NOMADAS.9 | REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURIDICAS | ISSN 1578-6730

John F. Kennedy:
¿Habría cambiado la historia sin el magnicidio de Dallas?
[Carlos Sánchez Hernández]


Resumen.- El pasado 22 de Noviembre de 2003 se cumplió el 40 aniversario del asesinato de John F. Kennedy. Para muchos se trató del mayor magnicidio de la historia, al menos del siglo XX, el fin del sueño de un mundo mejor, de una esperanza, un sueño roto; pero para otros muchos no fue más que la muerte y desparición de un Presidente más a manos de un loco, Lee Harvey Oswald, tal y como ocurrió con otros dos Presidentes anteriores, Lincoln y McKinley.
En este artículo trataré de analizar, no sólo los hechos, el magnicidio en sí, sobre el que ya se han escrito multitud de trabajos, investigaciones e hipótesis, si no si realmente el 22 de Noviembre de 1963 cambió, como muchos creen, la historia del mundo o buena parte de ella, o si realmente no fue así. Trataré de avivar el debate de si ese día, con la muerte de John F. Kennedy (JFK), aquellas tres balas asesinas (¿o fue una sola?) cambiaron el rumbo de la historia.
Para ello me basaré en una línea argumental que responderá, y por este orden, a dos cuestiones:
- ¿fue JFK un mito, una leyenda, o sólamente un Presidente más que de no haber sido asesinado sería hoy recordado como los demás?
- ¿qué habría pasado, cómo hubiera sido la historia en los últimos 40 años, si JFK no hubiese sido asesinado?
Terminaré con un ejercicio de Política Ficción, una hipótesis histórico-temporal hasta nuestros días relatando lo que creo que, racionalmente y atendiendo a la lógica de la Ciencia Política y de la Historia, habría pasado en el mundo de haber vivido JFK y haber agotado el que con toda probabilidad hubiese sido su mandato (1961-69).
Finalmente, emitiré unas breves conclusiones histórico-políticas.
El Magnicidio de Dallas: Oswald y Howar Hunt
Los enemigos de Kennedy
La política exterior de la Administración Kennedy (1961-63)
Los aciertos del Presidente John F. Kennedy
Los errores, debilidades y la vida privada del Presidente John F. Kennedy
John F. Kennedy comparado con sus predecesores y sucesores: los Presidentes de EEUU desde la Postguerra (1945-2004)
El desmesurado buen trato de la historia a Kennedy
Ejercicio de política Ficción: ¿qué habría pasado si no hubiese sido asesinado John F. Kennedy?
22 de Noviembre de 1963: el comienzo del Mito

El Magnicidio de Dallas: Oswald y Howar Hunt

Dallas era y es tradicionalmente una de las ciudades más conservadoras de los Estados Unidos, y una de las principales ciudades del Estado de Texas, uno de los Estados más influyentes y poderosos de la Unión (donde el actual presidente George Bush Jr. gestó su presidencia).

Kennedy viajó a Dallas en el otoño de 1963 por motivos puramente electoralistas, para tratar de asegurar los votos del Estado de Texas de cara a las elecciones de un año más tarde, noviembre de 1964, ya que la campaña electoral estadounidense es prácticamente constante.

Dallas recibió a Kennedy, mitad estusiasta, la gente deseaba esa visita presidencial, mitad escéptica, ya que la oligarquía y los sectores más conservadores, la ultraderecha, odiaban a Kennedy por su política liberal (en EE.UU el concepto liberal es lo que en Europa conocemos como socialdemócrata), y también por su política exterior, considerada excesivamente débil con el comunismo.

La recepción que Dallas dispensó al Presidente fue buena. Su programa consistía en pasear en coche por las calles de la ciudad, acudir a reuniones políticas y electorales, y reunirse con influyentes personalidades de la política y la economía tejanas.

A las 12.34 horas, mientras el Ford Lincoln Continental del Presidente discurría por la Plaza Dilley de Dallas, sonaron unos disparos, tres ráfagas en total, y segundos más tarde el Presidente yacía moribundo en el coche, mientras la Primera Dama Jackie Kennedy salía asustada del vehículo y los escoltas se abalanzaban inútilmente hacia él. Pasada la 1 de la tarde, un emocionalmente afectado Walter Cronkale anunciaba al mundo que Kennedy había muerto.

Inmediatamente comenzaron las investigaciones en torno al escenario, las incongruencias, las dudas, y poco después fue detenido en un cine de Dallas un sujeto llamado Lee Harvey Oswald, acusado de matar a un policía poco después de la muerte de Kennedy, e inmediatamente después, y sin mediar juicio alguno, fue presentado a la prensa como el sospechoso número uno, prácticamente como el seguro culpable, del asesinato de Kennedy. Oswald fue a su vez asesinado por el mafioso Jack Rubi, con lo que la celebración de un juicio para determinar si él era el culpable y si alguien colaboró con él, desapareció.

Hasta aquí los hechos conocidos, aunque también las dudas y las hipótesis sobre este magnicidio son también de sobra conocidas. La duda principal estriba en si actuó Oswald en solitario (suponiendo, como apuntan casi todos los indicios, que él participó en el Magnicidio) o si lo hizo en colaboración con otros, y por lo tanto hubo una conspiración para asesinar a JFK ese día, conspiración que podría ir desde un simple plan entre unos amigos que planearon matar a Kennedy porque le odiaban, a un gran plan que implicara a instituciones, personas o entidades de entre las más altas esferas de poder de los EE.UU.

Todos los posibles sospechosos importantes que pudieron verse implicados ese día (CIA, Mafia, Anticastristas, Ultraderecha, Magnates Industriales, Altos Mandos Militares, Industria Militar), podrían tener en común un nombre que sin duda ha dejado una huella imborrable en todo lo que puede considerarse como secreto y espionaje interno en la última mitad del Siglo XX en los EE.UU: Howard Hunt.

Howard Hunt fue una especie de espía a nivel interno en los EE.UU en los 1960´s y 1970´s que se vio directa o indirectamente implicado en asuntos tan importantes como el asesinato de Kennedy, la guerra sucia contra Cuba, o el Watergate. Tenía implicaciones con personajes tan relevantes como Hoover o Nixon, y conexiones con el mundo secreto norteamericano y la extrema derecha, y su paradero final nunca se ha sabido. Hunt fue visto según muchos testimonios en Dallas ese 22 de Noviembre de 1963, cerca de los escenarios del Magnicidio, e indentificado como uno de los vagabundos que fueron sacados de Dallas por la policía de forma casi clandestina con ropas impecables (hay una foto en la que se ve al "vagabundo" Hunt siendo evacuado en un tren de Dallas ese día), vagabundos entre los que muchos sospechan habría sospechosos de perpetrar el Magnicidio.

Si es cierto que Hunt fue, como apuntan casi todos los indicios, uno de los tiradores del Magnicidio, la Conspiración de Dallas es más que evidente e incluiría a todos ó al menos a algunos de los actores arriba indicados. Osea, que Kennedy fue asesinado por parte de la oligarquía política, militar y/o económica de los EE.UU.

Estas son las grandes dudas y sospechas que rodean al asesinato de John F. Kennedy.
 

Los enemigos de Kennedy

John F. Kennedy tenía innumerables enemigos, y las quinielas sobre quienes de ellos conspiraron en su muerte no dejan de hacerse aún hoy, 40 años después.

La innumerable lista comienza en el tiempo ya desde el inicio de su mandato, con la proyectada invasión de Cuba de abril de 1961, que produjo el desastre de Bahía de Cochinos. El colectivo de cubanos exiliados y anticastristas que se refugió en Miami desde 1959, tras el triunfo de la Revolución Cubana, se conjuró para derrocar a Castro y hacerse con el poder en La Habana. Pensaron desde el principio que el interés estadounidense en contener el comunismo en el Caribe y eliminar a Castro haría cuestión de poco tiempo acabar con el Régimen Castrista, y así fue durante el último año de la Admón. Eisenhower, 1960. Esta financió y respaldo por medio de la CIA a los anticastristas, e implementó una auténtica campaña militar y guerra secreta permanente contra la Cuba de Castro.

Kennedy, que tomó posesión en enero de 1961, heredó una guerra secreta de la CIA contra Cuba, que tras practicar todo tipo de operaciones encubiertas, sabotaje, guerra económica, y acciones clandestinas de toda clase, como resultado desembocó en la Operación de Bahía de Cochinos en abril de 1961, un desastre militar de los exiliados cubanos.

Kennedy firmó personalmente la autorización de la operación, pero en el último momento negó por decisión personal (y errónea) el planeado apoyo aéreo de la USAF a los exiliados cubanos, como estaba acordado, y estos fueron masacrados por los aviones de la fuerza aérea de Castro. Kennedy asumió en público y por televisión la responsabilidad del desastre, pero en privado acusó a la CIA de haberle mentido y manipulado para que ordenara la invasión. Ahí comenzó su dificilísima relación con la CIA, que nunca mejoró. Los exiliados cubanos se conjuraron desde entonces contra Kennedy como traidor, y la CIA inició a comienzos de 1962, una nueva iniciativa contra Cuba, la Operación Mangosta, que incluía entrenamiento militar y financiación de los cubanos para intentar una nueva invasión de la isla. Kennedy ordenaría antes de morir el cierre de los campamentos de entrenamiento, aunque sus planes y su obsesión personal para acabar con Castro proseguirían hasta su muerte.

Sólo así se entiende la obsesión de los exiliados cubanos de Florida contra Kennedy, que incluso llegaron a celebrar públicamente su muerte.

La CIA por su parte inició su distanciamiento del Presidente en aquella operación cubana, distanciamiento que fue creciendo cada vez más. La CIA veía en Kennedy un hombre débil ante el comunismo, algo que no casaba con la contundencia que entonces caracterizaba a la CIA en sus acciones. Episodios como el levantamiento del Muro de Berlín acrecentaron esa idea, y de nuevo Cuba en octubre de 1962 supuso otro enfrentamiento entre el Presidente y la CIA. Esta insistió en su tesis de invadir Cuba y expulsar a los soviéticos de allí, algo a lo que Kennedy se negó, y la solución final que logró Kennedy fue del total desagrado de la CIA. El asesinato de Patricio Lumunba en el Congo justo unos días antes de la toma de posesión de Kennedy, seguramente llevado a cabo por la CIA, fue sólo el principio, ya que otro asesinato de un líder extranjero, Diem en Vietnam del Sur, en noviembre de 1963 (semanas antes de la muerte de Kennedy) dejó muestras de los métodos de la CIA. Kennedy llevó a cabo una serie de iniciativas que se traducían en un auténtico "corte de alas" de la agencia, incluyendo la expulsión de históricos dirigentes de la CIA y la reducción de responsabilidades y jurisdicción en la agencia de inteligencia.

La relación de Kennedy con el poder y la cúpula militar era igualmente mala. Los rumores sobre una posible retirada y no intervención estadounidense en Indochina fueron sólo la gota que colmó el vaso para muchos generales del Alto Estado Mayor Conjunto que veían en Kennedy un hombre débil con los comunistas. Kennedy no usó a las Fuerzas Aéreas para respaldar la Operación de Bahía de Cochinos en el 61, rehusó de nuevo invadir la isla en el 62, permitió a los soviéticos la construcción del Muro de Berlín (sobre lo que se ha demostrado recientemente que la URSS y EE.UU estaban secretamente de acuerdo), llegó al acuerdo secreto con Kruchev para acabar con la Crisis de los Misiles cediendo además los misiles norteamericanos Jupiter de Turquía, se mostraba reticente a intervenir en ayuda de Vietnam del Sur y lanzar una guerra en el Sudeste Asiático, se rumoreaban planes para sacar a las 16.000 tropas de EE.UU de Vietnam para 1965, también se hablaba de más pactos secretos con los soviéticos para reducir la tensión de la Guerra Fría y de la Carrera Espacial, le reprochaban su excesiva tibieza en los asuntos latinoamericanos (Kennedy no llevó a cabo ni una sola intervención militar en Latinoamérica y firmó la "Alianza Para el Progreso"), y firmó un principio de acuerdo con la URSS para la supresión de las pruebas nucleares en la atmósfera.

Todo esto irritaba a la cúpula militar estadounidense, y el Pentágono analizaba con lupa los pasos de Kennedy en Vietnam, y estos no eran de su agrado. La relación entre los militares y Kennedy fue pues una de las peores relaciones entre la cúpula militar y un Presidente.

Otro entramado de poder que, muy ligado a la cúpula militar, tenía malas relaciones con Kennedy era el denominado Complejo Militar-Industrial, enclavado dentro del también denominado "Sistema del Pentágono" (el sistema de financiación en I+D+i tecnológico-militar que ha dado a EE.UU la supremacía tecnológica mundial en todos los campos en los últimos 50 años). Los recortes presupuestarios en defensa que Kennedy proyectó en 1963 suponían pérdidas billonarias y en contratos para varias empresas de armamento. Estos recortes afectaban a 50 instalaciones militares en EE.UU y otras 20 en el extranjero. Aviones de combate y programas militares se verían afectados. Basta sólo con pensar esto: en la Guerra de Vietnam se perdieron un total de 5.000 helicópteros, y esa guerra costó en torno a 250.000 millones de $ de la época. Todo este gasto para el contribuyente norteamericano fue sin embargo un gran negocio para los grandes consorcios de fabricación de armamento de EE.UU, y de no haber habido guerra (y se sospechaba que Kennedy no la haría) no habrían ganado ese dinero. Si en la década de los 1990´s el Gobierno de la Admón. de Bush Padre financió a varias compañías fabricantes de armamento que pasaban dificultades ante los recortes del fin de la Guerra Fría, Kennedy amenazaba con efectuar esos recortes sin ninguna compensación y en plena Contienda Este-Oeste. Las grandes empresas de armamento están muy ligadas con los senadores y congresistas norteamericanos, y estas empresas se estaban alejando cada vez más de Kennedy. Las grandes compañías estadounidenses de armamento eran en los 1960´s la General Dynamics tejana, la McDonall-Douglas de Saint Louis, la Northrop, la californiana y todopoderosa Lockheed, la Grumman, la Republic y Bell Helicopters (hoy varias de estas compañías están fusionadas en básicamente tres; la Raytheon, la Lockheed-Martin y la Boeing). General Dynamics fabricó el cazabombardero F-111, McDonall-Douglas el caza F-4, y Bell Helicopters desarrolló el principal helicóptero usado en Vietnam, las tres principales armas aéreas desplegadas en Vietnam. Además la poderosa compañía del acero US Steel tenía una mala relación con Kennedy ante los recortes en este sector.

La ultraderecha y los elementos más conservadores de EE.UU también odiaban a Kennedy. Veían en él no sólo a un "peligroso liberal" dispuesto a hacer cambios, si no a un hombre débil, incluso indefenso, ante el comunismo. Destacados ultraconservadores como Goldwater, del partido republicano, no cesaban en sus campañas y ataques anti-Kennedy.

Finalmente la mafia odiaba a Kennedy. Posteriores investigaciones han demostrado que Joe Kennedy, el padre del Presidente, mantuvo contactos y recibió importantes apoyos en forma de miles de votos para su hijo durante las elecciones de 1960. Además la mafia prestó sus servicios al Presidente Kennedy de forma secreta, contra Castro a través de la CIA, e incluso "presentó" algunas de las muchas amantes de Kennedy. A cambio, el hermano del Presidente y Ministro de Justicia Robert Kennedy no cesó de hostigar e investigar a la mafia.
 

La política exterior de la Administración Kennedy (1961-63)

Echando un vistazo general a los 1.000 días de la política exterior de la Admón. Kennedy, la impresión que se obtiene es que esta se caracterizó por una línea de "prudencia que a veces rayaba con la tibieza frente al comunismo en el mundo".

Lo que sí es cierto es que esta Administración fue menos intervencionista que otras anteriores como la de Truman, y otras posteriores como la de su propio sucesor y Vicepresidente, Johnson. También se puede decir que la política exterior de Kennedy fue bastante traumática: Cuba refleja este hecho, la obsesión de Kennedy por Castro llegó a cegarle, aunque en los momentos decisivos optara por la moderación con el líder cubano.

Dos fueron los asuntos que monopolizaron la política exterior de la Admón. Kennedy, desarrollada entre enero de 1961 y noviembre de 1963: Cuba y Vietnam (además por supuesto de la URSS, como todas las administraciones norteamericanas entre 1945 y 1989).

Si Cuba fue una obsesión y un constante para Kennedy, la otra cuestión fue tal vez la que más lucubraciones ha causado tras la muerte de Kennedy, y la que más quinielas provocó en el equipo de Kennedy a la hora de tratarlo, además de ser una herencia envenenada para las dos siguientes administraciones: Vietnam.

Es un hecho que Truman ya se fijó en este pequeño país asiático desde 1945, si bien este no le prestó más atención que a cualquier otro territorio de la Indochina o incluso de Asia. Eisenhower también reparó en este país, aunque Ike siempre se mantuvo distante (debido al mal resultado de la Guerra de Corea) aún después de que los franceses fueran expulsados de allí y de la amenaza de un dominio comunista en el país. Ike sólo reaccionó enviando 900 consejeros militares hasta 1961. Fue la Admón. Kennedy la que implementó la intervención militar estadounidense en Vietnam, por más que no le diese tiempo personalmente a dirigir la guerra y por más que muchos analistas sigan pensando que pensaba retirarse de allí: está demostrado que, como muchos sostenemos, Kennedy finalmente habría tenido que iniciar una guerra en el Sudeste de Asia y los efectos sobre él no habrían sido muy distintos a como fueron sobre Johnson. En el haber de la Admón. Kennedy está el apoyo tácito de EE.UU al golpe militar contra Diem en Vietnam del Sur, uno de los hechos que desencadenarían el devenir de la Guerra de Vietnam.

Entre 1961 y 1963 pues, se gestó gran parte de la Guerra de Vietnam, al menos la intervención inicial de los EE.UU que culmanaría en agosto de 1964 con el Incidente del Golfo de Tonkín (con Kennedy ya muerto), y eso es algo que hay que achacar a Kennedy. Aparte de Vietnam, Cuba fue el centro personal de su política exterior. Desde el principio sólo Cuba fue el punto de coincidencia con la CIA, y Kennedy no dudó en utilizar a esta agencia para eliminar a Castro. La CIA ya gestó la desastrosa operación de Bahía de Cochinos, lo cual deterioró las relaciones con el presidente, pero posteriormente, incluso después de octubre de 1962, Kennedy siguió instando a la CIA para que quitara del medio a Castro.

Latinoamérica y Europa fueron cuestiones secundarias para Kennedy. Si bien es cierto que Kennedy fue el patrocinador de la "Alianza para el Progreso", una especie de Plan Marsahll para América Latina, una de las iniciativas más admirables de EE.UU para con estos países, no es menos cierto que Kennedy se valió de la Organización de Estados Americanos para sus maniobras políticas, que sólo intentó con la Alianza para el Progreso luchar contra el comunismo en Latinoamérica "por las buenas", y que esta iniciativa fue, como Robert McNamara baticinó, un sonoro fracaso. Las relaciones con los aliados europeos se circunscribieron a los tres principales actores: McMillan de Gran Bretaña, De Gaulle en Francia y Adenauer en Alemania. Se apoyó en estos sólo en contadas ocasiones y sólo para cuestiones muy puntuales, pero en general el papel de Europa en la política de Kennedy no fue relevante, a diferencia de otros presidentes norteamericanos.

Otras cuestiones como la descolonización de África y Asia fueron también asuntos menos importantes, si bien la relación de la Admón. Kennedy con el Tercer Mundo merece una consideración aparte.

Una visión rápida y final de la política exterior de la Admón. Kennedy sería esta: en su primer año, 1961, su debut no pudo ser peor con la Operación de Bahía Cochinos, aunque ese año sería la relación con la URSS el principal tema, con la Conferencia de Viena y la construcción del Muro como temas principales y en los que Kennedy demostró debilidad. 1962 fue el año de Cuba; desde el principio de ese año la CIA se concentró en contener a Castro en la isla y hostigarlo (Operación Mangosta), y en octubre Kennedy firmó el Bloqueo (que en 2004 aún sigue vigente) y ganó la partida a Kruchev en la Crisis de los Misiles. En 1963 la atención se centró en Vietnam, con la escalada militar a la que Kennedy contribuyó multiplicando por 16 el número de tropas estadounidenses allí.
 

Los aciertos del Presidente John F. Kennedy

Entre los grandes aciertos de John F. Kennedy en su gestión, destacan por su importancia, y a modo esquemático, los siguientes:

- su intento mejorar las relaciones con la URSS
- la buena gestión de él y su equipo en la crisis de los Misiles en octubre de 1962
- la "Alianza para el Progreso"
- su "nuevo enfoque hacia la URSS" del verano de 1963
- su relación con el Tercer Mundo, que fue mejor que la de otros Presidentes
- su interés por los derechos civiles para las minorías dentro de los EE.UU
- su estilo de hacer política, su entusiasmo, ilusión y optimismo que marcarían los años 1960´s en un país de políticos algo alejados de la gente
- su impulso a la NASA, la carrera espacial y la conquista de la luna
 

Los errores, debilidades y la vida privada del Presidente John F. Kennedy

De igual forma, los principales errores del Presidente Kennedy, muchos de ellos relativos a su vida privada, fueron estos:

- la Operación de Bahía Cochinos, un desastroso comienzo para su política exterior en abril de 1961
- su debilidad manifiesta ante Kruchev en la conferencia de Viena de junio de 1961 (testigos directos de aquel encuentro manifestaron que Kennedy salió de la primera reunión como "aturdido"; Kennedy deseaba reducir la tensión EE.UU--URSS a cualquier precio y Kruchev sacó ventaja de ello)
- su renovada debilidad ante la URSS con la construcción del Muro de Berlín en agosto de 1961 (Kennedy adujo que "un muro es cien veces mejor que una guerra", y Kruchev llegó a decir en privado "comparezco a los norteamerticanos por tener un presidente como él")
- su agitada vida sexual, que incluyó decenas de amantes, prostitutas de lujo y aspirantes a actrices, destacando sobre todo Marilyn Monroe y la amante del jefe de la mafia Sam Giancana Judith Campbell, e incluso una espía de la RDA
- sus infidelidades y adicción al sexo, los cuales pusieron en peligro la seguridad nacional y se expuso a chantajes como la CIA le advirtió en varias ocasiones
- está demostrado que Kennedy le "robó" las elecciones a Nixon en noviembre de 1960 con la ayuda de la mafia, del dinero de su padre y de las influencias de su familia
- su relación con la mafia: esta le ayudó poderosamente para ganar las elecciones de 1960, le prestó ayuda contra Castro, le "suministró" amantes, y Kennedy les "traicionó" ordenando constantes investigaciones y acciones antimafia para autoprotegerse y para negar cualquier relación con la mafia
- Robert Kennedy fue secretario de justicia para proteger a la familia Kennedy contra cualquier investigación y para atacar a la Mafia por iniciativa de Joe Kennedy, el "patriarca" de la familia Kennedy
- sus renovadas acciones encubiertas en política exterior: destacaron la orden de creación del denominado "Escuadrón ZR Rifle" de la CIA que dio como resultado las muertes de jefes de Estado extranjeros como Trujillo y Diem, y la Operación Mangosta contra Cuba de comienzos de 1962 que provocó la instalación de las primeras rampas de misiles soviéticos en Cuba para evitar una invasión estadounidense de la isla (en octubre concluyendo la instalación de los misiles soviéticos, estallaría la Crisis de los Misiles). Incluso tras la promesa de no hostigar más a Cuba después de octubre de 1962, Kennedy ordenó en enero de 1963 reanudar las acciones encubiertas contra la isla sin llegar a invadirla; así lo demuestra un memorandum recientemente desclasificado, el Documento OPLAN 380/63, que incluía planes de contingencia contra Cuba, operaciones Encubiertas, métodos de ejecución, infiltración y subversión, sabotaje, Operaciones de guerrilla, un ataque desde Guantánamo y la destrucción del
Régimen de Castro a la que incluso se le puso fecha: el 3 de agosto de 1964
 
 

John F. Kennedy comparado con sus predecesores y sucesores: los Presidentes de EEUU desde la Postguerra (1945-2004)

Haciendo una comparación con los predecesores y sucesores de Kennedy, nos encontramos con Presidentes de varios tipos y talantes políticos y personales: casi todos tuvieron amantes, tan solo Nixon, Carter, Ford, Reagan y los Bush no destacaron en esta faceta. Los hubo con sueños idealistas como Kennedy (Johnson y su "Gran Sociedad", y Carter y su "visión religiosa de la política", intentando humanizar la política exterior de EE.UU), los hubo carismáticos como Kennedy (Nixon, aunque antipático tenía carisma, al igual que Eisenhower en sus inicios en política, Reagan y sobre todo Clinton), los hubo inflexibles (Truman, Nixon, Reagan y Bus Padre), con presidencias grises y sin apenas logros (Eisenhower, Ford), los hubo con perfiles políticos y personales similares a los de Kennedy (Carter y Clinton), y los hubo "manejables" para los grupos de presión y consorcios industriales (Johnson, los Bush) y "menos manejables" al igual que Kennedy (Eisenhower, Nixon y Clinton).

Truman fue quizás el más distinto de todos a Kennedy: de avanzada edad, con honestidad personal probada, entregado a la causa patriótica de su país, enormemente experto en su debut como Presidente, y con unas excelentes relaciones con la CIA y la cúpula militar. Pasará a la historia como el único hombre que tuvo que tomar, hasta hoy y esperemos que por mucho tiempo, la difícil decisión de arrojar una bomba atómica.

Eisenhower fue su predecesor directo, y su presidencia, aparte de lograr acabar con la Guerra de Corea, apenas obtuvo más. Se mostró débil ante la URSS (Suez, Budapest), y sólo reaccionó iniciando los vuelos espía de los U-2 sobre la URSS, y empezó a perder la carrera espacial. Tuvo una amante a pesar de su edad.

Johnson fue un Presidente claramente manipulado y desbordado por los acontecimientos. Estuvo hipotecado por la Guerra de Vietnam y esta supuso el fin de su carrera política, llegando incluso a cambiarle el carácter. Gustaba de "competir" por el número de amantes que tenía, aunque una de ellas, una estudiante, le dejó por no poner fin a la Guerra de Vietnam. Su "Gran Sociedad" quedó en casi nada en parte por la guerra, aunque sus esfuerzos e intentos por mejorar la educación, la sanidad y las pensiones, además de los derechos civiles, no han obtenido posteriormente el reconocimiento que merecen. Johnson logró el derecho a voto para los afroamericanos.

Nixon fue también muy distinto a Kennedy. Nixon no tuvo (ni buscó) ninguna amante. Su papel fue principalmente de un político conservador que tenía objetivos políticos claros. Su atormentado carácter, Vietnam, la Crisis Económica y sobre todo el Watergate acabaron con su presidencia y se ganó fama de mentiroso, "tramposo" y de ser el exPresidente más odiado de la historia por haber puesto a los EE.UU en su crisis institucional más grave. Sin embargo fue el Presidente más creativo e imaginativo en política exterior, donde alcanzó importantísimas metas, y tras su muerte se "rehabilitó" su memoria.

Gerald Ford fue no solo el único Presidente que no ganó unas elecciones, si no el Presidente más gris de al menos el Siglo XX. Su semblanza comparada con la de Kennedy es muy distinta, y fue el menos carismático desde 1945, además de verse obligado a presenciar la derrota final en Vietnam en 1975, gestada por otros, y una "retirada parcial" de los EE.UU del mundo tras Vietnam.

Carter se propuso en algunos aspectos continuar la labor de Kennedy, aunque su humanismo e idealismo eran distintos a los de Kennedy. Cosechó éxitos y fracasos en su mandato, destacando el episodio de Teherán que acabó con su presidencia.

Reagan fue también muy distinto a Kennedy, si bien los 1980´s fueron muy distintos a los 1960´s de Kennedy salvo por el recudrecimiento de la Guerra Fría. Reagan lideró la reacción ultraconservadora y político-militar de EE.UU tras Vietnam, incluyendo la victoria en la Guerra Fría, e impuso a EE.UU como el líder económico y militar que era antes de Vietnam. Impulsó la Carrera Espacial, creó proyectos mastodónticos como la Iniciativa de defensa estratégica (Guerra de las Galaxias), acorraló a la URSS e intervino militarmente en Centroamérica y Oriente Medio.

Bush I consolidó la América conservadora de los 1980´s, inició los 1990´s y repuso a EE.UU como líder mundial con la Guerra del Golfo, además de contemplar el fin de la URSS y la Caída del Muro. Instaló a EE.UU en su actual papel de única Superpotencia del Mundo.

Clinton es sin duda el Presidente que más similitudes presenta con Kennedy. Sus escarceos amorosos, su idealismo mezclado con pragmatismo y política real, además de su carisma, lo hacen enormemente parecido a Kennedy y dan una idea aproximada de lo que pudo haber sido un Kennedy que hubiese agotado 8 años como Presidente, es decir que no hubiera sido asesinado.

Por último, Bush II es, al igual que su padre, un político muy distinto al estilo de Kennedy. Intentó resucitar la Guerra de las Galaxias de Reagan, pero el enorme déficit presupuestario provocado por los gigantescos gastos militares de 2003 y un débil dólar, junto con los acontecimientos de su presidencia (11-S) le han hipotecado a constantes intervenciones militares, y el bagaje final de su gestión no parece nada halagüeño; se da casi por seguro que no será reelegido en Noviembre de 2004.
 

El desmesurado buen trato de la historia a Kennedy

Sin duda la historia ha tratado bien a Kennedy, al tratarse de un mito, pero mi opinión es que lo ha tratado demasiado bien teniendo en cuenta sus limitaciones y los muchos errores que jalonaron su presidencia, aunque sin negar por supuesto sus aciertos.

Sus aciertos ya los he tratado en otro epígrafe anterior, y también sus desaciertos, por lo que si la historia dice, como muchos opinan, que Kennedy fue el mejor Presidente de los EE.UU, creo que la historia es injusta. Otra cosa es decir, como yo opino, que Kennedy fue el Presidente más querido y con más carisma de la historia de los EE.UU.

La leyenda dice que con Kennedy no habría habido Guerra de Vietnam, tal como sostienen algunos expertos sobre todo tras la entrevista de Cronkale a Kennedy en el verano de 1963, pero la mayoría de los historiadores y politólogos coinciden en señalar que no habría podido resistirse a las circunstancias, las presiones y los intereses que apuntaban a la inevitabilidad de esa guerra. Por encima de su idealismo y del romanticismo de su recuerdo, sus asesores le habrían dicho definitivamente en el dramático bienio 1964-65 (como hicieron con Johnson) que debía lanzar la guerra en el Sudeste Asiático, y él no habría podido negarse aunque lo hubiese hecho de otra forma, aunque no fuera más que para mostrar esa energía de la que le acusaban de carecer en la lucha contra el comunismo. Además conviene recordar que fue la Admón. Kennedy la que aceleró la intervención en Indochina, la que dio el apoyo tácito para eliminar a Diem en noviembre de 1963, la que envió a casi 1.000 consejeros y 15.000 soldados allí, y la que comprometió su lucha anticomunista mundial con la suerte de Vietnam.

Y qué decir de sus errores (Bahía Cochinos), los tratos secretos de su familia con la mafia, y las constantes aventuras sentimentales que ponían en peligro la Seguridad Nacional.

La realidad es que la historia le ha tratado bien a Kennedy porque su muerte ha obligado en cierto modo a ver de él sólo su "parte buena", su "cara amable", que sin duda la tuvo, pero no lo peor de él, sus acciones más oscuras.
 

Ejercicio de política Ficción: ¿qué habría pasado si no hubiese sido asesinado John F. Kennedy?

Todavía hoy, 40 años después de su muerte, persiste el mito de que de no haber sido asesinado, con Kennedy la historia (la historia de estas últimas cuatro décadas) habría sido distinta, y habría sido mejor.

He elaborado un ejercicio de política ficción basándome en hipótesis, en opiniones personales y en las opiniones de algunos expertos para desarrollar año a año lo que habría sido la década de los 1960´s con Kennedy como Presidente, y las posteriores tres décadas, para comprobar si realmente la historia hubiese cambiado o no.

Comenzando por el mismo día del Magnicidio, 22 de Noviembre de 1963, de no haberse producido este Kennedy habría completado su visita a Texas como comienzo de su campaña presidencial para un año después ser reelegido. Habría tenido problemas para calmar a las distintas familias del partido demócrata que se peleaban por el poder en Texas, y para recaudar votos en este y otros Estados del Sur.

Para comienzos de 1964, Kennedy se habría encontrado con un rumor sobre un posible Proceso de Impeachment o destitución presidencial contra él. Ahora se ha sabido que semanas antes del Magnicidio se iniciaron los primeros y tímidos pasos para un Impeachment contra Kennedy por fundamentalmente dos motivos: los escándañlos sexuales del Presidente, que eran un secreto a voces en Washington y que pusieron varias veces en grave peligro la Seguridad Nacional, y las varias ocasiones en las que se demostraría "negligencia y tibieza" de Kennedy en la lucha contra el comunismo. Tras el Magnicidio, los primeros pasos para iniciar el Impeachment se silenciaron por respeto a Kennedy, pero de haber vivido el proceso hubiese seguido adelante agitado por los enemigos de Kennedy y sobre todo por sus rivales políticos, el partido republicano. Habría durado meses y hubiese sido muy parecido al debate e inicio de Impeachment que Clinton sufrió en 1998 y que finalmente acabó en nada para 1999 por el apoyo del pueblo norteamericano a Clinton. Con toda seguridad Kennedy también habría tenido ese apoyo, pero esto habría empañado su carrera, le habría dificultado su camino a la reelección, habría bloqueado algunas decisiones políticas de su administración, e incluso le habría puesto en apuros para presentarse a la reelección en 1964.

Con todo, Kennedy habría sido reelegido en Noviembre de 1964 y hubiese iniciado su segundo mandato con un tema estrella: Vietnam.

Es un mito muy extendido que con Kennedy no habría habido Guerra de Vietnam, ya que él planeaba retirarse de allí, ahora bien, ¿cómo iba a retirarse de Vietnam el hombre que precisamente incrementó la escalada militar en ese país, de 1.000 soldados estadounidenses a comienzos de 1961 a más de 16.000 a finales de 1963? Por si fuera poco, las presiones de importantes sectores del país y de la cúpula militar para iniciar una intervención militar en Indochina eran muy grandes, así que concluír que Kennedy se habría retirado, como algunos sostienen, de Vietnam, es descabellado.

Kennedy habría tenido que intervenir en Vietnam aunque lo hiciera más pausadamente de cómo lo hizo Johnson. Fueron los propios asesores de Kennedy los que dirigieron la Guerra tras su muerte con Johnson, comenzando por el todopoderoso Secretario de Defensa McNamara, el auténtico apóstol de la guerra que finalmente hubo de retirarse de la política por el fiasco de Vietnam.

Pongamos que el incidente del Golfo de Tonkín se hubiese retrasado un año, hasta el 65, y que no fuera en ese año si no en el 66 cuando comenzase la guerra de verdad para los EE.UU con el desembarco de los Marines de Da Nang. Todo esto no hubiese supuesto grandes cambios, y la guerra habría seguido su curso. Aunque para Kennedy, al estar en su último mandato, Vietnam no hubiera supuesto el desastre personal que supuso para Johnson, que se retiró de la política frustrado en 1968, Vietnam habría sido un pésimo broche para la Admón. Kennedy, que concluiría sus días en enero de 1969 con una guerra perdida, entregando el testigo a Nixon, igual que le sucedió a Johnson. La Guerra de Vietnam se habría producido con o sin Kennedy, en esto no hay ninguna duda, y el resultado con este habría sido idéntico.

En otros asuntos, su obsesión personal con Castro habría logrado que la CIA eliminase por fin y tras varios intentos al líder cubano, podemos decir que en 1966 ó 1967, al igual que la CIA se desembarazó de El Ché.

También hay muchas posibilidades de que hubiese ordenado la invasión de Cuba para finales de los 1960´s, 5 años después de la Crisis de los Misiles, cansado de que le acusaran de debilidad contra esta isla y contra la URSS, y con Moscú enfrascado en luchas internas por el poder. Se sabe que Kennedy no tenía ninguna intención de respetar su promesa personal de no invadir Cuba dada en octubre de 1962, y para 1967 ó 1968 la situación habría cambiado y probablemente hubiera invadido Cuba o al menos ordenado a la CIA promover un golpe de Estado pro-norteamericano.

Habría intervenido en la Rca. Dominicana en 1965 como hizo Johnson, y todas las iniciativas de este en política exterior y en política doméstica (derechos civiles y la "Gran Sociedad") habrían sido muy parecidas con Kennedy.

La Guerra Fría se hubiese "calentado" porque con toda seguridad, a partir de 1965 Kennedy habría endurecido su política hacia la URSS, apremiado por los sectores del poder que le acusaban de comenzar como un pacificador con Kruchev y de ceder ante los envites del líder soviético. Conviene recordar que Kennedy comenzó tibiamente en 1961, con la Conferencia de Viena y la construcción del Muro de Berlín y otros episodios, y hubo de mostrar más firmeza en la Crisis de los Misiles ya en 1962, por lo que cabe pensar en una actitud más dura "in crescendo" en su segundo mandato, aún a pesar del, por otra parte admirable, discurso de "todos vivimos en este planeta, y todos somos mortales".

La escalada y el descalabro en Vietnam le habría llevado a mediados de 1968, justo después del Tet y al final de sus dos mandatos, al punto más bajo de toda su Presidencia, por lo que sus asesores quizás le hubieran aconsejado alguna maniobra para suavizar la derrota en Vietnam, quizás conversaciones de paz o un intento de arreglo similar al de Eisenhower en Corea en 1953, para no pasar a la historia como un Presidente que se retiraba con una derrota militar, como el primero en perder una guerra.

Habría logrado su objetivo de llegar a la luna, y seguramente lo hubiese conseguido un año antes, en 1968, apremiando a la NASA para que lograse llegar a la luna antes de que acabase su mandato, si bien existe la posibilidad de que sus prisas y presiones a la agencia hubieran dado como resultado un accidente espacial como el del Challenger.

Tras el final de la Presidencia de Kennedy, en enero de 1969, con un balance agridulce, el Vicepresidnte Johnson se habría presentado a las elecciones y las habría perdido a manos de Nixon, que llegaría al poder con su discurso de "paz con honor en Vietnam" tal como sucedió, y su apelación a la "minoría silenciosa" que clamaba un cambio en EE.UU.

A partir de aquí la historia sería idéntica acomo fue: Nixon, que ganó por prometer la retirada hororable de Vietnam, habría bombardeado Camboya en 1970 y prolongado la guerra aunque ralentizándola y a menor intensidad otros 4 años, completándose la retirada americana en enero de 1973, y consumándose la derrota en abril de 1975 con la humillante Caída de Saigón. Nixon habría llevado a cabo el fin de la paridad dólar/oro en 1971. Las Guerras en Oriente Medio darían como resultado la Crisis del Petróleo de 1973, y unos ladrones habrían irrumpido en el edificio Watergate para espiar al partido demócrata en 1972, dando como resultado la mayor crisis institucional de la historia de EE.UU y provocando la dimisión de Nixon en 1974, con el resultado de un país derrotado en Vietnam y avergonzado, y amenazado su sistema democrático por el Watergate. La Presidencia de Gerald Ford habría sido igual de gris y con una retirada norteamericana en casi todos los frentes de la Guerra Fría, Carter hubiese llevado a cabo su mandato repleto de luces y sombras y con la Crisis de los Rehenes como colofón, y en 1981 Reagan iniciaría la reacción ultraconservadora y la recuperación y derrota de la URSS de la década de los 1980´s. Bush Padre vencería a Sadam Hussein en la Guerra del Golfo, Clinton haría su Presidencia tal como fue, y el 11 de septiembre de 2001 un antiguo aliado de EE.UU llamado Bin Laden lideraría el atentado contra las Torres Gemelas y el Pentágono, iniciando el actual Presidente Bush Hijo las Guerras de Afganistán (2001) e Irak (2003).

La historia habría sido pues muy parecida con Kennedy, y en cuanto a él, se habría "jubilado" de la Presidencia con 51 años haciéndose millonario a costa de dar multimillonarias conferencias por todo el mundo, vendiendo sus memorias y dedicándose a los negocios de su familia. Para finales de los 1970´s habrían trascendido sus escándalos sexuales, y probablemente se habría divorciado de Jackie. En los 1980´s se dedicaría a hacer misiones de paz por todo el mundo como mediador o embajador de la ONU que le harían acreedor de premios (quizá el Nobel), e incluso fundaría una fundación con su nombre a favor de alguna causa. Moriría a finales de los 1990´s con 80 años.

Lo único cierto es que de no haberse producido el Magnicidio de Dallas, nunca hubiésemos conocido el nombre de Lee Harvey Oswald, y nunca habríamos visto las imágenes más vistas de la historia, las de su muerte, la famosa película Sapruder, y el Mito de Kennedy sería hoy mucho menor a como es; su figura sería recordada como la del último Presidente en morir, Nixon, o como la del próximo Presidente que previsiblemente desaparecerá, Reagan.

Por lo demás, como se puede ver tras este modesto pero creo que realista y bien calculado ejercicio de política ficción, la historia del mundo apenas habría cambiado, si acaso algunos pequeños detalles, sin la muerte de Kennedy.
 

22 de Noviembre de 1963: el comienzo del Mito

Mi conclusión es doble:

- JFK fue un gran Presidente

- JFK tuvo debilidades y desaciertos como los demás, y solo su muerte le convirtió en un mito y en un martir de un mundo mejor

El 22 de noviembre de 1963 comenzó su mito, principalmente porque fue asesinado y "caía bien a la gente", aunque sus aspectos positivos y sus cualidades son indudables.

Un hombre joven que ha llegado a la presidencia, que "cae bien", que logra avances en distintos campos, y que muere joven dejando mujer e hijos pequeños víctima de una oscura conspiración, todo eso convierte a un hombre corriente en un mito, y empequeñece sus errores. Esta es la explicación, en mi opinión, de la Leyenda Kennedy.

Es un fenómeno parecido a Clinton en 1998 cuando el americano medio le perdonó todos sus "pecados" a pesar incluso de haber perjurado en un testimonio judicial. A Nixon sin embargo no se le perdonaba nada; la gente le consideraba un buen político pero tenía mala imagen, no "caía simpático". Tuvo que irse humillado de la Casa Blanca y jamás se le perdonó el Watergate y su reacción posterior. Kennedy murió y se convirtió automáticamente en un Mito.

Mientras tanto, el Mito Kennedy, la Leyenda de Camelot, continúan, 40 años después.


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