DICCIONARIO CRÍTICO DE CIENCIAS SOCIALES
Critical Dictionary of Social Sciences
Román Reyes (Dir)
Consejo Editorial | Editorial Board
(2009) [Isidoro Reguera, Babelia - El País, 27/06/2009] En colaboración con la Universidad Complutense la editorial Plaza y Valdés publica en España y México el Diccionario Crítico de Ciencias Sociales,
obra imprescindible para entender las posiciones teórico-prácticas en
ciencias humanas, sociales y jurídicas, de especial y prioritario
impacto en el espacio académico-investigador y profesional
contemporáneos. La obra, en cuatro tomos, que se edita también como
libro electrónico, está dirigida por Román Reyes, filósofo y sociólogo,
rector del Euro-Mediterranean University Institute en la actualidad.
Esta obra es fruto de su hercúlea capacidad de trabajo y organización,
y lleva su espíritu sincero, lúcido, libre, poco convencional. Como
se afirma, paradójica pero acertadamente, en la presentación, "ésta
pretende ser una edición completa de una obra compleja, por definición
inacabada". Con 432 firmas y 983 entradas, reedita los dos tomos ya
publicados (Anthropos, 1988 y 1991), con un número considerable de
actualizaciones y con nuevas entradas que desde entonces se han
recibido o solicitado, equivalentes a un 50% de la obra. Es de
agradecer que, en consecuencia, la editorial anuncie ya un quinto tomo
(Anexo I) para enero de 2010. El mero hecho de que una obra, monumental
además, se reedite acrecentada y up-to-date, después de veinte años, habla ya del valor que la comunidad intelectual le asigna. En
tanto que proyecto de muchos años y en permanente actualización, en
esta edición se mantienen entradas redactadas bajo condiciones
históricas, académicas y/o sociales diferentes que, en ocasiones,
recomendó duplicar algunas de ellas, con idénticas u otras firmas. Es
obvio que una obra con explícita voluntad de fragmento (un fragmento de
cuatro mil páginas), que hace, en este sentido, y con una superior
consciencia, de la necesidad virtud, haya estado abierta a cualquier
colaboración que, como señala su director, "respetando los principios
democráticos básicos y los derechos de personas y pueblos, así como un
mínimo de rigor científico, se nos ha hecho llegar". Sin
renunciar a la dimensión o voluntad académica que toda producción
intelectual conlleva, esta obra, más allá de cualquier academicismo, ha
debido asumir desde un principio la existencia de lagunas o sesgos con
respecto a la expectativa que generará y, especialmente, en relación
con los diccionarios convencionales, a los que no pretende suplantar.
En este contexto es importante destacar que en 1999 el proyecto,
diseñado en el año 1986, al que se habían adscrito por entonces otros
docentes e investigadores afines, se transformara en Grupo de
Investigación con el nombre de Theoria. Proyecto Crítico de Ciencias
Sociales. Ese mismo año se crea uno de los órganos más representativos
de ese Grupo de Investigación, Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas,
con registros en los más importantes índices de impacto y en cuya
presentación se lee, por lo que ahora interesa: "Con la publicación
del Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Terminología Científico-Social abrimos
ahora las puertas a otros analistas del lenguaje institucional,
especialmente a aquellos que, por su fidelidad a los principios básicos
del pensamiento libre y de la creatividad, no consiguen hacerse oír a
través de los canales de difusión y medios de promoción instituidos".
La presente edición recoge también los frutos de esta generosa oferta,
incorporando notables entradas de coautores hasta ahora desconocidos,
pero fieles a aquellos principios, que sometieron a debate sus ideas a
través deNómadas. La
vida y el pensamiento son sistemas abiertos que sólo se reproducen
renovándose sin cesar, sin sedentarismos. Los que han redactado los
términos de la presente obra circulan por vías nómadas. Gracias a su
trabajo, el lector se puede enterar de los nuevos inventos teóricos y
metodológicos en ciencias sociales. Esta obra abre tantas ventanas que
el lector corre el peligro de un resfriado mental. Pero la lectura de
un libro, si es que éste lo permite por sugerente, no es sólo un acto
de consumo. Al hilo de la lectura, el lector construye su propio
pensamiento a la intemperie, digamos, porque para ello debe
desconstruir el pensamiento del escritor. Parece más fácil desconstruir
un pensamiento fragmentario que un pensamiento sistemático, pero
seguramente es más difícil, porque el sistema fácilmente se viene abajo
como un todo. Jesús
Ibáñez, con motivo de la aparición del primer tomo de esta obra,
escribía en 1988 en estas mismas páginas sabias palabras: "Hay ciencias
nómadas y ciencias sedentarias. Las primeras son abiertas, proceden por
persecución itinerante (no buscan, encuentran), descubren nuevos
horizontes -inventan-, el científico se compromete con su objeto... Las
segundas son cerradas, proceden por reproducción iterativa (buscan:
trabajan en laboratorio), sistematizan los descubrimientos de las
primeras -archivan lo inventado-, el científico pretende ser neutral
respecto a su objeto... Sólo hay verdadera ciencia si se produce una
interacción entre los dos enfoques. De lo contrario, proceden en
paralelo el caos y el vacío". Que son de siempre los dos retos,
tentaciones, riesgos del pensar. Su dialéctica, sin embargo, es la de
la grandeza. A ver si hay grandes archiveros de este monumental invento
fragmentario. _
(1988) Menú para apocalípticos e integrados. Maneras enfrentadas de enfocar la realidad [Jesús Ibáñez, El País, Madrid 7.Agosto]
Ha querido el destino que aparezcan simultáneamente la segunda edición del Tratado de Sociología (1) y la primera de la Terminología Científico-Social. Aproximación Crítica (2). Dos obras de envergadura, cuya publicación debería ser el comienzo de un diálogo. Efectivamente, la Terminología ... nace con voluntad de réplica -pretendiendo ser su complemento- de la primera edición del Tratado .... Las sociologías exotérica y esotérica frente a frente. Bajo
la dirección de Salustiano del Campo, padre y promotor de la sociología
española institucionalizada, apareció en 1985 un Tratado de Sociología en
dos tomos. Tal vez en parte por dirigirse a un público cautivo, su
éxito de ventas fue clamoroso: el día de su presentación no había ya
ejemplares en las librerías. Escrito por los especialistas más
renombrados de nuestro país (27 profesores, la mayoría catedráticos, de
nuestras universidades), resume con rigor los paradigmas imperantes en
la sociología académica. Aunque sólo éstos: así, por ejemplo, Francisco
Alvira, en su por otra parte magistral capítulo sobre la investigación
social, se olvida casi del grupo de discusión (le dedica media línea).
Con esta salvedad, es el mejor tratado escrito en España, y no
desmerece de los escritos en otras latitudes. Ahora, además de corregir
y aumentar los capítulos anteriores, se añaden otros: sobre temas tan
importantes como personalidad, socialización y control social, clase
obrera, opinión pública, conflicto social y movimientos nacionalistas
en las sociedades avanzadas. La estructura del Tratado ... es cerrada (los temas están ordenados sistemáticamente), la de la Terminología ... es
abierta (los temas están ordenados alfabéticamente). Las referencias
del primero son librescas (es abstracto), las de la segunda son
mundanas (es concreta). Dirigido
por Román Reyes con más de 300 artículos escritos por 202 generalistas
(19 no españoles), expresa desde el prólogo una voluntad crítica.
Figuran en su índice la mayoría de las firmas más prestigiosas del
pensamiento español: como García Calvo, Gustavo Bueno, Martín Santos,
Savater y Sádaba, Echeverría y Gómez Pin, Gil Calvo, Alburquerque,
Lozano y Abril y Peña-Marín, Pereña, Ortí ... Interdisciplinar y no
académica, intenta cubrir todo el campo de las ciencias sociales: no
sólo la sociología, sino también la psicología, la ciencia política, la
economía, la filosofía, el psicoanálisis ... Pero hay un cierto
desequilibrio entre las áreas: pese a que el núcleo de autores son
profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la
Universidad Complutense, las áreas mejor cubiertas son otras
(filosofía, psicoanálisis, lingüística y semiótica, economía ...) y
faltan términos importantes (en parte porque algunos colaboradores no
enviaron a tiempo sus contribuciones): así, por ejemplo, no figura el
término "clases sociales". Los editores de la Terminología ... expresan su intención de completarla en futuras edicioens. Es una obra estructuralmente abierta, mientras que el Tratado ... lo es sólo coyunturalmente. Hay
ciencias nómadas y ciencias sedentarias. Las primeras son abiertas,
proceden por persecución itinerante (no buscan, encuentran), descubren
nuevos horizontes --inventan--, el científico se compromete con su
objeto ... Las segundas son cerradas, proceden por reproducción
iterativa (buscan: trabajan en laboratorio), sistematizan los
descubrimientos de las primeras --archivan lo inventado--, el
científico pretende ser neutral respecto a su objeto. Las primeras son
teoremáticas; las segundas, problemáticas. El Tratado ...resume muy bien la sociologóa sedentaria, la Terminología ... se abre muy bien a las ciencias sociales nómadas. El
conjunto de los dos enfoques constituye un dispositivo doblemente
articulado. Una segunda articulación nómada refleja y refracta en el
pensamiento los cambios que se producen en el mundo. Una primera
articulación sedentaria ordena ese pensamiento. Sólo hay verdadera
ciencia si se produce una interacción entre los dos enfoques. De lo
contrario, proceden en paralelo el caos y el vacío. Es
curioso que entre los elencos de autores de las dos obras que
comentamos (29 más 202) sólo hay un solapamiento: Jesús Leal, que
parece destinado a ser hombre puente. Lo que indica que el diálogo
puede ser un diálogo de sordos. Las ciencias sociales están escindidas
desde la raiz (sociología/socialismo) a las puntas
(orgánicos/críticos). Lo que no debe chocar, si es expresión de una
sociedad escindida. El
diálogo que no se produce del lado de la escritura, ¿se producirá del
lado de la lectura?. Para iniciar al lector a leerlas juntas las
juntamos en esta nota. La sociología no formará conjunto mientras los
orgánicos y los críticos no estén juntos.
(1) Ed. Taurus, Madrid 1988 (1 y 2), 492 y 435 pp., 2.575 y 2.350 pts. (2) Anthropos, Ed. del Hombre, Barcelona 1988, 1051 pp., 5.400 pts _
OTRAS RECENCIONES
(1988) José Luis Izquieta Etulain. En Estudios Filosóficos, Valladolid, vol. XXXVII, nº 106 (septiembre-diciembre), p. 609 (1992) Lorenzo Fernández Franco. En Revista Agustiniana, Madrid, vol. XXXIII, nº 103 (mayo-agosto), pp. 1183 s. (1993) Rafael Lazcano González. En Revista Agustiniana, Madrid, vol. XXXIV, nº 104 (mayo-agosto), pp. 735 s. |