NOMADAS.1 | REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURIDICAS | ISSN 1578-6730

Una crítica a la ideología de la "sociedad civil"
[Klaus Meschkat] (*)

Hoy en día, es casi imposible escuchar un discurso sobre problemas politicos sin que se mencione varias veces la palabra "Sociedad Civil" - ya sea en una conferencia de alto nivel de un politologo muy erudito, ya sea en la presentación poco elaborada de los propositos de cualquier ONG en cualquier parte del mundo, no importando que esta ONG que reclama su contribución a la "Sociedad Civil" dependa totalmente de dineros estatales, directamente o por intermedio de una Fundación extranjera que se financia en un 100% del erario publico ... La "Sociedad Civil" como meta deseable figura tanto en las publicaciones del Banco Mundial como en las acusaciones del Gobierno de los EE.UU. contra Cuba, pero tambien en los plantamientos de algunos líderes Cubanos que hablan de una "Sociedad Civil socialista". Entre los adherentes al concepto figura el Subcomandante Marcos que se refiere con frequencia a la "Sociedad Civil", especialmente cuando reclama el apoyo de todo México al movimiento zapatista.

Parece sorprendente que voceros de posiciones politicos tan diversas, incluso opuestos puedan emplear la misma palabra, siempre en un sentido positivo, en sus respectivos discursos. Ciertamente, la "Sociedad Civil" comparte esta ambigüedad con otras nociones fundamentales de las Ciencias Sociales, empezando con la palabra "Democracia" cuyo uso y abuso tiene ya una historia muy larga. La coyuntura de la "Sociadad Civil" es más reciente, y parece pertinente recordar en que contexto esta noción fue introducido en el debate político y científico hace dos décadas - dejando para otros expositores los estudios filólogicos sobre las conotaciones distintas en distintos idiomas, y sin entrar en el mundo de la filosofía política de Antonio Gramsci.

Como la mayoría de las nociones en la Ciencias Sociales, tambien la "Sociedad Civil" figuraba inicialmente como concepto forjado en la contienda politica, usado por determinadas fuerzas politicas para ganar terreno en las contiendas reales - y en las luchas imaginarias en el cielo de las ideas. Independentemente de sus orígnes, el concepto de la "Sociedad Civil" conseguió su definición concreta en el contexto de su empleo como arma - en contra de adversarios bien concretos. En el caso de los paises del Imperio Sovietico, se trataba de ganar un espacio para pensar y actuar, para individuos y/o grupos que llegaron a rechazar el monopolio de poder de un estado omnipotente y su partido unico. En el proceso lento y dificil de la constitución de una oposición al regimen ultracentralista, la consigna de la "Sociedad Civil" ha tenido un papel clave - tambien por el hecho de que fue tomado prestado de un pensador marxista de gran prestigio.

En America Latina, el concepto "Sociedad Civil" se difundió cuando casi todos los paises del subcontinente eran dictaturas militares. Es indudable que aparte de todas las dimensiones complejas de la idea Gramsciana con sus raices en la filosofía Hegeliana, lo "civil" tenía entonces un significado bien sencillo y bien concreto: lo civil era lo no-militar, todo lo opuesto a las arbitraridades de un regimen de las Fuerzas Armadas (Para el Brasil, ver Costa 1997, 199). Este contexto fue muy distinto de lo que existía en los paises del llamado "socialismo real" , y solamente una mirada muy superficial puede encontrar un denominador común para las manifestaciones de resistencia contra formas de dominación bastante diferentes, pretendiendo que lo esencial sería siempre el esfuerzo de hacer retroceder al Estado y asi ganar un espacio para la "Sociedad Civil".

Para América Latina, un análisis de este tipo hace desaparecer lo específico de los conflictos sociales de las últimas décadas. Se esconde el hecho que los regímenes militares p.e. de Pinochet o de los generales argentinos nunca eliminaron todas las asociaciones independientes del estado militar, ni siquiera la llamada "opinión pública" manejada por fuertes grupos economicos. Si miramos, como también en otras partes de esta ponencia, el ejemplo de Chile: despues del golpe de Pinochet y durante todo el tiempo de la dictatura, las asociaciones empresariales existieron libremente y dieron a conocer sus opiniones sobre la politica economica del gobierno, nunca fueron amanazados en su existencia, y el ejemplo de "El Mercurio" demuestra que la prensa de la gran burgesía se publicó durante todo el tiempo de la dictatura - y no necesitó la intervención militar para dar su apoyo general al régimen, mientras este garantizase el orden.

Lo que si fue destruido por la intervención militar fue la otra parte de la Sociedad Civil: las organizaciones de las capas bajas, es decir, los sindicatos obreros, las asociaciones de los campesinos, de los indigenas, de los pobladores. En todos los casos de un golpe militar en América Latina, desde el golpe en el Brasil del año 1964, su función principal fue la eliminación radical de todas las actividades autónomos del "pueblo" - si este término significa algo asi como el conjunto de los oprimidos y explotados en una sociedad . La destrucción de esta "Sociedad Civil" fue resultado de una derrota militar - y despues del fracaso de la resistencia armada, los vencidos tenían que buscar otros caminos para sobrevivir y recuperar un espacio modesto no ocupado por el Estado Militar. No fue la confrontación total, tampoco el resurgir de todas las organizaciones tradicionales que existían antes de la dictatura: fue un proceso lento de creación de grupos y organisaciones poco sospechosas, de un nuevo tipo, como las Organizaciones Economicas Populares que nacieron en las poblaciones de Santiago de Chile, a veces con el apoyo de la Iglesia Catolica o de ONGs extranjeros. Nacieron grupos para defender los Derechos Humanos, surgió un movimiento feminista con vínculos y apoyo internacional. Este proceso complejo y lento se interpretó como el renacer de una Sociedad Civil bajo un regimen militar - y fue en este tiempo, a partir de finales de los 70, que el concepto "Sociedad Civil" llegó a America Latina y adquirió conotaciones que correspondían a esta coyunctura muy especifica: La reconstrucción de lazos de asociación en espacios no muy politizados para asi superar la atomización social que resultó de la represión por parte del aparato militar.

La creación de una "Sociedad Civil" en este sentido (al lado de la otra de las clases dominantes, que nunca había sido destruida) fue la condición indispensable para la superación del regimen militar. Si volvemos al ejemplo de Chile: la nueva oposición se reveló en las movilizaciones y manifestaciones populares de la mitad de los años 80, culminando en la creación de la "Asamblea Nacional de la Civilidad" en el año 1986. En este momento, el retorno a la democracia parecia ligado a la ampliación de una "Sociedad Civil" que se había formado fuera del control del regimen militar, pero tambien sin el tutelaje habitual de los partidos políticos tradicionales. Sabemos que la historia tomó otro rumbo: a pesar de la fuerza de las mobilizaciones populares, los políticos profesionales de la oposición lograron restablecer su monopolio como representantes legítimos de las aspiraciones del pueblo, y negociaron un retorno a la democracia sin una ruptura con el regimen. Una de las condiciones mas importantes para llegar a una solución pactada con los militares fue la reducción del potencial democratizante de los movimientos sociales. Con este proceso de la instauración de una democracia restringida y elitista, que se daba con otros matices en otros países de América Latina, el termino "Sociedad Civil" perdió la connotación que había conseguido en las luchas antidictatoriales, su identificación con los movimientos populares, y se transformó en un concepto mas general e inocente.

Antes de seguir esta transformación de un concepto, hay que mirar un poco más de cerca las transformaciones reales de las sociedades de América Latina bajo los auspicios de una política economica neoliberal. Hemos tratado de resumir estos cambios en la presentación de los resultados de nuestra investigación sobre movimientos sociales en Chile y Mejico.(Bultmann et al. 1995) El economista Chileno Alvaro Díaz, del Instituto SUR, destacó los cambios en la situación de grandes sectores de la clase obrera - y en la clase dominante de su pais. Entre todos los cambios en el mundo de trabajo, tal vez el mas significativo es la expansión del trabajo precario como ultima palabra del capitalismo globalizante:

"Existe creciente evidencia de que el empleo precario en América Latina no puede ser considerado como un empleo `atípico',una suerte de anomalía o excepción en el mercado, un resultado del estancamiento, o una situación que sólo existe en empresas tradicionales o pequeñas. Parecería que el empleo precario no constituye una forma tradicional de comportamiento empresarial, sino el resultado de un estilo de modernización capitalista que se asentó tanto en México como en Chile, y se manifiesta en las industrias maquiladoras como en sectores de la industria procesadora de recursos naturales renovables en Chile (fruta, pesca, madera), es decir, en sectores de `punta' de ambas economías." (Díaz 1995, 49)

No menos importante son las observaciones de Alvaro Díaz sobre la nueva cara de la clase empresarial:

"Se afirma frecuentemente que los Estados autoritarios y especialmente las políticas neoliberales tienen como consecuencia el aplastamiento o la desarticulación de las sociedades civiles. Esto fue cierto para el caso chileno, especialmente para el período más salvaje de la dictadura (1973-1981), pero es una verdad a medias. Primero, porque la dictadura chilena no se limitó a aplastar la sociedad civil de las clases populares y medias, sino que reconstruyó el mundo de los negocios, el mundo del empresariado, la sociedad civil burguesa. Es decir, a la vez que destruía y desarticulaba relaciones sociales del mundo popular, liberaba e impulsaba un nuevo tipo de empresariado, un nuevo mundo de las clases altas que, a diferencia del pasado y de los esquemas corporativos, se autonomizaba cada vez más del Estado, aunque siempre estuvo estrechamente articulado con el poder tecnocrático y militar. En este proceso no sólo se reconstituyó el gran capital, los grupos económicos, sino que se extendió socialmente la burguesía y se consolidó la ganancia como cálculo económico en importantes sectores de la sociedad. El empresario, el mercado, la competencia, la especulación, el individualismo posesivo, fueron legitimados ante toda la sociedad." (Díaz 1995, 41-42)

Dado que no pretendemos presentar un análisis detallado, nos limitamos a estos dos referencias que indican los cambios profundos de la estructura social de los países latinaoamericanos en las últimas decadas. Si volvemos a la idea de distinguir dos sociedades civiles, es obvio que el desarollo objetivo de la economía en las últimas dos decadas ha debilitado constantemente lo que fue el sustrato de la "Sociedad Civil" popular - al mismo tiempo fortaleciendo enormemente lo que Alvaro Diaz llama la Sociedad Civil burguesa.

Poco de todo eso se refleja en la mayoría de los escritos actuales sobre la "Sociedad Civil". El concepto se ha emancipado de sus orígines en un mundo de luchas sociales - entró en el mundo de los ejercicios intelectuales sobre procesos políticos supuestamente separados de los procesos de producción y distribución, que de todos maneras están sometidos a las leyes del mercado mundial, las cuales limitan sustancialmente el radio de acción de los actores políticos. El empleo actual común y corriente del termino "Sociedad Civil" tiene una fuerte tendencia de fortalecer la ideología dominante, en varios sentidos:

1. Con la yuxtaposición simplificada Estado-Sociedad Civil se pretende que el fortalecimiento de todo lo que no depende del estado es un paso a la emancipación social. Obviamente, este tipo de pensar puede estar muy cerca al pensamiento neoliberal: por ejemplo, uno podría facilmente llegar a la conclusion de que cualquier privatización sería un paso hacia una Sociedad Civil mas desarollada.

2. Normalmente, el empleo de la noción "Sociedad Civil" tiene la tendencia de esconder las diferencias dentro de la sociedad realmente existente: desaperecen las clases sociales, los grupos de poder economico, los monopolios, el capital transnacional - aparecen "Actores" que en principio tienen iguales derechos y oportunidades de participar en el juego politico.

3. La "Sociedad Civil" tiene su personificación privilegiada: son las ONGs, incorporaciones del espíritu puro provenientes de una esfera libre del Estado. Con el concepto de la Sociedad Civil, se borran las diferencias enormes entre los ONGs que tienen un compromiso real con las organizaciones populares - y las otras que son solamente fuentes de empleo para una capa de intelectuales versátiles, o incluso instrumentos directos del gran capital.(Meschkat 1997) Sería interesante examinar el papel de las Fundaciones de grandes empresas en varios paises de America Latina, su impacto sobre esferas que antes pertenecían al Estado, como la educacion superior y la asistencia social.

En varios estudios mas recientes se manifiestan más y más dudas sobre la utilidad del concepto de la Sociedad Civil. Sin embargo, casi no hay autores que favorescan el abandono total de un concepto tan vago. Algunos bastante concientes de la ambiguedad en el empleo de la "Sociedad Civil", reclaman el concepto para las luchas de emancipación de las clases populares. En este sentido explica Jenny Pearce, en uno de los mejores articulos sobre nuestra temática, sus razones para seguir usando el término, a pesar de las tendencias innegables de equiparar Sociedad Civil con economía de mercado:

.."just as liberalism could never remain the exclusive ideology of the bourgeoisie, so the concept of `civil society' has meaning also for social organization among the excluded and marginalized of a region where inequitable wealth distribution is acknowledged to be amongst the most extreme in the world today. It legitimizes their efforts to access the new or revived democratic structures at national and local level, to make party machines accountable, and to emphasize `civility' in political life for a region more accustomed to the barrel of a gun....How far Latin America civilian and military elites will accept a renewed growth of associationalism amongst the socially and economically excluded remains to be seen. (Pearce 1997, 81)

Obviamente, aqui "Sociedad Civil" figura como consigna, para apoyar los esfuerzos de los excluidos de asociarse y asi superar su posición subordinada y ganar ciudanía. Pero éste no es el empleo más difundido del concepto hoy en día. Evocando a la Sociedad Civil, muchos autores quieren salir de la necesidad de confrontaciones entre fuerzas opuestas y entrar en el mundo de comunicación libre de dominación (Lauth/Merkel 1997, 16-17). Los "actores" legítimos en una Sociedad Civil asi construida no son todos los movimientos sociales: deben renunciar a cualquier disposición a la violencia (hasta que punto se permiten movilizaciones?) para satisfacer los criterios de los nuevos teóricos de la democracia.

La realidad de los paises de América Latina no se presta fácilmente a construcciones de una harmonía social, de tal manera las/los autores que no ignoran las contradicciones fundamentales de su sociedad necesariamente llegan a lanzar la pregunta por qué se cambian las palabras en el discurso político y cientifico. Encontramos un pasaje pertinente en un articulo de la revista venezolana "SIC":

"...el práctico abandono de la noción de `pueblo' y su sustitución por la noción de "sociedad civil" supone, a nuestro juicio, algo mas que un cambio de lenguaje. Supone el paso de una noción integradora a otra que no lo es. En el lenguaje político venezolano, la noción de ?pueblo' tuvo una connotación que suponía tomar en cuenta a `los de abajo, que reconoció al marginado, el Juan Bimba, como sujeto, y supuso su incorporación, en calidad de ciudadano, al desarollo político, económico y cultural...Consideramos que tales valores no forman parte de la noción de "sociedad civil", la cual plantea, por definición, la existencia de una pluralidad de grupos diversos en términos de poder, información, capacidad e influencia que articulan autónomamente los intereses que les son propios y, a menos hasta el momento, no postula mecanismos de incoporación para individuos o grupos desfavorecidos en lo relativo a estos recursos y mucho menos de agregación de sus demandas." (Pérez Campos 1997, 150)

En esta interpretación, el concepto que examinamos parece poco apto para expresar las aspiraciones de las capas subordinadas a la emancipación social. Estas capas, o los movimientos sociales con raices en el pueblo, no figuran en un lugar prominente en diversas enumeraciones de los componentes de una "sociedad civil" (Lauth/Merkel 1997, 17; Costa 1997, 207). Fuera del mencionar obligatorio de las ONGs, no hay criterios claros acerca de que tipo de asociaciones deberían incluirse o excluirse de la Sociedad Civil. Cuando pasó la coyuntura del enfrentamiento de grupos que aspiraban a la autonomía frente a un Estado represor, el concepto pareció perder sus contornos - y se prestó a llenarlo con muy distintos tipos de filosofía social.

Hay poderosas razones para cuestionar el valor analítico del concepto de la Sociedad Civil en las Ciencias Sociales. Tal vez se justifica la recomendación de no usar el termino en debates cientificos que aspiran superar la fraseología politica comun y corriente. En la mayoría de los casos, es perfectamente posible referirse a hechos y procesos sociales concretos, renunciando al empleo de una noción general que cada cual interpreta segun su gusto. Pero tambien es cierto que hasta hoy día la cosigna de la "Sociedad Civil" puede vincularse con las luchas de los oprimidos y explotados, como demuestran las declaraciones del movimiento zapatista en Méjico. No se trata de censurar el empleo de conceptos que tienen su funcción específica en confrontaciones concretas, pero nos parece indispensable realizar el esfuerzo de entender el contexto en el cual surgen y se modifican los contenidos de los conceptos politicos. Solamente en el marco de reflexiones de este tipo se reduce el peligro que una consigna de emancipación se convierta en un elemento de la ideología dominante.


PUBLICACIONES DE REFERENCIA

- Bendel,Petra; Sabine Kropp. 1997. Zivilgesellschaften und Transitionsprozesse im interregionalen Vergleich Lateinamerika - Osteuropa. Ein empirisch-analytischer Beitrag. Arbeitspapier Nr.1 des Zentralinstituts für Regionalforschung, Universität Erlangen-Nürnberg.
- Bultmann, Ingo; Michaela Hellmann, Klaus Meschkat, Jorge Rojas (eds.). 1995. Democracia sin movimiento social? Sindicatos, organizaciones vecinales y movimientos de mujeres en Chile y México. Caracas: Editorial Nueva Sociedad.
- Costa, Sérgio. 1997. Die Attraktiviät des Begriffs Civil Society. Zur Rezeption in Brasilien. En: Braig, Marianne (ed.) Festschrift für Renate Rott. Berlin
- Diaz, Alvaro. 1997. Ajuste estructural, transformaciones sociales y su impacto en los actores sociales. Los casos de México y Chile. En: Bultmann et al. (eds.) Democracia sin movimento social? Sindicatos, organizaciones vecinales y movimientos de mujeres en Chile y México. 1995.
- Imbusch, Peter. 1995. Unternehmer und Politik in Chile. Frankfurt am Main: Vervuert
- Lauth, Hans-Joachim; Wolfgang Merkel. 1997. Zivilgesellschaft und Transformation. Ein Diskussionsbeitrag in revisionistischer Absicht. En: Forschungsjournal Neue Soziale Bewegungen Jg. 10 Heft 1: 12-34.
- Oxhorn, Philip. l995a. From Controlled Inclusion to Coerced Marginalization: The Struggle for Civil Society in Latin America. En: Hall, John A. (ed.) Civil Society. Theory, History, Comparison. Cambridge
- Meschkat, Klaus. 1997. Apriorischer Altruismus. Nichtregierungsorganisationen in politischen Umbruchsituationen - Beispiele aus Zentralamerika. En: epd-Entwicklungspolitik 13/97 (Juli): 27-32
- Oxhorn, Philip. 1995. Organizing Civil Society. The Popular Sectors and the Struggle for Democracy in Chile. University Park, Pennsylvania: Pennsylvania State University Press
- Pearce, Jenny. 1997. Civil Society, the Market and Democracy in Latin America. En: Democratization Vol.4 No.2: 57-83
- Pérez Campos, Magaly. 1997. El discurso de la sociedad civil. En: Sic (Caracas, Venezuela) Año LX No, 594: 151-154 , Mayo 1997
- Petras, James; Fernando Ignacio Leiva. 1994. Democracy and Poverty in Chile. The Limits to Electoral Politics. Boulder/San Francisco/Oxford: Westview Press


(*) En: P.Hengstenberg/K.Kohut/G.Maihold (ed.), Sociedad civil en America Latina: representacion de intereses y gobernabilidad, Nueva Sociedad, Caracas 1999. (Autorizado por el autor)
COLABORACIONES - COPYRIGHT | SUGERENCIAS | REGISTRO DE LECTORES | LISTA E-MAIL | FORO

<<< NÓMADAS.1