NÓMADAS - REVISTA CRÍTICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS
12-2005/2 | Universidad Complutense de Madrid | ISSN 1578-6730
El sacrificio televisado: A propósito de "las decapitaciones on-line":
La representación de un drama trágico sacrificial, y
el papel de los medios en esta construcción

Fernando Rubén García Hernández
>>> CV
Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas

RESUMEN.- El presente artículo pretende ser una reflexión acerca del proceso creativo y comunicativo de un hecho muy real y desde luego completamente objetivo para las victimas: la muerte de los secuestrados por la guerrilla iraquí, degollados ante las cámaras. Intentaremos exponer cómo este hecho es construido por los terroristas islamistas, con la pretensión de convertir un hecho individual (la decapitación del prisionero) en un fenómeno político con trasfondo ontológico ( retornar al ordenamiento político previo y así calmar la Ira de la Divinidad).  Lógica del , serán algunos de los conceptos claves que utilizaremos para realizar este análisis.

Palabras clave: Sacrificio, Delirio, Objetividad, Objetivación de los Medios de Comunicación

ABSTRACT.- The object of this paper is to present the Death´s Constructive Process using Mass-Media by Islamic terrorists: the transformation of an individual fact ( prisoner´s beheading) in an ontological and political  phenomenon ( becalm Divinity´s Anger and give back to the previous political pre-sort).

Key Words: Sacrifice´s Logic, Delirium, Objectivenes, Mass-Media Objetivation

 

 

ESTRUCTURA DEL ARTÍCULO:

Este artículo lo estructuraremos en las siguientes partes.

[A] En la primera , abordaremos [A-1] las ligazones entre el concepto científico de Objetividad y el sociológico de Objetivación, [A-2] los diversos mediadores que podemos encontrarnos al buscar la Objetividad y al Objetivar, y [A-3] las posibilidades de objetividad que al objetivar la realidad ofrecen los mediadores instrumentales artificiales, como pueden ser los medios de comunicación.

[B] En la segunda parte, analizaremos el hecho en sí de la decapitación por terroristas islámicos de rehenes retransmitida vía TV o Internet. Para ello, [B-1] indicaremos los presupuestos y límites de nuestro análisis, [B-2] expondremos como este hecho objetivo se convierte en un hecho objetivado, [B-3] describiremos el Contexto del hecho, así como su desarrollo dramático: trama, escenario, personajes, mensaje a transmitir, acto y terminación. También [B-4] intentaremos desarrollar el mensaje implícito de la representación, sus claves desde una óptica sacrificial, y las posibles consecuencias buscadas o no de este mensaje en los perceptores.

[C] Por último, en la tercera parte, a partir del hecho que estamos comentando, trataremos de [C-1] exponer las relaciones entre identidad posmoderna y accesibilidad total propiciada por los medios audiovisuales, y terminaremos [C-2] proponiendo cómo el objetivo de la utilización de los medios de comunicación puede ser reforzar la identidad en el propio grupo por medio de la creación de identidades antagónicas y contrarias a los propios intereses.

Al comienzo de cada uno de los tres apartados expondremos las preguntas que nos han servido como hilo para desarrollar la reflexión.

Terminaremos con 10 conclusiones, las cuales pueden ser leídas si se desea al principio puesto que pretenden ser síntesis de toda nuestra reflexión.

[A] OBJETIVIDAD – OBJETIVACIÓN: POSIBILIDADES DE SER OBJETIVO.

[A-1]   OBJETIVIDAD Y OBJETIVACIÓN.

[A-2]    LA IMPORTANCIA DE LA MEDIACIÓN EN EL CONOCIMIENTO “OBJETIVO” DEL OBJETO.

[A-3] CONCLUSIONES: OBJETIVIDAD, OBJETIVACIÓN, Y MEDIADORES.

 [B] UN EJEMPLO DEL PAPEL MEDIADOR – CREADOR DE REALIDADES -  OBJETIVADOR DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: LA DECAPITACIÓN “TELEVISADA” DE REHENES EN IRAK.

[B-1] PRESUPUESTOS Y LÍMITES DEL ANÁLISIS.

[B-2] INTRODUCCIÓN: DE “HECHO OBJETIVO” A “HECHO OBJETIVADO”.

[B-3] TRAMA Y DESARROLLO DRAMÁTICO:

[B-4] EL MENSAJE Y SUS CLAVES.

 [C] EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA LÓGICA SACRIFICIAL.

[C-1] ACCESIBILIDAD, LIBERTAD, INDIVIDUALISMO  E IDENTIDAD. EL EFECTO COMBINADO OBJETIVADOR DE LA PALABRA, LA IMAGEN Y EL SONIDO.

[C-2] IDENTIDAD, FRUTO DEL GRUPO Y DEL MEDIO.

CONCLUSIONES:

BIBLIOGRAFÍA

NOTAS - Definiciones básicas utilizadas:


[A] OBJETIVIDAD – OBJETIVACIÓN: POSIBILIDADES DE SER OBJETIVO.

OBJETIVIDAD-OBJETIVACIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: ¿CÓMO PODEMOS TRASLADAR EL DEBATE SOBRE LA “OBJETIVIDAD-OBJETIVACIÓN DE LA CIENCIA” A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?; ¿EN QUÉ SENTIDO DICHOS MEDIOS PUEDEN SER HEREDEROS DEL IDEAL CLÁSICO DE OBJETIVIDAD O, POR EL CONTRARIO, ESTÁN ABOCADOS A UNA OBJETIVACIÓN QUE NO SERÍA SINO OTRA FORMA DE CONSTRUIR LA REALIDAD SOCIAL (INFORMATIVA)?.

LA OBJETIVIDAD EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: ¿QUÉ TIPO DE OBJETIVIDAD, EN CONSECUENCIA, PONEN EN FUNCIONAMIENTO LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?

LA POSIBILIDAD DE OBTENER “INFORMACIÓN OBJETIVA”: ¿EXISTE LA POSIBILIDAD DE “SALIRSE” DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD QUE CONSTRUYEN LOS MEDIA? .

Donde no hay posibilidad de nombrar y compartir significados mediante el Lenguaje, no hay posibilidad de diferenciar Verdad de Falsedad, puesto que ambas son categorías –de índole ético pero con consecuencias sociales e individuales--  producto del Lenguaje. Retomando esta aseveración de Hobbes, la verdad o falsedad de lo mostrado a través de las imágenes (y por tanto la posible objetividad de las mismas) nos lleva ineludiblemente a considerar los significados que con ellas se quieren expresar y si estos pueden considerarse objetivos o no.

 

[A-1]   OBJETIVIDAD Y OBJETIVACIÓN.

Definiríamos Objetividad como aquella cualidad que se supone de un objeto, hecho o fenómeno por la que éste es considerado por sus perceptores como no manipulado o no modificado ni por el emisor del mismo ni por el medio a través del cual ha llegado ni por los mismos receptores de la percepción. Objetividad sería, por tanto, la cualidad de un objeto por la que éste se presenta en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir, por lo que existe realmente fuera del sujeto que lo conoce.

Definiríamos Objetivación como la acción de objetivar, esto es, la acción de dar carácter objetivo a una idea o sentimiento. Como acción que es, lógicamente, es patrimonio humano, individual y/o grupal.

Por tanto, mientras la Objetividad sería una cualidad del objeto en si mismo (que justamente se define por no necesitar de un sujeto o mediador externo que decida cual es la esencia del objeto), la Objetivación como toda acción humana , mediada o no, supone una manipulación sobre el hecho, objeto, fenómeno para darle la apariencia de objetivo, manipulación realizada por un sujeto o grupo con una intención.

Fijémonos como la Objetividad, a pesar de ser una cualidad del objeto en sí mismo, es sancionada o considerada por el sujeto como cualidad intrínseca del objeto; mientras, la objetivación es ya responsabilidad del que objetiva.

Si los empiristas y la Filosofía de la Ciencia tradicional aceptaron que todo objeto por el hecho de serlo era ya objetivo (o sea, no manipulable), cuando se empieza a considerar que todo objeto es o puede ser percibido se acepta que junto al objeto se ha de tener en cuenta al perceptor del mismo, y que por tanto, éste útimo puede objetivar al objeto.

Pero el perceptor no llega al conocimiento del objeto ni a su objetivación sin más: necesita una serie de mediaciones, mediadores, instrumentos … .

 

[A-2]    LA IMPORTANCIA DE LA MEDIACIÓN EN EL CONOCIMIENTO “OBJETIVO” DEL OBJETO.

Heisenberg y su famoso Principio de la Incertidumbre-Indeterminación es uno de los iniciadores de este camino hacia la puesta en cuestión de la posibilidad de llegar a conocer al objeto en sí, o sea, con objetividad: recordemos como en mecánica cuántica , el principio de indeterminación de Heisenberg afirma que no se puede determinar, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas, como son, por ejemplo, la posición y la cantidad de movimiento de un objeto dado. En palabras sencillas, cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su cantidad de movimiento lineal, con lo cual a la hora de conocer los objetos debemos de sacrificar la certeza por la probabilidad: en el caso de que exista la esencia del objeto, nosotros no la podemos determinar, sino simplemente intentar objetivarla. Tanto la no determinación de la posible objetividad como la posibilidad de objetivación derivarán de las mediaciones o intermediaciones que como personas tenemos.

 

MEDIACIONES INTRÍNSECAS A LA PERSONA: SESGOS Y LIMITANTES DE LA COGNICIÓN.

 

Estas mediaciones no son sólo los instrumentos que hemos creado para comprender y manipular el mundo (máquinas, tecnologías, sistemas e instituciones sociales, etc…), sino que antes de ellos tenemos que considerar a los sesgos perceptivos y cognitivos que nos son inherentes como seres humanos: más que centrarnos en detallar todos los sesgos cognitivos, nos gustaría exponer los limitantes de la cognición humana que Bandler y Grinder (1980) comentaron en un trabajo ya clásico en Psicología.

Como seres humanos, no actuamos directamente sobre el mundo sino que cada uno de nosotros crea una representación del mundo en el que vive, representación-mapa-modelo que utilizamos para generar y guiar nuestra conducta: en gran medida, nuestra representación del mundo determinará lo que será nuestra experiencia de él, el modo de percibirlo y las opciones (conductas) que estarán a nuestra disposición al vivir en él; ese mapa NO ES el territorio que representa, no es objetivo, pero si es correcto (o sea útil) debe tener una estructura semejante al territorio que representa. Si la Realidad únicamente nos es accesible mediante nuestros  procesos lógicos, ¿hay alguna posibilidad de considerar que el resultado perceptivo y cognitivo de esos procesos se acerca a una posible realidad objetiva?. Posibilidad de acercamiento la hay (para eso creamos instrumentos), más la posibilidad de que confirmemos cuanto nos hemos acercado a la esencia en sí de la cosa (objetividad) no la conocemos puesto que no conocemos si la cosa en sí existe (como indica Heisenberg). Esa posibilidad de acercamiento (y por tanto de poder compartir una misma “realidad”) paradójicamente la proporcionan los que Bandler y Grinder (1980) denominan Limitantes de la Cognición Humana y en concreto sobre todo los limitantes neuroperceptivos. Estos limitantes son: [A] Limitantes Neuroperceptivos, [B] Limitantes Sociolingüísticos, y en menor medida [C] Limitantes Individuales.

[A] Limitantes Neuroperceptivos en cuanto nuestros sentidos están conformados para ser receptivos a unos determinados umbrales físicos y no a otros, son capaces de percibir como experiencias distintas un mismo estímulo proyectado sobre órganos sensoriales diferentes, y nuestro cerebro sólo integra aquello que puede ser útil para la adaptación del sujeto al medio.

[B] Limitantes Sociolingüísticos, esto es, filtros a los que estamos sujetos como miembros de un Sistema Social: nuestro idioma, las convenciones o modalidades aceptadas de actuar de nuestro grupo, nuestra cultura con sus valores y criterios que permiten la integración de un elemento dentro del sistema o su rechazo. Aunque ha habido autores como Whorf y Sapir (y el precursor de todos ellos, Herder) para los cuales la organización del mundo reside en la estructura de la lengua materna, no podemos aceptar la hipótesis del Relativismo Psicolingüístico según la cual la estructura del objeto se derivaría de la estructura de la narración con que se define al objeto, puesto que por encima de la diversidad de estructuras lingüísticas estaría la unidad sensitiva de los órganos perceptivos de la especie humana (y ello sin entrar a considerar la existencia de una realidad en sí misma objetiva): esta unidad sensitiva perceptiva obligaría a que todas las versiones narrativas de un hecho realizadas mediante el lenguaje tuvieran que sujetarse a los límites que determina la estructura neuroperceptiva de los humanos. Lógicamente, si esta estructura neuroperceptiva fuera distinta (pensemos que es distinta la de los animales no humanos), podríamos pensar que no existe ninguna posibilidad de llegar a alcanzar la esencia de ningún objeto: PERO ESTA ES UNA HIPÓTESIS NO FALSABLE, o sea indemostrable, puesto que no podemos comparar al mismo nivel el conocimiento de seres no sólo creadores de instrumentos físicos sino también de instituciones sociales  con el conocimiento posible que de la realidad tengan los animales no racionales.

Por último, los limitantes individuales [C] o sea, la historia singular, personal y única de cada perceptor que impregna toda la experiencia que tiene de sí y de los objetos y sujetos que percibe.

Estos tres limitantes determinarían tanto la no correspondencia entre Mundo y Representación, como el hecho de que la única forma de conocer al Mundo sea mediante sus Representaciones (mediadas por lo neuroperceptivo, lo sociolingüístico y lo individual). De todos ellos, los permiten poder hablar de existencia de alcanzar cierta objetividad serían los mediadores o limitantes cognitivos aquellos que nos permiten acercarnos lo máximo posible a la posible o supuesta Objetividad, puesto que son un medio NO CREADO por los sujetos para buscar la objetividad. Si lo objetivo existe, la forma más pura de llegar al mismo sería por medio de nuestros sentidos los cuales –a pesar de que puedan estar contaminadas sus percepciones de la influencia sociolingüística y de las historias individuales— al menos en el hecho mismo de sentir permiten conocer las propiedades físicas del objeto en sí. Abundando en este argumento sensitivo, la unidad de los limitantes neuroperceptivos es la que permitiría al sujeto humano llegar a acercarse al máximo nivel de objetividad de los objetos sin verse traicionada esta objetividad por la objetivación que de los objetos hacen los instrumentos artificiales.

 

MEDIACIONES EXTRÍNSECAS: MEDIADORES CREADOS – TECNOLOGÍAS E INSTRUMENTOS.

 

Una segunda variedad de mediadores que intervienen en  la percepción del objeto, y en el intento de buscar su objetividad, son los instrumentos, sociales o físicos (máquinas, tecnologías) entre los cuales nos centraremos en los medios de comunicación y especialmente en los audiovisuales. Lo que a continuación vamos a desarrollar creemos que puede ser aplicado a cualquier instrumento o medio artificial, no sólo a los comunicacionales.

Un instrumento es una creación humana con una finalidad práctica para aquel que lo utiliza; es aquello de lo que nos servimos para hacer algo; con lo que un medio de comunicación (la televisión, Internet, la fotografía …) es un Instrumento construido con la finalidad de hacer accesible al receptor una información proporcionada por un emisor. Sin embargo, la neutralidad de esta definición que acabamos de hacer no tiene en cuenta que la finalidad de los medios de comunicación es doble, a veces antagónica y muchas veces entremezclada: los medios de comunicación se comportan al mismo tiempo como [1] intermediarios pasivos o vehículos de transmisión de un mensaje de un emisor/es a un receptor/es: intermedio entre el hecho o fenómeno que pasa/está pasando a un emisor y el receptor, y cómo [2] creadores activos de un mensaje más o menos controlable por el emisor/es, creación que al partir de una base sensible(y también del feedback recibido de parte del espectador) supone una reformulación de la misma.

Al crear realidades, los medios de comunicación OBJETIVAN, esto es, buscan que la realidad que están transmitiendo tenga apariencia de realidad, parezca que el objeto transmitido es el objeto en sí mismo; ¿por qué este ansia de objetivación de los medios de comunicación? Porque la justificación de su valor reside en que se cree que son capaces de hacer visible lo invisible, o sea, de hacer presente y real, aquí y ahora, el mismo hecho que se narra. Estas creencias son las que Gerárd Imbert denomina mitos: el de la transparencia, el de la cercanía, el de la abolición de las distancias, el de la posibilidad de la intimidad; todos estos mitos de los medios audiovisuales se refieren a su pretendida capacidad de poder acercarnos por medio de ellos, más que con otros instrumentos, a la esencia del objeto, o sea al objeto en sí, a la objetividad.  ¿Por qué esta creencia en la “objetividad” de estos medios? Porqué son medios que POTENCIAN las posibilidades de conocimiento de nuestros órganos sensoriales, y las cualidades de los sentidos: la visión, la audición, el tacto, el olfato y el gusto se supone que son mejores cuanto más intensos y exagerados se perciben sus efectos; así, si lo que caracteriza a la visión es la discriminación de las formas y movimientos, el sujeto creerá que su visión es más objetiva y se acerca a la esencia del objeto cuanto más sea capaz de discriminar formas y movimientos (y sus corolarios de las distancias y velocidades); si la imagen en movimiento y con profundidad proporcionada por la televisión o Internet, o la imagen detenida pero nítida de una fotografía, están por encima de las prestaciones que obtenemos por parte de los sentidos, un sencillo sesgo cognitivo aparece:

“Si conozco por los sentidos, cuanto más intensos son esos sentidos más intenso y profundo será mi conocimiento. Como los medios de comunicación-información lo que hacen es hacer más intenso el poder sensitivo, entonces los medios de comunicación me permiten conocer mejor, acercarme más al objeto en sí. O sea, los medios de comunicación ayudan a ser más objetivos que los sentidos porque nos permiten profundizar más en los objetos percibidos “ .

 

Este sesgo aparece referido a todo medio de comunicación, pero más aún en aquellos basados en la visual y lo auditivo, puesto que al contrario de las limitaciones de los otros sentidos (el tacto, el olfato, el gusto necesitan que el objeto a percibir esté en contacto con el órgano), la audición y la visión tienen la aureola de ser sentidos que permiten conocer más puesto que son capaces de interpretar las profundidades de las distancias y los movimientos de los objetos a percibir, no necesitando estar en contacto con el objeto para “conocerlo”. Por ello, si la vista y el oído están supervalorados en una sociedad sedienta de conocimiento, sedienta de llegar a aprehender la esencia de los objetos para así poder apropiárselos mejor y transferir a si sus propiedades (pensamiento mágico), si existe esa hipervaloración de estos dos sentidos, cualquier medio o instrumento que potencie aún más esta pretendida capacidad de discernimiento será santificado.

 

[A-3] CONCLUSIONES: OBJETIVIDAD, OBJETIVACIÓN, Y MEDIADORES.

 

3 grupos de preguntas hicimos al comenzar esta parte. En este apartado [A-3] respondemos a ellas..

 

Los medios de comunicación están abocados a tener como utilidad la de perpetuar el sesgo (o deseo) humano de llegar al total conocimiento del objeto en sí. Los medios de comunicación objetivan porque mediante ellos los sujetos pretenden ir más allá de la “objetividad” que les proporcionan sus órganos sensoriales.  La única objetividad que son capaces de construir los medios de comunicación es una objetividad objetivada, o diciéndolo con menos juegos de palabras, la consecuencia de una acción consciente de conseguir MÁS “objetividad” . De este modo, la única posibilidad de “salirse” de la construcción de realidad que construyen los Media es, paradójicamente, fiarse de las posibilidades y limitaciones de nuestros organos sensoriales que, aun siendo mediadores, al compartirlos con toda la especie nos permiten alcanzar una objetividad mínima pero suficientemente adaptativa.


[B] UN EJEMPLO DEL PAPEL MEDIADOR – CREADOR DE REALIDADES -  OBJETIVADOR DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: LA DECAPITACIÓN “TELEVISADA” DE REHENES EN IRAK.

 

[B-1] PRESUPUESTOS Y LÍMITES DEL ANÁLISIS.

Vamos a analizar este hecho de modo dramatúrgico, y –naturalmente— con todo el respeto que nos merecen las víctimas.

Antes de empezar es preciso dejar claros los presupuestos de los que partimos y los límites del análisis:

Metodología que no puede ser “científica”: Si el objetivo de estas páginas es realizar un análisis y contestar a unas preguntas, tendríamos que  adoptar un método científico, que como indicaba Russell (en A.Escohotado, 1988, p.449), tiene que basarse en [1] observar los hechos significativos; [2] presentar hipótesis o posibles explicaciones falsables de lo analizado, y [3] deducir de estas hipótesis consecuencias que puedan ser puestas a prueba por la observación.  Justamente, las consecuencias o conclusiones de este enfoque sabemos que no pueden ser puestas a prueba por la observación, puesto que faltaría la posible parte empírica, la traducción de las hipótesis a una metodología experimental que nos proporcionase datos cuantitativos cuya interpretación no dejase lugar a dudas. Por eso, nos conformamos con intentar observar y presentar hipótesis, sabiendo que la aceptación provisional de la hipótesis no está basada en datos cuantitativos sino sólo en un análisis subjetivo del que escribe.

Interpretación religiosa: Reconocemos que a la hora de interpretar el hecho vamos a seguir la afirmación de Durkheim acerca de que los sistemas de representación que el hombre se ha hecho del mundo y de si mismo son de origen religioso. Religioso en el sentido de que para representar este mundo es necesario acudir a categorías que lo trasciendan, y que al trascenderlo abstraigan las relaciones esenciales para explicar la vida humana: esto supone considerar que son las relaciones sociales las que al trascenderse se convierten en justificaciones religiosas, las cuales podrán luego ser utilizadas como reglas de pensamiento para manipular la realidad. Esta afirmación creemos que la podría aceptar tanto el Freud de “Totem y Tabú”, como la explicación materialista de Gustavo Bueno (1996) en “El Animal Divino” sobre los orígenes de la Religión vinculada a la relación entre el hombre y sus epígonos animales.

Afirmación de Hecho Objetivo: Reconocemos igualmente que no podemos partir de un relativismo posmoderno psicolingüístico para el que lo real sólo es en cuanto es nombrado, puesto que con independencia de que pueda nombrarse y sea realizado el hecho para influir en los receptores del mensaje, existe en este caso un hecho en sí como es la desaparición irreversible de una/s vida/s humana/s (al menos en la realidad para la que nuestros sentidos son sensibles). Por ello, existe la objetividad de estas muertes, aún cuando puedan luego intentar ser objetivadas [=justificadas, re-creada su esencia] tanto por los que matan como por los que observan.

Aceptación de imposibilidad de ser objetivos ante hechos con implicaciones psico-sociales: Por último, naturalmente no podemos ser objetivos al tratar estos hechos (y no sólo par la repulsión moral que tenemos ante los mismos), sino porque, aun cuando la valoración (descripción y explicación) de los mismos pudiera ser objetiva (o sea, acertar en su esencia), la elección del tema es completamente subjetiva. Es la apreciación que Weber indicaba al afirmar la dificultad de alcanzar la Objetividad en las Ciencia Sociales respecto a las Ciencias Naturales: mientras en las Cc.Naturales está limitada la elección de lo que se va a analizar a aquello que existe sin necesidad del sujeto (aunque esta afirmación puede perfectamente negarse gracias al Principio de Incertidumbre de Heisenberg), en las Cc.Sociales la elección está determinada porque quien elige y lo que se elige para analizar coinciden, aunque sólo sea porque se elige aquello con lo que se siente cierta afinidad.


[B-2] INTRODUCCIÓN: DE “HECHO OBJETIVO” A “HECHO OBJETIVADO”.

Una persona muere, es asesinada, degollada. La “simpleza” (en cuanto cotidiana que es la muerte y la violencia) del hecho lo hace profundamente objetivo: es objetiva la desaparición irreversible de una vida humana: la esencia del objeto “vida” queda al descubierto: la vida como un camino hacia la muerte. Y sin embargo, los terroristas asesinos pretenden crear a partir de este “objeto objetivo” una nueva realidad que sirva a sus intereses: para ello, utilizan las posibilidades de los medios de comunicación para objetivar el asesinato, para darle una nueva esencia, una justificación que les permita justificarse. Como veremos, la muerte de esta persona se objetiva como sacrificio, sacrificio que une a los verdugos y su comunidad de creyentes, sacrificio que universaliza el terror con fines propagandísticos y estratégicos en su guerra contra “Occidente”. Y esta objetivación se realiza mediante unos medios audiovisuales con los se transmite y comunica (se hace accesible) tanto el hecho objetivo como –lo único importante para los terroristas— el hecho objetivado; esos medios son: (1) Televisión; (2) Internet; (3) Fotografía.

Pasaremos a continuación a exponer CÓMO SE OBJETIVA el hecho objetivo de la desaparición física de una persona. El hilo de nuestra interpretación se sintetiza en que la Objetivación que del hecho pretenden hacer los asesinos se realiza con el Objetivo de toda perspectiva terrorista, o sea, la utilización del terror como medio para la obtención de metas y fines políticos (Seoane, J. y Rodríguez,A., 1988, p. 205).

[B-3] TRAMA Y DESARROLLO DRAMÁTICO:

 

TRAMA Y DRAMA

 

LA TRAMA: La trama de lo escenificado es simple: es la trama de cualquier TRAGEDIA: la pugna entre la Libertad y la Necesidad, entre lo Indeterminado y lo Determinado, y todo ello dentro de la Lógica que el Sacrificio da a la Tragedia: la lucha entre lo que supone la libertad humana y lo que expresa de Orden lo determinado termina por la necesaria derrota [muerte] de la Libertad para que se recomponga la estructura y el orden puestos en cuestión. Esta es la lógica de toda tragedia: desde Edipo hasta Hamlet, y porqué no decirlo, también de la segunda parte de El Quijote.

PRESENTACIÓN DEL DRAMA TRÁGICO: Los secuestradores utilizan hábilmente la creación de un contexto, de un relato dramático que permita ser utilizado como introducción, como presentación de todos los intervinientes en el drama trágico que se va a representar, y del porqué de la representación.  Antes de la ejecución, se introduce el DRAMA: se presenta al rehén o rehenes apilados, en cuclillas, arrodillados, con las manos atadas y en ocasiones los ojos vendados; una voz en off expone las peticiones (imposibles de cumplir) de los secuestradores y la amenaza del asesinato de los secuestrados si éstas no son atendidas; la lógica de este discurso y de toda la representación es la del SACRIFICIO, como más adelante detallaremos. Desde el principio, la unión de la voz en off con las imágenes de los secuestrados pretende acentuar el efecto trágico de la representación: al mismo tiempo que nosotros como espectadores escuchamos la sentencia, también la están escuchando los capturados. Se pretende, de este modo, provocar un mecanismo de proyección (de identificación) entre los espectadores y los secuestrados: yo, como cualquier occidental o simplemente persona que no soy uno de los secuestradores, podría ser uno de los secuestrados y escuchar mi propia sentencia de muerte. El Terror utiliza esta estratagema o táctica para reforzar su única estrategia: generalizar en la percepción de los espectadores la incomprensibilidad del Horror como posibilidad cierta para todos. Pero esta estrategia no es un fin en si misma: está subordinada a una Construcción de la Realidad  basada en la imposición a los perceptores de una lógica sacrificial.

 

DESARROLLO DRÁMATICO:

 

INTRODUCCIÓN: Todas las decapitaciones siguen el mismo esquema: tras una imagen con un título en árabe, se presenta inmediatamente un escenario (un fondo sin relevancia), unos actores o personajes, la justificación del acto que se va a cometer, el acto y su terminación.

ESCENARIO Y FONDO DE ESCENARIO: El escenario está cuidadosamente preparado para acentuar: (1) la formalidad del hecho (no es un simple asesinato de un inocente; es, para los asesinos, la representación de un acto expiatorio que pretende restituir simbólicamente el orden perdido) ; y (2) el componente trágico visual: el “cordero” que va a ser degollado como sujeto de sacrificio en medio de los asesinos, en rodillas delante de ellos para acentuar la superioridad de los últimos y la subordinación del rehén a los dictados de sus secuestradores (y al Orden Trascendente que éstos últimos dicen representar). Las características propias del escenario televisivo las abordaremos más adelante.

Un fondo neutro enmarcado que resalta la tragedia: la utilización de fondos blancos y azulados suaves pretende hacer dirigir la mirada obligatoriamente a los intervinientes en el acto. El escenario formalmente pobre acentua la relevancia del hecho que se va a contemplar. El fondo no puede hacer ningún tipo de competencia a los personajes puesto que se busca hacer lo más visible posible la esencia de lo representado: unos sacerdotes, una víctima propiciatoria, una justificación en forma de lectura de una sentencia de muerte, y un acto rápido de degollamiento, que acaba con la presentación ante los telespectadores [y suponemos que ante la comunidad de creyentes y “su” Dios] de la certificación de la realización del sacrificio: la cabeza sobre la espalda del degollado. Sin víctima no hay sacrificio.

PERSONAJES: Los terroristas, conscientes de su rol, de su papel de actores en una representación trágica que pretende simbolizar la “Verdad” o guía de sus vidas, se enfrentan a la cámara y a los que saben serán los espectadores del sacrificio como sacerdotes de un culto sanguinario. Se presentan ordenados, en fila, como co-oferenciantes de una ceremonia; en medio, el que ha sido por ellos investido de sumo sacerdote, el que les representa y se representa como medio de la Ira Divina frente al pecado y pecador; por debajo del sumo sacerdote, arrodillado, con los ojos vendados, atadas sus manos por la espalda, la victima; no importa que la víctima sepa lo que le va a suceder (si no entiende el discurso en árabe de sus verdugos, mejor para la representación, puesto que más queda de manifiesto su indefensión y la debilidad que debe tener toda víctima). Es natural que exista un proceso de despersonalización de la victima, puesto que el sacrificado se define ante sus verdugos no por ser una persona como ellos sino por ser el representante de la categoría social de “los otros”, otro objetivado y personificado que debe ser sacrificado para permitir la homogeneidad de nuestro grupo y su perpetuación. Si los verdugos aceptasen que el sacrificado es persona y no representante de una categoría social antagónica a la suya, entonces se convertiría esta muerte en sus conciencias en un simple asesinato que pervierte el orden natural basado en el Culto a la Vida; por eso, los verdugos deben despersonalizar: para no sentir que ellos no son más que asesinos que, paradójicamente, van en contra del Orden que pretenden mantener.

DISCURSO JUSTIFICATIVO: El sumo sacerdote lee su sermón, la justificación del acto que van a cometer y la inserción del mismo no como un hecho aislado (que como hecho aislado sería por todos considerado un mero asesinato) sino como un hecho inscrito en la dinámica determinista de la Salvación y Redención de la comunidad de creyentes. El discurso pretende, al mismo tiempo, tanto (1) reafirmar ante aquellos más o menos ideologizados de su comunidad de creyentes la justificación del acto, como (2) informar a los “enemigos” (los “occidentales”, los que son comunidad de creyentes no en una Autoridad Trascendente sino en la Libertad e Indeterminación) la voluntad decidida de los verdugos de continuar su lucha contra ellos, contra Satán.

ACTO: El degollamiento supongo que es rápido y brutal (nunca he visto uno), y tiene que serlo así, puesto que el ensañamiento, paradójicamente, convertiría al sacrificado en persona: el dolor, la queja continuada al morir puede cortar la dinámica de insensibilidad de todo este rito, al ser un trozo de realidad que se cuela en toda la representación. Además, en la representación, el acto de morir no tiene entidad en si misma más que en cuanto permite aplacar la ira del “padre”, orden, estructura, autoridad, … puesto en entredicho, por lo que para los verdugos debe estar inserto el acto de matar en toda la dinámica de la representación: si tuviera entidad por sí misma la muerte de la persona sacrificada entonces, repetimos, la sacralidad de este asesinato quedaría totalmente en entredicho.

DESENLACE Y TERMINACIÓN DE LA REPRESENTACIÓN: La representación de esa muerte acaba porque el sacrificio ha terminado, se ha producido la muerte del secuentrado. Ahora bien, ¿acaba la representación?. Todo director de una obra, de una tragedia, la crea para que su mensaje llegue a cuantos más destinatarios mejor, para que tenga influencia en la vida de los espectadores, para que sea incluso alabada como representación, puesto que si cualquier obra pretende perpetuarse, sólo puede hacerlo en cuanto es contemplada. Por desgracia, los asesinos sacerdotes de este macabro ritual SIEMPRE HAN NECESITADO AUDIENCIA, porque aunque en teoría la representación persigue reestablecer el Equilibrio u Orden perdido (con lo que la única audiencia necesaria sería la de la Ira Divina que se ve aplacada), en la práctica dicha restitución del orden necesita de acciones políticas que sólo pueden ser realizadas por personas, por los espectadores. Así, es necesario que existan feligreses, receptores del mensaje, sean o no creyentes puesto que, como hemos indicado anteriormente, la finalidad de toda representación es [RE]AFIRMAR la Objetividad de una Realidad Construida ante espectadores más o menos propensos a aceptarlo;  o sea, hacer parecer como objetividad legítima la que no es más que objetivada.

Por eso, la representación es difundida a través de los medios de comunicación de masas: para que llegue a todos los perceptores posibles.

 

[B-4] EL MENSAJE Y SUS CLAVES.

 

OBJETIVOS DEL MENSAJE Y DE SU DISTRIBUCIÓN MASIVA: “MI PARADIGMA NECESITA DEL CONFLICTO CON EL VUESTRO”.

 

Como hemos acabado de decir, los secuestradores utilizan las posibilidades de las tecnologías audiovisuales de la información y comunicación con el objetivo de REAFIRMAR con ellas la Objetividad de su Realidad Construida (sus premisas ideológicas) ante aquellos que comparten o pueden compartir estas mismas premisas (los habitantes de su país, los creyentes musulmanes) con el fin de captarlos, y ante aquellos que no las comparten (los “occidentales”, enemigos).

Permítasenos pedir prestada la noción de inconmensurabilidad entre paradigmas de Kuhn (1971). Podemos considerar que “la objetividad de su realidad construida” basada en la lógica del sacrificio, no tiene a propósito ningún punto de conexión con el paradigma cultural en el que se basa la cultura de raíz “occidental”: la relevancia del individuo, de sus deseos, capacidades de manipulación y formas de percibir la realidad. En el paradigma  cultural islámico radical, el núcleo dogmático sobre el que gira toda su construcción de la realidad sería la Determinación trascendente que inspira el Orden social, con lo que todo conflicto no es más que una rebelión del individuo (al que hay que castigar) frente a ese orden dotado de un valor supremo positivo. ¿Cómo conciliar este paradigma con el occidental?. Quizás podríamos pensar que la inflexibilidad de estos enunciados está realizada a propósito para impedir dicho acercamiento, para impedir que existan espacios comunes de interpretación, puesto que el meta-paradigma que está implícito en todo paradigma dogmático es que “no existen espacios comunes entre vosotros y nosotros: Mi Orden supone el conflicto con vuestro Orden”. Podríamos pensar que son los dogmáticos los que más han considerado las implicaciones socio-culturales de la “Teoría de las Revoluciones Científicas” a la hora de encontrar justificación a su apuesta por un “Choque de Civilizaciones” (=macro-paradigmas socio-culturales).

Si seguimos aplicando a lo psico-social conceptos prestados de la Filosofía crítica de la Ciencia, en este caso de Imre Lakatos y su “cinturón de hipótesis auxiliares”, entonces quedaría más de manifiesto que el núcleo dogmático del paradigma hiperdeterminista –al ser indemostrable puesto que está basado en premisas religiosas--  no puede ser confrontado con ningún paradigma basado en la consideración provisional de toda hipótesis en cuanto toda hipótesis depende tanto de los hechos que la apoyan como del sujeto y grupo que la definen: por eso, cuanto más irrefutable es el paradigma determinista, más fuerte se auto-considera en su lucha contra el paradigma indeterminista e individualista “occidental”; en este caso, funcionaría como hipótesis auxiliar sobre la “maldad” de los “occidentales” el hecho de que su intervención ha destruido el Orden despótico del país invadido; da lo mismo que ese orden fuese muy negativo a ojos occidentales, pues la cuestión es que era un orden que apoyaba la creencia determinista en que todo lo que pasa tiene sentido no tanto para el individuo pero si para la Autoridad Trascendente, puesto que es ella la que ha determinado que pase lo que pasa.

Por eso, la reafirmación de esta realidad que se quiere imponer se realiza utilizando las posibilidades que permite la utilización de  recursos dramáticos con soporte visual, auditivo, escrito y la síntesis de ello que es la escenografía. Y todo ello, porque lo que ocurre, ocurre para que sea visto, y esa es su finalidad.

 

PERCEPTORES Y MENSAJE:

 

Los receptores de este mensaje son de dos tipos:

Sujetos y grupos socializados en la lógica del sacrificio y que comparten sus premisas ideológicas de subordinación a la Autoridades Trascendentes Deterministas.

Sujetos y grupos no socializados en este lógica (o que abominan de ella), y cuyo sistema ideológico de creencias, comportamientos y valores atiende más a las posibilidades de la Indeterminación y la Libertad creadora individual.

¿Cuál es la intención de la escenificación, el mensaje que se quiere transmitir a los perceptores?. El mensaje es el mismo para ambos tipos de receptores: que acepten que lo dramatizado es REAL, que la tragedia de ese hombre o mujer sacrificado es la tragedia de los espectadores, la tragedia de la vida de toda persona que debe subordinarse a un Orden que no se puede intentar trastocar sin esperar que haya consecuencias. Esto es, que acepten que lo importante no es el hecho objetivo de la muerte de la víctima propiciatoria, sino el hecho objetivado del sacrificio que ha sido necesario hacer para restituir un Orden subvertido. Sin embargo, este objetivo de los terroristas tiene diversos matices según el público destinatario:

Ante los primeros (musulmanes más ideologizados o radicales, musulmanes más contemporizadores o liberales), la escenificación pretende hacerles recordar la esencia circular en que se basa su religión (sus creencias sobre una existencia religada a algo superior): orden àpecado y pecadores à conflicto à expiación sacrificial y vuelta al orden. Este recuerdo se convierte, para los más radicales, en una reafirmación de su deber, de su camino y llamada. Este recuerdo es, para los menos ideologízados, una atención para que no pierdan su vinculación a las creencias que hasta ahora han permitido la cohesión del grupo, so pena de pasar a ser considerados enemigos del grupo, herejes, y por tanto, por ser antagónicos al grupo, posible objeto de sacrificio (fijémonos como la lógica del sacrificio es muy simple: no existe síntesis entre tesis y antítesis, puesto que no hay puntos posibles de conexión entre el fuego y el agua; por ello, la antítesis que ha puesto en entredicho a la tesis sólo puede ser destruida, no integrada: sólo la desaparición de la amenaza, de lo sentido como negativo, permite que siga brillando lo sentido como positivo).

Ante los sujetos no ideologizados en la lógica del sacrificio, o que han perdido esa lógica como fundamento de su existencia vital (llamémoslos “occidentales”), toda la escenificación pretende que sus resistencias a la Brutalidad de la Determinación decaigan, que se vea  herida, atacada y destruida la lógica racionalista y empirista en que han sido socializados y se basa sus sistemas de comprensión del mundo. Si la creencia de los occidentales en el poder del diálogo, de la razón, de la alianza entre civilizaciones, … es atacada por la brutalidad de un sacrificio ancestral, entonces los terroristas habrán conseguido sus objetivos: primero, que los “occidentales” tengan que aceptar que ante la brutalidad del sacrificio no caben armas ni resistencias racionales; segundo, que los “occidentales” se vean impulsados a anteponer sus sentimientos de compasión y repliegue (abandono de Irak) a los de imposición de la democracia y la indeterminación que en las vidas permite la libertad; tercero, que los “occidentales”  al sentirse morbosamente atraídos y repelidos por las ejecuciones, reafirmen indirectamente  la lógica sacrificial de los terroristas, y por tanto, indirectamente justifiquen el sistema dogmático y paranoico de los asesinos.

Fijémonos como tanto en un caso como en otro, la incidencia del mensaje (y del hecho objetivo del asesinato en directo) tiene implicaciones a la hora de conformar grupo. Así, tres son los criterios psicosociales que favorecen la existencia y mantenimiento de un grupo: [1] la conciencia de formar parte de un grupo; [2] el ser vistos o considerados por los otros como grupo; [3] la existencia de comunicación interna significativa dentro del endogrupo. Los islamistas terroristas se consideran grupo en cuanto tienen conciencia de formar parte de los llamados a combatir al infiel; son considerados por los laicistas (sean de la religión que sean) como pertenecientes al grupo de los radicales dogmáticos; y se establece una comunicación entre los dogmáticos mediante el visionado y compra de los videos de decapitaciones que reafirma al mismo tiempo la conciencia de formar parte del grupo predestinado. Los laicos no dogmáticos, sean de la religión que sean, tienen conciencia de formar parte del grupo que considera repulsiva la utilización de la muerte como instrumento con valor político, pues su principal valor es el de la vida humana individual; gracias a esta oposición, son considerados por los radicales dogmáticos como población a partir de la cual poder extraer la muestra de próximos sacrificados; y la repulsión ante estas decapitaciones alienta el deseo de los laicos de una y otra parte de aliarse para luchar contra esta práctica. En nuestra opinión, este poder dicotomizador de creación de grupos antagónicos es bien conocido por los radicales: justamente porque con sus actos buscan ante todo reforzar la cohesión de su grupo, aunque ésta esté basada en la repulsión y el rechazo de los laicistas y en el consiguiente refuerzo del partido de los pacíficos.

El mensaje es el Sacrificio como exponente máximo del Drama Trágico que la vida tiene para los deterministas. Vamos a desarrollar a continuación más detenidamente las claves de la representación sacrificial.

 

CLAVES DE LA REPRESENTACIÓN: LA LÓGICA DEL SACRIFICIO:

 

Las claves de esta representación pueden ser las cinco siguientes: 

CLAVE 1: EL ORDEN: Existe un Orden determinista impuesto por la Providencia puesto que ella misma es el Orden; un orden cuya justificación “racional” u objetiva estaría desarrollado a lo largo de una Historia con Destino.

¿Cómo se expresaría dicho Orden?. En la la percepción de que la Historia tiene una finalidad determinada, cual es la sujeción de la voluntad de los hombres a la voluntad de una Tradición, una Autoridad ancestral , inmanente, trascendente de naturaleza divina que ha determinado la inviolabilidad y eternidad de una serie de reglas.

¿Cuáles son esas reglas? Más que reglas son un sistema de reglas que forman una red entretejida la cual conforma las bases sobre las que se constituye una sociedad: dos son las bases más importantes que encontramos:  (1) Subordinación a la Autoridad Trascendente, cuya expresión mundana sería la afirmación de la autoridad del más fuerte, y (2) Aceptación y Respeto a la Tierra y sus frutos (en cuanto propiedad divina cuyo usufructo ha sido otorgado por éste a sus creyentes): al hablar de frutos de la Tierra no nos estamos refiriendo únicamente a aquellos más físicos, visibles y “viscosos”, sino también a frutos simbólicos de la tierra como los hijos (los cuales a su vez deben insertarse en esta red de subordinaciones y determinaciones para seguir manteniendo la sociedad), o cualquier creación humana: desde la tecnología más simple a aquella que se atreve a modificar el genoma humano, toda tecnología se concibe más como instrumento de los designios del Destino que de la emancipación del hombre.

CLAVE 2: EL PECADO: Existe un “pecado original”, un defecto de origen, un hecho que mancha y distorsiona el Orden determinista impuesto por la Providencia, el orden que hasta ahora servía como guía para acercarse a la promesa de Salvación – Redención.

Ese Pecado se manifiesta en el conflicto entre el Orden impuesto y determinado por la Autoridad Trascendente (y sus enviados en la Tierra), y el deseo humano de indeterminación, esto es, el deseo de libertad, de utilización libre de los “frutos de la tierra”, vendiéndolos, manipulándolos, re-creándolos de la manera que mejor convenga a los intereses de las personas. Es un conflicto entre la Determinación y la Indeterminación, y el Pecado es haber aceptado la Indeterminación, o al menos, no haberla desechado por completo.

Los frutos de esa indeterminación tienen muchas caras: desde la manipulación genética (y de apariencia) de todo ser viviente; a la explotación de los recursos naturales; a la creación de nuevos artefactos comunicativos que permiten la libre distribución de opiniones, creencias, y deseos por todo el mundo; o a la puesta en entredicho de toda autoridad que no se base en evidencias objetivas, que no pueda ser falsable. Frente a los frutos de la indeterminación, el pensamiento de la persona determinista sólo tiene dos opciones: aceptarlos o negarlos; si los acepta, el Orden en que se había basado hasta ahora su pensamiento dogmático queda herido de muerte, con lo que tiene que verse obligado a modificar su escala de valores, sus guías vitales y afirmar el Relativismo, que no es otra cosa que la primacía de lo inderterminado sobre lo determinado; si los niega, el propio Orden interiorizado (objetivado) le empuja a luchar como soldado para vencer al indeterminismo y preservar las estructuras sociales en que éste se basa.

CLAVE 3: LOS PECADORES: Si existe pecado, deben existir pecadores donde se personifique, se haga carne ese pecado para que pueda ser visto y combatido.

¿Quiénes son esos pecadores?. Existe un “pecador simbólico” ejemplificado para los guardianes del orden establecido (=terroristas islamistas) en lo que ellos denominan la “Sociedad Occidental” (decadente, consumista, “sin Dios”, …) , cuyo máximo representante es el “Gran Satán de América”, los cuales a su vez están dirigidos por el poder en la sombra que desde tiempos inmemoriales ha dirigido a éste: los judíos (la inquietud de todo poder establecido frente a esta etnia proviene del hecho de que durante siglos han sido un pueblo libre, o sea, condenados a desear un lugar propio; cuando obtuvieron el derecho a ocupar el actual Israel, la inquietud ante este pueblo se transformo en temor político al que ocupa una tierra, perdiendo esta cualidad ancestral de provocar temor mediante la indeterminación).

Continuando con esta genealogía de pecadores, vemos como el simbolismo del pecado personificado se expresa en varios niveles: un nivel más abstracto o societal, uno geográfico-político (U.S.A.), y un tercero más personal pero no completamente personal, puesto que no puede escapar de la utilización de una categoría social como es la de un grupo étnico-religioso (si aceptarán los deterministas que ante todo no hay grupos sino personas, estarían aceptando que la indeterminación individual prima sobre la determinación de grupo, con lo que toda su lógica se autodestruiría).

Existen más pecadores: [A] los herejes, los que del propio grupo han aceptado los cantos de sirena de la “libertad” occidental, aquellos que se han pasado al enemigo, a Satán, y ya no forman parte del grupo (aunque sólo sea porque están en una cola para conseguir el trabajo de policías), por lo que pueden y deben ser masacrados para que su mal ejemplo no contamine al resto del grupo; [B] los enviados del Diablo, aquellos “occidentales”, militares o no, que con su presencia entre nosotros han roto el Orden, han osado “mancillar nuestra Tierra” y están usurpando los frutos de la misma que la Autoridad Trascendente nos obsequió en propiedad. Unos “occidentales” que no tienen porqué ser originarios de los países de la coalición invasora, puesto que esta categoría social incluye también a todos aquellos que han venido acompañando a éstos para realizar tareas subalternas, tareas que para los que se sienten mancillados no son subalternas sino que complementan la labor de desmantelamiento del Orden preexistente (camioneros turcos que distribuyen suministros, filipinos que ayudan a reparar los oleoductos destruidos, etc… ) y por eso son también enemigos. Existe una tercera categoría de pecadores,  la más peligrosa para los mantenedores del Orden: [C] los asimilados, aquellos “occidentales” que han renegado de su condición occidental y se han integrado en nuestro Orden, incluso han trabajado por nuestra Tierra y se han opuesto a la ocupación: la cooperante inglesa degollada entraría dentro de esta categoría de pecadores que lo son por ser inclasificables; justamente, la imposibilidad de clasificarla como “amiga” o “enemiga” es lo que la hace ser objeto de más repulsión y temor por parte de los terroristas: ella ejemplificaría la inadecuación de las categorías dicotómicas empleadas a la hora de explicar la Realidad; por ello, debe ser asesinada, por ser su mera existencia física una carga explosiva en la línea de flotación del entramado conceptual providencialista de los extremistas.

CLAVE 4: REACCIÓN ANTE EL PECADO Y LOS PECADORES: Contra el Pecado, contra los Pecadores, cabe realizar además de actos físicos de oposición, actos de expiación que aplaquen la cólera de la Determinación puesta en entredicho y que de un modo simbólico se opongan a la indeterminación: Actos Sacrificiales .

De la oposición física (guerra) no hablaremos. Nos interesa la oposición simbólica. Todo acto de expiación se basa en la lógica del sacrificio, como ya puso de manifiesto Freud en “El Malestar en la Cultura” y en “Tótem y Tabú”: entendemos que la muerte del padre simbolizaría la victoria de los impulsos de transformación, de vida (de indeterminación y creación, de desorden entrópico) frente a los impulsos de mantenimiento, de estabilidad, de muerte (por tanto de determinación, estadio inicial de la entropía). Ffrente al hecho del triunfo de la Libertad Humana surgen resistencias, puesto que una vez muerto el padre, el justificador original de todo, todo es posible; esas resistencias necesitan expresarse o bien mediante acciones que pretendan la restitución del orden primigenio (y las acciones de guerrilla pretenden eso) como acciones que supongan: (a) la restitución de su poder a la Autoridad Trascendente puesta en entredicho por los victoriosos inderministas, (b) la visualización del castigo que se merecen por su acto de rebeldía aquellos que han acabado con el Orden antes existentes. Este doble objetivo restitutivo y purificador necesita de una victima y unos sacerdotes. Los sacerdotes serían aquellos que se sienten llamados a comunicar a los creyentes cuál es el pecado cometido, quiénes son los pecadores, y qué hay que hacer para aplacar la ira de la Autoridad Trascendente contra la que directamente se ha cometido el pecado. La victima debe simbolizar en sí misma todo lo que define a los pecadores: si lo que define a la Autoridad Trascendente y su Orden es que es omnipotente y omnisciente , la parte contraria a esta autoridad debe ser lo más pacífica posible, “pacificada” y presentada en estado de absoluta indefensión: sólo puede haber conflicto insoluble entre categorías entre las cuales no existe ningún punto de conexión o compatibilidad.  Por eso, la victima propiciatoria de los sacrificios se ha simbolizado en las tradiciones semíticas (judía, musulmana y también cristiana) en la figura del cordero, y en otras culturas como las americanas anteriores a la Conquista en la figura del niño. Por ello, para la lógica sacrificial, una de las mejores victimas es aquella que es mujer, gime compulsivamente ante las cámaras, y es por definición inclasificable (al haber renegado de su condición occidental habiéndose casado con un iraquí y viviendo en Irak desde hace más de 30 años ayudando desinteresadamente). Por desgracia, Margaret Hassan era el mejor sacrificio que pudiera imaginarse para unas mentes enfermas y sedientas de sangre inocente, cuando además el hecho de su indefinición y bondad la hace más cercana: cuanto más contrario y antagónico sea el objeto-sujeto a sacrificar a la fuente de legitimación del sacrificio, más queda clara la TRAGEDIA que se está representando.

 

CLAVE 5: EL ORDEN RESTITUIDO: Consumado el sacrificio, el cual debe ser lo más formalizado posible (Ver ESCENARIO Y TRAMA), se ha conseguido restituir de un modo simbólico el Orden perdido.

Además de lo anterior, al mismo tiempo, los sacerdotes del sacrificio y todos los que creen en la fuerza restituidora de éste han conseguido reforzar los vínculos que les permiten seguir considerándose creyentes, o sea, integrantes de un grupo vehiculado en torno a la subordinación ciega a un Orden Trascendente y no humano (en el que la brutalidad expresa el valor superioridad y dominio); este reforzamiento se ha conseguido redefiniendo expresamente los límites con los que no son creyentes en ese Orden, o sea, todos aquellos que por haberse opuesto a los designios deterministas de la Autoridad Trascendente pueden ser en el futuro también víctimas del sacrificio. Como indica Agustín Caballero Arencibia (1994, p. 299), “toda transgresión exige, pues, una reparación purificatoria ritual que está en función de la magnitud de la ofensa”: por eso, sólo la muerte del representante del sacrilegio es capaz de calmar la ruptura del orden que hasta entonces había tenido la vida de los creyentes. Sólo de la Muerte es posible que surja una Nueva Vida: esta es la idea esencial del sistema delirante al que lleva la lógica sacrificial, un sistema delirante en torno a una idea sobre la que [A] su poseedor no tiene dudas sobre su veracidad, [B] no pudiendo ser refutada por la experiencia, e [C] invadiendo la personalidad del sujeto al constituirse en eje de su vida (Vallejo, J., 1988, pp. 198 y 199) (Stone, E., 1989).

Estas 5 claves, por tanto, son las que nos permiten hablar de una conexión entre Terrorismo y Delirio.

 

Si una de las funciones principales del sacrificio es la del reforzamiento endogrupal y diferenciación de otros exogrupos, la comunicación y escenificación del mismo jugará un papel esencial. Veamóslo a continuación.


 

[C] EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA LÓGICA SACRIFICIAL.

 

LOS OBJETIVOS DE LA INFORMACIÓN: ¿LA INFORMACIÓN ES SIEMPRE UN (QUERER) DAR FORMA AL CONSUMIDOR?

IDENTIDAD DOMINANTE AL CONSUMIR LA INFORMACIÓN PROPORCIONADA POR LOS “MASS MEDIA”: ¿QUÉ TIPO DE IDENTIDAD DOMINANTE EMERGERÁ DEL CONSUMO REITERADO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?

 

[C-1] ACCESIBILIDAD, LIBERTAD, INDIVIDUALISMO  E IDENTIDAD. EL EFECTO COMBINADO OBJETIVADOR DE LA PALABRA, LA IMAGEN Y EL SONIDO.

Vamos a terminar. ¿Qué aporta la utilización de los Medios de Comunicación a todo este Drama Trágico?, ¿Por qué  y para qué se utilizan?.

Estamos ante lo que Calderón hubiera llamado una expresión del “Gran Teatro del Mundo”, o sea, de la lucha entre la Determinación Divina y la Indeterminación humana. Pero ahora, para realizar esta representación, el escenario teatral es la pantalla del televisor o del ordenador que enmarca el hecho que se presenta.

El rectangulo visual del televisor y el ordenador (y también la propia fotografía) tiene la misma misión que el escenario teatral: ser el punto donde deben focalizarse las miradas de los espectadores. Formalmente por tanto son similares todos los escenarios. Sin embargo, la imagen visual a distancia permite hacer accesible la representación más allá del lugar concreto de representación; además, tiene otra característica: es accesible, esto es, voluntariamente puede buscarse y obtenerse (a través de buscadores tipo google, o eligiendo la cadena de televisión que sabemos no tiene escrúpulos en mostrar la muerte en directo).

La ACCESIBILIDAD supone una variante (secundaria y económica) de la LIBERTAD, pues ante aquello que es accesible tengo la libertad de acceder a ello; fijémonos, sin embargo, en el hecho de que accesibilidad no es sinónimo de libertad sino condición para la misma: lo que es accesible no tengo porqué elegirlo (así, es accesible encontrar en internet imágenes de decapitaciones; otra cosa es que yo libremente no haya querido buscarlas).

Así, las características de accesibilidad de los medios de comunicación audiovisuales (y sobre todo de Internet) refuerzan las posibilidades de elección (de libertad) del sujeto individual, con lo que refuerzan la identidad de éste basada en que yo soy el que construye mi sentido (porque yo soy el que decide que imágenes consumir y cuales no).  Desde este punto de vista,  lo tecnológico apoya lo identitario y viceversa, lo cual es lógico puesto que lo tecnológico es creación humana y lo identitario es la conciencia de mis límites como creador.

Por eso, los medios de comunicación audiovisuales actuales refuerzan una identidad individual fundamentada en la premisa posmoderna de que “El único fundamento del conocimiento es la experiencia del sujeto individual y el valor que el sujeto da a su conocimiento”. Si además el medio de comunicación se basa en el efecto combinado de la palabra, la imagen y el sonido (como lo hace Internet), se consigue un mayor efecto objetivador al integrarse todas estas codificaciones de la realidad en una única “realidad” que parece tiene esencia por sí misma.

[C-2] IDENTIDAD, FRUTO DEL GRUPO Y DEL MEDIO.

Paradójicamente, si resulta que los medios de comunicación audiovisuales actuales refuerzan la identidad individualista y satisfecha de los consumidores, ¿la utilización de los medios de comunicación para transmitir mensajes basados en una lógica determinista no está reforzando la identidad posmoderna basada en la creencia de que “no existe base externa y racional a conocimiento que no sea el sujeto perceptor”?. Si, por dos razones, una basada en criterios psico-sociológicos de creación y mantenimiento de grupos, y la otra basada en las propias características de la comunicación “total”:

La repulsión ante lo visto (o que se cree que se puede ver si uno quiere verlo) actúa como elemento que hace ser conscientes al espectador “occidental” de que forma parte de un grupo antagónico al de los asesinos, y basado en la premisa esencial del valor intrínseco y superior de la Vida Humana.

La posibilidad de elección que ofrece el medio (gracias a que todo lo hace accesible) permite tomar la decisión de “ver o no ver”, lo que refuerza el valor del sujeto como el único que puede controlar sus percepciones: el hecho de la decapitación existe, pero yo soy el único que puede tomar la decisión de verla o no (puesto que posibilidad de encontrarla en la red existe).

Entonces, ¿por qué toman los asesinos la decisión de transmitir la muerte?. Porque quieren aprovecharse para sus fines de los dos criterios anteriores:

El que se sea capaz de preparar la retransmisión de un asesinato en frío, con una naturaleza y escenografía sacrificial, y se sea capaz de aceptar que este hecho individual tiene un sentido político, hace ser conscientes al asesino (y a sus cómplices que se extasian con la contemplación de la muerte del infiel) de que pertenecen a una comunidad, distinta de la de aquellos que son capaces de ver la escena simplemente por morbo ( o sea por puro narcisismo), y distinta de la de aquellos a quienes le repelen tales visiones por ser contrarias a sus creencias más intimas sobre el valor de la vida.

La posibilidad de accesibilidad del medio ayuda a hacer visible (hiper-visible) a una audiencia planetaria un suceso – asesinato muy concreto. Al hacerlo visible, el hecho trasciende  las propias fronteras culturales y físicas donde se produjo y se convierte en un hecho político: político en cuanto afecta a una comunidad, aunque sea de tele-espectadores. Así, cuanto más se consiga que sea visible el hecho, más se conseguirá que tenga implicaciones políticas, puesto que a más audiencia llegará, y más impactará en ella: el impacto de una visión en un único individuo tiene implicaciones sólo para ese individuo; el impacto de una visión en una masa, tiene implicaciones para toda esa masa, y convierte a lo informe en un grupo unido aunque sea simplemente por la repulsión ante lo que ve. Y no olvidemos que lo que necesita cualquier dogmático es un enemigo contra el que luchar. Mediante la retransmisión del hecho, se crean enemigos, y cuando se tienen enemigos es más fácil justificar el porqué se realizan los propios actos.

Así, los medios de comunicación crean realidades: convierten un hecho individual que afecta drástica y totalmente al asesinado, en un hecho político ante el que tomar partido. Con lo que toda información es siempre querer dar forma al consumidor de la misma, incluso creando a partir del consumidor de esa información el enemigo que necesitamos para que nuestra lógica sacrificial tenga sentido y perdure.


CONCLUSIONES:

10 Conclusiones quisiéramos terminar exponiendo, resumen de lo principal dicho:

[A-1] Primera : La Objetividad, el objeto en su esencia, puede existir o no, pero no lo podemos saber al ser patrimonio del objeto. La Objetivación de los objetos la realizamos continuamente con nuestros instrumentos. El que consigamos objetivar algo no quiere decir que hallamos llegado a su esencia: simplemente indica que mediante nuestra manipulación hemos conseguido una “objetividad” útil para nosotros y nuestro grupo. Objetividad es a Objetivación como Ciencia Formal (y su posibilidad) es a Ciencia Social.

[A-2] Segunda: Los sentidos nos permiten acercarnos a la Objetividad, si es que existe; los sentidos son los mediadores que nos constituyen y de los que no podemos prescindir como seres humanos, con lo que son la menor mediación entre el objeto en sí a percibir y el objeto en sí que percibe. Los instrumentos nos permiten objetivar y dar apariencia de “objetividad útil” a los objetos.

[A-3] Tercera: Los medios de comunicación están abocados a tener como utilidad la de perpetuar el sesgo (o deseo) humano de llegar al total conocimiento del objeto en sí. Los medios de comunicación objetivan porque mediante ellos los sujetos pretenden ir más allá de la “objetividad” que les proporcionan sus órganos sensoriales.  La única objetividad que son capaces de construir los medios de comunicación es una objetividad objetivada. La única posibilidad de “salirse” de la construcción de realidad que construyen los Media es, paradójicamente, fiarse de las posibilidades y limitaciones de nuestros órganos sensoriales que, aun siendo mediadores, al compartirlos con toda la especie nos permiten alcanzar una objetividad mínima pero suficientemente adaptativa.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

[B-1] Cuarta: Todo hecho con implicaciones sociales, aun cuando pueda ser objetivo, es imposible al objetivarlo llegar a su esencia, pues como mucho simplemente se consigue una justificación de la creencia del sujeto sobre cual es la esencia. La objetivación es, en última instancia, una justificación.

[B-2] Quinta: Con el asesinato de los rehenes, los autores pretenden convertir el hecho objetivo de la desaparición física de una persona en el hecho “objetivado” de que dicha muerte tiene un significado trascendente de naturaleza sacrificial.

[B-3] Sexta: La objetivación del hecho objetivo que estamos analizando se realiza para transformarlo ante los ojos de los espectadores en el relato de un Drama Trágico, drama por cuanto desarrolla una historia de conflictos y tensiones, tragedia en cuanto el sentido de los conflictos mostrados es hacer patente un sentido determinista de la existencia humana subordinado a los designios del Destino o Autoridad Trascendente. El Drama Trágico por excelencia es el Sacrificio, y esa es la objetivación que pretenden mostrar y demostrar los terroristas. Utilizarán las posibilidades de  los medios de comunicación de masas para hacer llegar esta objetivación al mayor número de espectadores.

[B-4] Séptima: La intención de toda la escenificación es que los espectadores (y también los propios asesinos como espectadores de sus propios actos) acepten que lo dramatizado es REAL, que la tragedia de ese hombre o mujer sacrificado es la tragedia de la vida de toda persona que debe subordinarse a un Orden que no se puede intentar trastocar sin esperar que haya consecuencias. Esto es, que acepten que lo importante no es el hecho objetivo de la muerte de la víctima propiciatoria, sino el hecho objetivado del Sacrificio que ha sido necesario hacer para restituir un Orden subvertido. De donde, la lógica del Drama Trágico Sacrificial tiene una serie de claves, claves que conforman un delirio: (1) Un Orden amenazado; (2) El Pecado que es lo que se opone y amenaza al Orden; (3) Los Pecadores o personificación del pecado; (4) La reacción restitutiva del Orden que es el Sacrificio del pecador, la eliminación de la amenaza; y (5) la restitución del Orden, que es la culminación del Destino de la Historia. Además de restituir el Orden, una de las funciones principales del sacrificio será el reforzamiento endogrupal y diferenciación de otros exogrupos. Hay que destacar de esta lógica delirante que cuanto más contrario y antagónico sea el objeto-sujeto a sacrificar a la fuente de legitimación del sacrificio, más quedará clara la fuerza de la TRAGEDIA que se está representando.

 

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

[C-1] Octava: El papel de los Medios de Comunicación en esta Tragedia es hacerla visible y accesible, esto es, que pueda llegar a la máxima audiencia, que pueda afectar (y por tanto influir) en el mayor número posible de personas. Por ello se utilizan los Medios: como medio para universalizar la lógica del Sacrificio, que no es más que la del Terror con Justificación Trascendente.

[C-2] Novena: La accesibilidad refuerza la capacidad de elección del sujeto, con lo que los medios de comunicación, al fomentar la accesibilidad a cualquier hecho, están reforzando también la identidad individualista y narcisista de la Pos-Modernidad. Sin embargo, los terroristas buscan que el hecho al que han objetivado como sacrificio expiatorio sea lo más accesible posible aun cuando puedan conocer que de este modo también están reforzando la identidad posmoderna e indeterminista de sus enemigos: están haciendo más fuerte a su enemigo “occidental”. Una explicación de este aparente contrasentido es que necesitan un enemigo, porque si no lo tienen peligraría todo su entramado determinista dogmático y dicotomizador. Al final, los terroristas realizan toda esta representación para reafirmarse como grupo, para alimentar la repulsión de sus enemigos, y para fortalecer su creencia en un Orden Trascendente y Determinista.

 

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

Y Décima: Y en toda esta representación, ¿nos hemos olvidado de lo único real?. Los terroristas pueden haberlo hecho e intentar que nosotros lo hagamos, pero ni podemos ni debemos. Sinceramente, lo real existe (sobre todo para el asesinado que ya no podrá nunca más percibirla), y eso real es la existencia de la Muerte que NUNCA tiene sentido, y la desesperación de la victima ante esta presencia; esa es la única realidad en nuestra opinión. El resto son interpretaciones u objetivaciones (incluso todas estas hojas) que simplemente son justificaciones para que los que nos aprovechamos de un hecho real y objetivo podamos escribir o simplemente justificar el porqué formamos parte de un grupo, creemos que existe un orden, o consideramos ciertas nuestras creencias.

 


BIBLIOGRAFÍA

Bandler, R. y Grinder, J. (1980). La Estructura de la Magia. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.

Bueno, Gustavo (1996). El animal divino. Ensayo de una filosofía materialista de la religión (2ª edición, corregida y aumentada) . Oviedo: Pentalfa Ediciones

Caballero Arencibia, Agustín (1994). Psicoanálisis y Biblia.  Salamanca: Publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Escohotado, Antonio (1988). Filosofía y Metodología de las Ciencias. Madrid: UNED.

Kuhn, T.S. (1971). La estructura de las revoluciones científicas. México: F.C.E.

Seoane, J. y Rodríguez, A. (1988). Psicología Política. Madrid: Pirámide.

Stone, Evelyn [comp.] (1989). Glosario de Psiquiatría. Madrid: Ediciones Díaz de Santos.

Touchard, J. (1996). Historia de las Ideas Políticas.  Madrid: Tecnos.

Vallejo, J. (1985). Introducción a la Psicopatología y la Psiquiatría.  Barcelona: Salvat.

NOTAS - Definiciones básicas utilizadas  [subrayados nuestros]

(1) CONTEXTO: Según la RAE  sería: (Del lat. contextus).1. m. Entorno lingüístico del cual depende el sentido y el valor de una palabra, frase o fragmento considerados.2. m. Entorno físico o de situación, ya sea político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el cual se considera un hecho.3. m. p. us. Orden de composición o tejido de un discurso, de una narración, etc. 4. m. desus. Enredo, maraña o unión de cosas que se enlazan y entretejen.

(2) INSTRUMENTO: Según la RAE es: Conjunto de diversas piezas combinadas adecuadamente para que sirva con determinado objeto en el ejercicio de las artes y oficios.

(3)  DRAMA: Según la RAE:  (Del lat. drama, y este del gr. δρμα). 1. m. Obra perteneciente a la poesía dramática. 2. m. Obra de teatro o de cine en que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas. 3. m. Suceso de la vida real, capaz de interesar y conmover vivamente.

(4) PARADIGMA: Una posible definición podría ser: Sistema de creencias, conductas y sentimientos adoptado por los individuos que se consideran miembros de un grupo y que le dan coherencia y sentido de futuro tanto al grupo como a sus miembros.

(5) AUTORIDAD TRASCENDENTE: Este “sentimiento determinista y trágico de la vida” es factible reconocerlo en la literatura islámica: sin necesidad de recurrir a “Las Mil y una Noches”, el nobel Naguib Mahfuz ha desarrollado magistralmente este rasgo del pensamiento oriental en su libro “Las noches de las Mil y una Noches”.

(6) PECADO: Según la RAE, (Del lat. peccātum), significa entre otras acepciones: Transgresión voluntaria de preceptos religiosos. Cosa que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido. Obra, palabra o deseo contrarios a la Ley de Dios.

(7) FALSABILIDAD: Según la RAE es: 1. f. En la ciencia, capacidad de una teoría para someterse a todas las pruebas que pretendan mostrar su falsedad.

(8) TRAGEDIA: Alguna de las definiciones según la RAE serían: Del lat. tragoedĭa, y este del gr. τραγδα). 1. f. Obra dramática cuya acción presenta conflictos de apariencia fatal que mueven a compasión y espanto, con el fin de purificar estas pasiones en el espectador y llevarle a considerar el enigma del destino humano, y en la cual la pugna entre libertad y necesidad termina generalmente en un desenlace funesto. 2. f. Obra dramática en la que predominan algunos de los caracteres de la tragedia. 5. f. Suceso de la vida real capaz de suscitar emociones trágicas.  1. fr. coloq. Tener un fin desgraciado.



©THEORIA - PROYECTO CRÍTICO DE CIENCIAS SOCIALES - GRUPO DE INVESTIGACIÓN UCM