguro, portador de incertidumbre, ansiedad, en el final de todos sus esfuerzos: infelicidad por doquier. Conclusión: la naturaleza explotada por el egoísmo ciego tecnificado por el viejo paradigma está condenado. El sistema clásico impone su ley: sumisión o exterminio (en la lógica de la empresa o te sometes a las reglas o te tienes que ir)().

El sistema clásico considera al Establecimiento (institución pública/privada, empresa pública/privada) como un lugar atravesado por normas (barreras) jerarquizadas que funda la asimetría del poder, en el cual, sea cual sea la actividad que se realice, todo el beneficio sea controlado por el poder de minorías que se atribuyen el derecho de monopolizar los recursos y con ellos, los placeres.
 


4. LOS METODOS DE OBSERVACION

Para cambiar el paso, necesitamos cambiar los métodos, la conversación sirve de nexo entre los sujetos y su mundo (entre sistema y ecosistema), implica una transferencia de información entre unidades pensantes capaces de cifrar y descifrar el contenido que se intercambia entre sistema y ecosistema(). Este intercambio puede ser simétrico o asimétrico, depende de las relaciones de poder. En un sistema social generador de desigualdades, las relaciones tienen forma asimétrica: en el modelo jerárquico siempre hay un sujeto mejor posicionado que puntúa sobre el que está debajo. Puntúa de dos maneras: dictando normas para que se cumplan sin resistencia activa e impidiendo que la resistencia ponga en peligro el sistema que legitima el poder(). La obediencia ha sido una virtud en los contextos religiosos y un deber en el contexto productivo, así en el siglo XII a la orden de padres de Santo Domingo, en base a que el semema perro y el semema fraile tienen ambos una marca de fidelidad, les resultó fácil producir la metáfora "domini canes"().

En el nuevo sistema de observación, el sujeto observador, se sitúa ante la praxis resultante de la dialéctica entre sistema y ecosistema. El método dialéctico es transductivo (el método transductivo acepta el axioma de que sujeto y objeto se predeterminan. Esto quiere decir que no son realidades separadas). Parece obvio y de sentido común que no se puede descender de la teoría a la práctica empírica, ni ascender de la práctica empírica a la teoría sin la intervención de un sujeto que articula ambas prácticas a través de las inferencias que es capaz de hacer sobre el objeto que observa. El sistema biológico y el sistema social que predeterminan y determinan el conocimiento y las actividades del sujeto individual o colectivo son sistemas complejos. Maturana y Varela() proponen comprender como el sujeto y el objeto se predeterminan: "... al estudiar de cerca el fenómeno del conocimiento y nuestras acciones surgidas de él, es que toda experiencia cognoscitiva involucra al que conoce de una manera personal, enraizada en su estructura biológica, donde toda experiencia de certidumbre es un fenómeno individual ciego al acto cognoscitivo del otro, en una soledad que (como veremos) solo se trasciende en el mundo que se crea con él."

El método transductivo funde teoría (modo de conocer) y empiria (lo que hay que conocer). Es un razonamiento lógico de reflexión con que pretende alcanzar a la información de la unidad que observa y desde la "unidad" del observador. En el conocimiento y en la comprensión interviene el sujeto que conoce y el objeto que pretende conocer. "El fin de un acto de conocimiento es determinar un objeto; el fin de una acto de comprensión es determinar (efectuar) alguna acción"(). En el paradigma clásico, el sujeto se posiciona ante lógicas cerradas deductivas e inductivas. Ninguna de estas dos posiciones conduce a un razonamiento reflexivo, ni aportan la información necesaria para conocer el "objeto". La teoría base de la lógica deductiva trata de acercarse el "objeto-unidad" desde una posición (deductiva) más alta, propia de la teoría, dejando del lado la lógica que impone el objeto que observa. La lógica inductiva trata de acercarse al "objeto-unidad" desde una posición inferior, propia de la capacidad limitada del observador que prescinde de la teoría. El resultado es un cierre entre lo que debe ser y lo que en realidad puede ser (lógica determinista). En el método transductivo el sujeto se sitúa en una posición de sujeto reflexivo en situación de observar. Para ello tiene que ser consciente de que lo que trae entre manos, es decir, de lo que tiene en la mente; no vale actuar por dictados externos, sino por operaciones reflexivas (siempre relativas) elaboradas en procesos ónticos en constante interacción con procesos epistémicos de información externa de que dispone la teoría, añadiendo así la propia información que emerge en las operaciones de invención, resultante de esa interacción transductiva del sujeto y objeto. El resultado final serán invenciones o creaciones abiertas a nuevas observaciones. En este proceso se abren nuevos campos y nuevas opciones: Resultado: el mundo que viene imaginando el hombre siempre. A este pobre hombre lo han condenado a vivir en el mundo que él ve que puede ser.

El sistema social se comunica y se define mediante códigos lingüísticos de una complejidad sin límites que juegan entre los deseos y los intereses. La potencia del lenguaje es exponencial en el sistema social.

Los iluminados (Sócrates, Galileo, etc) han sido condenados a muerte por mirar, ver y decir la verdad. El sistema dominante nunca ha permitido que se descubra cómo hace las trampas. Ibáñez(), al hablar de métodos de aplicación, propone penetrar en el nuevo paradigma de investigación social compleja a través de la vía transductiva, única vía de acceso a la complejidad de los sistemas sociales.



 
5. METODOS DE APLICACION: INDUCCION, DEDUCCION Y TRANSDUCCION

"Si sólo tuviéramos que conocer sistemas estadísticos o de complejidad no organizada, nos bastaría con la inducción. Si sólo tuviéramos que conocer sistemas mecánicos o de simplicidad organizada, nos bastaría con la deducción. Pero como tenemos que conocer sistemas abiertos o de complejidad organizada, especialmente los biólogos y los que trabajamos en las ciencias sociales, tenemos que recurrir a la transducción.

La inducción, intento de alcanzar la unidad desde un nivel inferior a la unidad, desde el orden de magnitud inferior o materia, extrae las estructuras o conjuntos de relaciones de los términos -de los bajos del dominio cuya problemática intenta resolver-, y sólo retiene de los términos lo que tienen de positivo (esto es, lo que tienen en común). La deducción, intento de alcanzar la unidad desde un nivel superior a la unidad, desde el orden de magnitud superior o energía potencial, extrae las estructuras o conjuntos de relaciones de las tensiones en ese dominio -de los altos del dominio cuya problemática intenta resolver-, y sólo retiene de esas tensiones lo que tienen de negativo. La transducción, intento de alcanzar la unidad desde un nivel de unidad a un nivel más alto de unidad -intento nunca logrado, pues no hay unidad o el ser no es idéntico a sí mismo o es devenir o deviene-, desde el orden de magnitud medio o procesos de individuación, no extrae las estructuras, sino que las construye, invirtiendo lo negativo en positivo, descubriendo o inventando nuevas dimensiones según las cuales la problemática del dominio puede ser resuelta mediante la propagación amplificante de una singularidad o conjunto de singularidades (conjugación sincrónica o sucesión diacrónica)(). La inducción es el dominio de la generalidad, la deducción des el dominio de la universalidad, la transducción es el dominio de la singularidad. En la inducción se utiliza menos información de la que hay. En la deducción se utiliza más información de la que hay. En la transducción se utiliza la información que hay (es conservada y aumentada, como en la dialéctica()). La inducción y la deducción buscan las estructuras producidas y exigen que la marcha o camino del investigador se encierre en un método o metacamino que implica la reducción de la subjetividad de ese investigador -de sujeto en proceso a sujeto trascendental o punto sin extensión ni duración-. El camino transductivo es una (re)construcción permanente del método o metacamino a lo largo del camino, por un sujeto en proceso que sigue al ser en su génesis, en su incesante producción de nuevas estructuras"().

Umberto Eco, inspirado en Peirce(), utiliza el término "abducción" y hace las distinciones entre deducción, inducción y abducción. En cualquiera de los tres casos se trata de lanzar una hipótesis, pero variando las bases de las inferencias lógicas.

Umberto Eco():

"En el caso de las deducciones lógicas existe una regla de la que, dado un caso, se infiere un resultado". Ejemplo: Todas las mujeres de origen guineano tienen la piel de color moreno. Inferencia lógica: las mujeres guineanas que vienen a Europa en representación de Guinea son negras, probablemente.

"En el caso de la inducción, dado un caso y un resultado, de ellos se infiere la regla". Ejemplo: Coso dado: estas mujeres proceden de Guinea. Resultado: estas mujeres son negras. Inferencia lógica: todas las mujeres de Guinea son negras, probablemente.

"En el caso de la abducción, hay inferencia de un caso a partir de una regla y de un resultado". Ejemplo: Inferencia de un caso: todas las mujeres de origen guineano son negras. Estas mujeres son negras. Estas mujeres proceden de Guinea, probablemente.

Según Eco() la abducción parece más un movimiento libre de la imaginación que un proceso formal de descodificación (la descodificación parte de la interpretación). La abducción es una operación más compleja que la deducción y que la inducción. Eco: "Diremos entonces, que la abducción, como cualquier otra interpretación de contextos y circunstancias no codificadas, representa el primer paso de una operación metalingüística destinada a enriquecer el código"().



 
6. CONCLUSION: NUEVO CONOCIMIENTO Y NUEVA COMPRENSION

La ciencia es una sobrecodificación de la realidad, desde la perspectiva de un observador epistémico (o sujeto de conocimiento), el conocimiento obtenido científicamente será un equivalente de una realidad dada o producida. Pero parece que no siempre el conocimiento conduce a la comprensión, incluso puede ser un obstáculo para llegar a una comprensión compartida. "Esta ambigüedad entre conocimiento y comprensión puede clarificarse si examinamos los diferentes modos en los que ambos conceptos están conectados a un tercero: el concepto de acción"(). Habría que decir el concepto de uso y de cambio.

La mayoría de los sociólogos, cuando construyen un discurso lo hacen desde la cara del conocimiento abstracto estático, no tienen en cuenta que la comprensión y el conocimiento emergen y hacen emerger nuevo conocimiento y con él, nueva comprensión. Para comprender hace falta vivir en complicidad con la otra parte; para aprender hay que experimentar (por eso Bordieu dice que el sociólogo tiene que habitar la sociedad). Para comprender los efectos de una acción hay que vivirla. "La realidad pretendida por un acto de comprensión es una acción. El fin de un acto de conocimiento es determinar un objeto; el fin del acto de comprensión es determinar alguna acción"(). De este aserto podemos transducir que el conocimiento pertenece a un proceso reflexivo complejo en el que interviene activamente la comprensión y la acción. Ahora hay que aclarar de qué acción se trata y cómo se administra la comprensión. No podemos establecer con rigor un orden cronológico de intervención. La intervención debe ser pactada con el medio. Aquí determinar una acción no equivale a un hecho producido fuera de órbita o fuera del control de la comunidad, eso sería equivalente al nivel del conocimiento clásico, determinar una acción es concebirla como un bien colectivo. "A Freud le agradaba decir que el narcisismo del ser humano es el obstáculo más sólido para el progreso de los conocimientos"(). La domesticación es un obstáculo para llegar a la creatividad y a la invención y en definitiva un obstáculo para pensar colectivamente, es decir, dejar de ser animal para pasar a merecer el calificativo de "homo sapiens", que evidentemente está por encima del hombre astuto.

El mundo mirado y observado desde la perspectiva de la lógica clásica es determinista: descansa en las descripciones y se defiende con las proscripciones y las prescripciones (leyes, reglamentos, circulares y normas internas) constituyen la vida cotidiana organizada desde fuera y sin contar con los afectados. El nuevo paradigma se abre hacia las opciones de elección del sujeto. Maturana y Varela nos clarifican este horizonte. "Nosotros tendemos a vivir un mundo de certidumbre, de solidez perceptual indisputada, donde nuestras convicciones prueban que las cosas sólo son de la manera que las vemos, y que lo que nos parece cierto no puede tener otra alternativa. Es nuestra situación cotidiana, nuestra condición cultural, nuestro modo corriente de ser humanos"(). Dicho de otra manera, el hombre padece ceguera. Padecer seguera, según Von Foerster, es no ver que no vemos. Creo que ese es el problema que hay que resolver.

No podemos seguir pensando que individualmente dominamos el mundo certidumbre, el mundo vivo nos invita a vivirlo (donde se vive) en busca de la probabilidad de certidumbre colectiva, entre el orden y el desorden. El hecho de estar obligados a vivir en la interacción del orden y el desorden tanto biológico, físico como social, nos obliga a inventar en cada momento cómo construir el mejor sistema, para vivir en el proceso dinámico. De lo que tratamos aquí no es de abolir la acción de un sistema, sino de que el sistema sea el mejor de los posibles. Un sistema bueno es el que ayuda a la naturaleza, no el que la destruye.

En los sistemas asimétricos lo que es certidumbre para unos es incertidumbre para otros: efectos de la desigualdad. En esa conducta está implicada la lucha: de este modo llegamos a la guerra. Hay una querra dialéctica (la única aceptable) y otra guerra sin palabras, la palabra la tienen las armas. Tanto la guerra dialéctica como la armada pueden ser a pequeña escala (local) o a gran escala (entre naciones). El ser humano aún no ha aprendido a vivir como ser inteligente, por eso vive en guerra permanente. Para aprender a vivir como ser inteligente tienen que conocer y compernder su finitud y darse cuenta qué valores hay que tener presentes.

Hay que dar el gran paso: cambiar de lógica consensuando entre el sistema y el ecosistema. Para esto tenemos que controlar las pulsiones instintivas que tiene el hombre, abolir las instituciones que las legitiman dando un rodeo por la pseudocultura que aplaude la barbarie (matar toros, boxear, etc). La perversión es lo que algunos convierten en estrategia para jugar con ventajas en el sistema. La propuesta de Maturana y Varela es: "Al estudiar de cerca el fenómeno del conocimiento y nuestras acciones surgidas de él, es que toda experiencia cognoscitiva involucra al que conoce de una manera personal, enraizada en su estructura biológica donde toda experiencia de certidumbre es un fenómeno individual ciego al acto cognoscitivo del otro, en una soledad que (como veremos) solo se trasciende en el mundo que se crea con él"().

Esta reflexión intuida y explicitada por estos coautores es muy pertinente para los investigadores sociales. Pues somos muy propensos a dictar conclusiones dotadas de certidumbres absolutas cuando en realidad son construidas arbitrariamente. Obviando la arbitrariedad de un sujeto observador (que hace de investigador) y que eleva a asertos empíricos fenómenos que no son, por el hecho de estar mediatizados por principios dogmáticos, controlados metodológicamente y revisados desde el nivel epistemológico. Hay que tener cuidado con las afirmaciones ciegas. Es cierto el aforismo que los árboles no dejan ver el bosque, el bosque es distinto a los árboles que lo forman, en él hay más especies. Algo así ocurre en la sociedad: la sociedad es mucho más que hombres juntos.

La Sociología tradicional trabaja sobre lógicas comparativas estáticas. Los dispositivos técnicos reducen la sociedad a indicadores y éstos a índices. Al final todo se reduce a números y así la singularidad se reduce a residuo marginal, la minoría sin mando no se tiene en cuenta. Por eso se puede hablar de inferencia y de generalidad empíricas. En estadística poder generalizar implica una buena cosa (poder inferir con certeza implica incluir la mayoría). Los datos producidos mediante una investigación estadística en un sistema abierto, no tendrían más que un instante de vigencia. Pero como la energía social está controlada, hay reproducción y repetición de los fenómenos sociales, hacen que los datos tengan vigencia (por esta causa se puede hacer uso de datos secundarios, puesto que conservan la vigencia: valor de presente).

La ciencia es una forma de llegar al conocimiento, pero no es la única vía del conocimiento. No todo el conocimiento pasa por la ciencia. En las ciencias sociales hay que incluir el acto de comprender en la ciencia. El hombre no es reducible a sólo conocer a través de lo que la comunidad de científicos reconocen como ciencia. Sin embargo, es la ciencia como método de producir verdad la que ha contribuido a comprender la prosa del mundo en contra de las formas de producir verdad que han tenido los métodos autoritarios y místicos.

El problema de las ciencias sociales es que pueden tener la carga ideológica que se quiera, pues no son ciencias que excluyan la ideología, sino que la ideología es parte de la realidad que estudian.

La intervención de la ciencia sociológica, requiere que el científico se implique en sus consecuencias. La ciencia no se puede poner a disposición de los sujetos que mueven los hilos del poder. Albert Einstein (1879-1955) que vivió informado de los efectos de la ciencia mal aplicada, por ejemplo la utilización de la bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial, comprobó que la ciencia no es una virgen pura, que está a disposición de los gobiernos más poderosos del mundo.

Morin(), defensor y constructor del nuevo paradigma, postula una ciencia con consciencia y una consciencia con ciencia. El conocimiento -siempre- es limitado. Si esto es así, siempre existirá el desconocimiento y la incertidumbre. Es cierto que el conocimiento necesita: estructuras teóricas para intervenir guiado por la información que éstas aportan, pero no es menos cierto que el conocimiento está condicionado a la evolución. Precisamente ese es el verdadero valor de la ciencia: provocar la evolución del conocimiento. En esta empresa están incluidas todas las acciones.

"La diferencia entre el modo de tener y el modo de ser en la esfera del conocimiento se expresa con dos fórmulas: Tengo conocimiento y conozco. Tener conocimiento es tomar y conservar la posesión del conocimiento disponible (la información); conocer es funcional y solo sirve como medio en el proceso de pensar productivamente"().

Postulamos un sujeto reflexivo para construir el mundo deseado por todos. Sin este sujeto y con la densidad especulativa que soporta la tierra, el futuro seguirá siendo como el presente: un desastre. Dentro de la lógica del sistema social vigente el hombre inteligente puro, no tiene sitio.


BIBLIOGRAFIA

ANZIEU, D. e YVES MARTIN, 1971, La dinámica de los grupos pequeños, Buenos Aires, Kapelusz.
DESCARTES, R., 1989, Discurso del método. Alborada Ediciones.
DURKHEIM, E., 1978, Las reglas del método sociológico, Madrid, Akal
ECO, U., 1985, Tratado de Semiótica, Barcelona, Editorial Lumen.
FROMM, E., 1980a, Tener o ser. Fondo de Cultura Económica.
----, 1980b, Psicoanálisis de la sociedad contemporánea, Fondo de Cultura Económica.
GOFFMAN, E., 1987, La presentación de la persona en la vida
cotidiana, Editorial Amorrortu
IBAÑEZ, J., 1985, Del algoritmo al sujeto. Perspectivas de la investigación social, Madrid, Siglo XXI
KUHN, T.S., 1979, "La función del dogma en la investigación científica", en Revista Teorema, Valencia
MATURANA, H. y VARELA, F., 1990, "El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del comportamiento humano", Madrid, Debate
MEADOWS, D.H., y otros, 1992, Más allá de los límites del conocimiento, México País-Aguilar
MORIN, E., 1984, Ciencia con consciencia, Barcelona, Anthropos
NAVARRO, P., 1990, "Sistemas reflexivos", ponencia en la conferencia celebrada en Amsterdam, del 27 de Marzo al 1 de Abril de 1989. Publicado en Revista Anthropos, n1 22.
----, 1990, "Ciencia y cibernética", en Revista Anthropos, n1 22
PASK, G., 1976, Conversation theory, Elsevier ("Una teoría de la conversación...", en Revista Anthropos, n1 22, 1990)
VARELA, F., 1990, Conocer. Las ciencias cognitivas: tendencias y perspectivas. Cartografía de las ideas actuales, Barcelona, Gedisa
VON FOERSTER, H., 1991, Las semillas de la cibernética, Barcelona, Gedisa


THEORIA  | Proyecto Crítico de Ciencias Sociales - Universidad Complutense de Madrid