NOMADS_ 
Mediterranean Perspectives
| Critical Journal of Social and Juridical Sciences

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ISSNe 2530-9722 - ISSN 1889-7231


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Official Journal of the EMUI_ EuroMed University

SEGUNDA ÉPOCA

Entre pasión e ideología no hay salto. Sólo aparente contradicción que no se resuelve en ‘reconciliación’ o síntesis. La dialéctica hombre-naturaleza es sólo una posición teórico-descriptiva, jamás praxis. Instinto y razón, ideología y pasión son momentos ‘diferentes’ de una misma relación. Diríamos que hay un primado de la pasión, pero que ‘después’ esa pasión deviene ideología. Porque, aunque la historia ya no nos pertenezca, vivimos en ‘esta’ historia. Somos actores de un momento histórico. NOMADS_ Mediterranean Perspectives es hija de la razón pasional. Querer hacer, querer hablar. Lo que echamos en falta. Desde el Mediterráneo, hacia el Mediterráneo. Y así hemos pretendido hacerlo en los cuatro primeros números de la revista. Los números 01 y 02, en edición convencional, 03 y 044, en soporte virtual. Y han pasado ya ocho años. Tiempo suficiente para reconducir nuestra mirada. Vernos frente a una realidad ‘diferente’, que los media nos describen (que se describe mostrándose bajo acontecimientos de lo más dispar), para leer realidad con esa misma realidad-otra. Confiamos en que así se nos reconozca a partir del primer número de la Segunda Època, 05 (2017-2018), que ya anunciamos. Gracias por seguir contribuyendo a que el el pensamiento crítico circule.

Román Reyes, Director-Fundador
Roma, Abril del 2017


MODALIDAD DE EDICIÓN

Si bien es cierto que cualquier perspectiva, con voluntad de análisis crítico y propuesta de soluciones, debe ser el objetivo de esta publicación periódica, no todo lo que acontece en el Mediterráneo, o en su espacio de influencia, es previsible. La estabilidad es aquí inestabilidad estable, que contamina la firmeza que debe caracterizar el trabajo de investigadores y expertos en el área EuroMed. Pero, aún así, es un elemento diferenciador del oficio de un intelectual comprometido. NOMADS_ es un observatorio de la realidad plural que es el Mediterráneo y de las estrategias de convivencia, obligadamente necesaria. Por estas razones los trabajos que la Redacción reciba  tendrán necesariamente dos niveles: a) aquel desde el que puntualmente (históricamente) surge la necesidad de reflexión, interviniendo en la naturaleza y estructura de los hechos; y b) aquel otra, que genera literatura sobre la diversidad de perspectivas teórico-críticas, que soportes como el nuestro pretenden fijar. Para ello hemos optado por la siguiente modalidad de edición: 1) será publicado en versión online todo artículo que, por su actualidad, haga referencia a acontecimientos de impacto, tan pronto como los evaluadores emitan un informe positivo; 2) una selección de estos trabajos será editado en formato convencional en el primer semestre del año 2018, por lo que al número 05 (2017-2018) se refiere.

Gracias, de antemano, por la colaboración que se nos preste

Editorial Board
Roma, Abril del 2017


PRESENTACIÓN || Madrid, Septiembre 2009

Excmo. Prof. Luis González Seara | EMUI_ Former President
Real Academia de Ciencias Morales y Políticas

La publicación científica on-line del EMUI_ EuroMed University, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicasconvertida ahora en la revista oficial del EMUI con el título de Nomads.Mediterranean Perspectives, inicia una segunda navegaciónpor el área mediterránea,dispuesta a examinar las cosas desde las perspectivas del nuevo proyecto de la Unión para el Mediterráneo, que sustituye al agotado Proceso de Barcelona. Se propone formular y desarrollar los temas económicos, jurídicos, culturales, políticos y sociales, desde una concepción amplia y profunda del Mediterráneo como una pluralidad de civilizaciones, culturas, lenguas y universos simbólicos. Ello permitirá plantear las cuestiones, no tanto como una alternativa de la globalización que algunos proponen, sino como una visión cosmopolita y tolerante  exigida por una sociedad abierta.

La cuestión mediterránea tiene una larga historia, vivida en torno a las orillas y las singladuras del viejo mar, últimamente amenazado por la degradación ecológica, camino de convertirse en un nuevo Mar Muerto. Con todo, este riesgo empalidece ante el conflicto político-militar planteado entre las dos orillas, que no viene de ayer, sino que se remonta a la Edad Media y a los días esplendorosos de Al-Andalus. Existe la tendencia a identificar el Mediterráneo con la tradición greco-romana que desarrolló sobre el mar latino la grandeza de Occidente, en medio de un clima templado, donde crecen la viña y el olivo, y donde se facilitan las comunicaciones, los trasvases comerciales y culturales entre las dos orillas. De ahí procede en gran  medida la modernidad europea, pero a veces se ignora que parte de la sabiduría y la ciencia helénica llegó a la Europa occidental a través de filósofos árabes, como Al-Kindi, Al Farabi, Avicena o Averroes. En este sentido, se hizo excesivo hincapié en que la obra  descubridora de Colón y Vasco de Gama cambió el centro de gravedad político del mundo, pasando del Mediterráneo al Atlántico. Ello, sin duda, se produjo con el Imperio español, primero, y el Imperio inglés, después, como muestra John Elliot en un libro reciente. Pero el papel histórico del Mediterráneo  no se hundió de la noche a la mañana. El monumental libro de Fernand Braudel, El Mediterráneo y el Mundo mediterráneo en la época de Felipe II, vino a poner las cosas en su sitio en cuanto a la permanencia de la grandeza del Mediterráneo en múltiples dimensiones, más allá de la nueva singladura Atlántica. En el área mediterránea, se halla la mayor concentración artística del mundo moderno y la pasión de Braudelpor el temadebe mucho al humanismo mediterráneo de Paul Valéry. Un humanismo abierto al mundo islámico, a diferencia de lo que había planteado el historiador belga H. Pirenne, para quien la conquista árabe del Oriente Medio y del Africa del Norte había significado la ruptura de la unidad mediterránea. Braudel valora las diversas fuentes que han alumbrado la civilización mediterránea, levantando su voz contra los prejuicios y los estereotipos de la hegemonía grecolatina y del orientalismo tradicional, para incorporar la cultura árabe. De esta forma, escribe Danilo Zolo en un libro reciente sobre La alternativa mediterránea, el Mediterráneo deviene en una especie de personaje histórico, que se impone como un protagonista en el mundo de las ciencias políticas y sociales, no sólo en Francia y en el resto de Europa. La “cuestión mediterránea” alcanza así un estatuto científico irreversible.

Sin embargo, no debe olvidarse que la cuestión mediterránea es también una compleja cuestión política mundial, que ha devenido en una de las áreas más conflictivas e inseguras del planeta. El proceso atraviesa todo el siglo veinte, comenzando por la política colonial de Francia, Inglaterra y otras potencias europeas, que se aprovecharon del hundimiento del Imperio otomano. Las dos guerras mundiales desembocaron en la fragmentación y división del mundo árabe islámico, al mismo tiempo que se fue estableciendo una influencia creciente de Estados Unidos en la zona. En la primera guerra, Francia e Inglaterra se repartieron, con la anuencia de la Sociedad de Naciones, el control de la formación de los Estados árabes en el área mediterránea. Después de la segunda Gran Guerra, se estableció la independencia política de los países árabes del Mediterráneo, salvo Argelia que lo hará tras su particular victoria bélica. Pero se producirá también un hecho nuevo. El antagonismo postbélico entre Estados Unidos y la Unión Soviética se hará sentir en sendos reparto e influencia: Turquía y los países del Golfo pérsico se alinearán con los Estados Unidos; Siria, Libia, Argelia y otros árabes islámicos lo harán con la Unión Soviética y el bloque comunista. La unidad mediterránea se hacía imposible, a lo cual se añadirá otra fuente permanente de conflicto: la creación del Estado de Israel y el desencadenamiento de lo que llamó Edward Said la “cuestión palestina”. Todavía la recta final del siglo veinte iba a deparar más sorpresas. El hundimiento del Imperio soviético, el fin de la “guerra fría” y del orden bipolar del mundo vieron desencadenarse nuevas guerras y conflictos, desde los Balcanes y el Líbano hasta Irak y Afganistán, mantenidos por las potencias occidentales, con la participación directa o indirecta de las naciones euromediterráneas.

Todo ello ocurre en una circunstancia histórica en la que se ha diluido un poco el temor de una “destrucción mutua asegurada”, para ser sustituido por el terror globalizado y los fundamentalismos violentos y suicidas que impiden el diálogo civilizador y democrático, en el que debe asentarse un nuevo orden mundial. Pero ese orden debe comenzar por ser observado en la nueva realidad europea. Hoy en día, cualquier cuestión mediterránea deviene siempre en una cuestión europea, pero algunos países miembros de la UE, como Francia, España e Italia, se han convertido en paladines de una política mediterránea europea, especialmente volcada sobre la zona más occidental del  viejo mar. Fue así como se creó., ya en 1988, un Forum mediterráneo abierto a terceros países, encargado de diseñar una política comunitaria para el Mediterráneo. Y fue así como, en 1995, bajo las presidencias de Francia y España del Consejo de ministros de la UE, se acordó celebrar una conferencia euromediterránea, que se reunió en Barcelona en noviembre de 1995, y acordó una Declaración para impulsar una política mediterránea global, donde la paz, la seguridad, la economía, las finanzas, la cultura, el Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos aparecían por primera vez  concentrados en un documento único. Los objetivos de la Declaración de Barcelona resultaron excesivamente ambiciosos, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades para el diálogo político, el desarrollo del fundamentalismo religioso y un terrorismo rampante que dificultaban la paz y seguridad de la zona. Diez años después, se declaró el 2005 como “año del Mediterráneo”, y bajo la presidencia de Tony Blair volvió a reunirse en Barcelona la Conferencia de Ministros de Exteriores. Ahora se limitaron mucho los objetivos, sobre un programa de trabajo concentrado en los temas de la inmigración, la justicia y la seguridad. Se puso especial acento en la lucha contra el terrorismo, sobre cuya significación se originó una gran controversia entre las delegaciones árabes y europeas. En todo caso, el Proceso de Barcelona fue esfumándose, hasta que llegó Nicolás Sarkozy  con un nuevo proyecto de mayor implicación europea: la “Unión para el Mediterráneo”, en fase de organización y actuación estratégica.

En este nuevo panorama se insertan los objetivos del Euro-Mediterránean University Institute (EMUI) y, específicamente, de la revista Nomadas. Tal vez una buena muestra de lo que se pretende con Nómadas lo constituye los temas abordados en su primer número: la hora de Africa; políticas sociales y socialdemócratas (Grecia y España); cambios en el proyecto europeo; hacia una nueva ciudadanía digital europea; la OCDE y el área mediterránea; la modernidad de los jóvenes y la identidad europea; la pasión mediterránea y los ciudadanos difusos; el ciberterrorismo y la ciberguerra; aspectos sociales del desarrollo en el área mediterránea ; el papel de la sociedad civil en un mundo postnacional; Mediterráneo e inmigración; presencia del Mediterráneo en la Agenda Europea; Sarkozy y la Unión para el Mediterráneo; diálogo entre culturas en el Mediterráneo; religión y política en Israel; la diferencia de la diferencia; las trampas de la subjetividad … Diversos temas tratados con autoridad por especialistas en sus respectivos campos y en su dimensión más amplia dentro de los objetivos del Instituto.

Se trata de pensar, una vez más entre todos, el Mediterráneo en su proyección universal, cuando la lechuza de Minerva parece fatigada de sobrevolar el viejo mar.


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