NÓMADAS - REVISTA CRÍTICA
DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS 12-2005/2 | Universidad Complutense de Madrid | ISSN 1578-6730 |
Ética en las relaciones laborales en tiempos de
globalización |
Armando J. Camejo >>> CV |
Friedrich
Nietzsche
interpretación moral de los fenómenos
RESUMEN.- En el presente ensayo se
analiza el papel de la ética en las relaciones laborales en tiempos
de globalización En este análisis se destaca algunas consideraciones
generales del problema caracterizado por el fenómeno de la globalización
como eje motor de esos nuevos valores y esa
nueva ética del trabajo fundamentados en una nueva forma de acumulación
marcada por el consumo en el sistema capitalista emergente, que consiste
en la aplicación del conocimiento al conocimiento mismo.
Palabras Claves: ética, relaciones
laborales, globalización y reestructuración capitalista
1.- Introducción | 2.- Algunas consideraciones
generales del problema | 3.- Globalización
un fenómeno actual pero de vieja data | 4.- La reestructuración
capitalisa y el proceso de globalización | 5.- Los efectos perversos de la
globalización en el trabajo |6.- A modo de conclusiones | 7.- Bibliografía
“Hay que desviar la
mirada hacia otros lados porque la concentración en…los acontecimientos
de interés inmediato, es una forma de hipnosis y el hombre debe dejar
su mente libre para comprender el alma del mundo…De modo que le recordaría
al lector, y también al escritor, pintor o músico, que hay
amaneceres, estrellas y sentimientos que no están en el primer plano
de lo cotidiano. El hipnotizador no puede hipnotizar a alguien que desvía
la mirada y que ve otras cosas”
Los tiempos actuales están
unidos a grandes
cambios. Esta situación ha llevado a la humanidad a considerar dentro de sus espacios de
actuación el pensar en nuevos paradigmas que no son más que
el producto del desarrollo tecnológico
y comunicacional de la época. Aunado a ello, aparecen elementos societales
como crisis de valores y nuevas formas de pensar
e imaginar las transformaciones y los cambios que llevan consigo estos fenómenos
globalizantes y que por lo demás tocan elementos que nos invitan
a repensar el momento en que actuamos como naciones en los procesos productivos
Los procesos a los que nos
referimos, Están atados a una amplia variedad de factores, que pretenden buscar respuestas a las circunstancias
de un nuevo mundo caracterizado por el individualismo que empuja a ampliar
aun mas las grandes brechas entre los sectores que
conforman la vida económica de un país
Por ello, el capitalismo,
tiende hoy ha estar inserto dentro de varias
implicaciones, se trata de la redefinición
del modelo cuyos efectos se manifiestan en los distintos
ámbitos económicos y sociales de las naciones y más aun en el contexto de las relaciones laborales, fundamentalmente se dice, que
hay detrás de todos esto cambios globalizadores que invocan una nueva valoración de la concepción ética
– societal redefinida por esos cambios a nivel mundial, trayendo como consecuencias
implicaciones en el contexto de la realidad
venezolana.
2.- Algunas
Consideraciones Generales del problema
El
proceso Globalizador, irrefrenable traen consigo grandes cambios que se
configuran en mostrar los alcances de una perspectiva
ética, que –mediada por la nueva revolución
tecnológica- privilegia la productividad y la competitividad como
valores sustantivos de toda actividad económica.....] Esos
nuevos valores y esa nueva ética del trabajo, están a su vez
fundamentados en una nueva forma de acumulación marcada por el consumo
en el sistema capitalista emergente, que consiste
en la aplicación del conocimiento al conocimiento mismo.
No se trata ya de un modelo
basado en la fuerza-músculo de los trabajadores,
sino en el conocimiento como correaje del plus - valor en
la actividad productiva (Drucker, 1998).
Ese proceso se refuerza con las innovaciones tecnológicas aplicadas
al proceso económico y la reingeniería de procesos, basada
en las altas exigencias de competitividad en el mercado.
En este sentido Parra (2003) señala: “No sólo desaparece
el empleado de [...cuello azul...], sino también
el peso de las organizaciones sindicales que sirven de resguardo a las garantías
laborales”. Este tipo de capitalismo, tiene efectos importantes en
el empleo, en los ambientes de trabajo y en las relaciones laborales.
La reingeniería de
procesos, aplicada con la finalidad de reducir los altos costos operativos
empresariales, produce altos índices de desocupación laboral.
Rifkin dice que la automatización “…conduce
vertiginosamente a la economía global a un futuro industrial sin
trabajadores” (Rifkin, 1996; p. 28). En el caso de América
Latina, los efectos de la innovación tecnológica y las exigencias
en los patrones de competitividad en el mercado, han puesto en jaque los
perfiles tradicionales de la demanda de mano de obra. Cada vez más
se establecen necesidades ligadas al manejo de las tecnologías en
red (software) como parte sustancial de la
formación de recursos humanos en la era microelectrónica.
El abordaje de la propuesta
ética en las relaciones laborales en
ese proceso de redefinición del capitalismo, parte del argumento-hipótesis
según el cual, se trata de una visión del mundo y de los acontecimientos
humanos que rescata la misión profesionalizante como
valor supremo del proyecto de vida: la ética protestante (Weber, 1997). Se analizarán también las consideraciones
hechas por Parra (2002) acerca de la inscripción
de esa especie de ética re-visitada, en
el discurso y los preceptos judeo-cristianos. Todo ello, con amplias consecuencias
en la configuración del ámbito político-social internacional.
Diversos autores también se pretenden analizar
para profundizar el tema de la ética en las relaciones laborales en tiempos de globalización. Un largo camino
se ha tenido que recorrer desde los estudios de Weber
(1997) hasta los escritos de Giddens y Hutton (2.001); Castells (2.001);
Mires (2.000); Vergara (1.997); Rifkin (1.996); García (1.998); Mattsura
(2.000) entre otros, pasando por los informes de
§
¿Cuáles son
los fundamentos ético-laborales del actual proceso de globalización
y cuáles son sus efectos en la realidad Venezolana?
§
¿En que medida en esta
cultura prevaleciente, tienen vigencia los conceptos del “bien común”,
derechos humanos, justicia y solidaridad? ¿Hasta dónde la
lógica de los mercados se concilia con esos valores?
§
¿Hasta dónde
es posible pensar la actividad económica como autónoma, ante
la fuerza de la moral?
§
¿Hasta dónde
los conceptos de justicia social, equidad y solidaridad, pueden definir
el proceso de globalización en América Latina?
§
¿Cuáles son
los principales efectos de la aplicación de las nuevas tecnologías
de la información y de la comunicación, en las relaciones
laborales en el contexto venezolano?
§
¿Los nuevos espacios
de subjetividad que se afianzan en la actual redefinición del capitalismo,
producen nuevos fundamentos éticos en nuestras sociedades?
§
¿Cuál es el
nuevo contexto cultural que se produce como efecto del proceso de globalización
en Venezuela y cuáles son sus consecuencias
en las relaciones de trabajo?
3.- Globalización
un Fenómeno Actual pero de Vieja Data
La globalización es
un fenómeno que no es reciente, durante la época
de Adán Smith, la construcción
del capitalismo sustento su base en la expresión
del mercantilismo bajo el argumento de un intenso
intercambio de bienes, la complementariedad de las naciones, la identificación
de las ventajas competitivas y la intensificación del comercio
internacional, aquí encontramos un proceso de cambio y desarrollo
sustentado en la generación de nuevos vínculos en entornos
sociales sometidos a las exigencias de un capitalismo creciente que configuraba
las comunidades de nuevas formas, exigiendo a las personas la adaptación
y la adecuación a nuevos medios de transporte, comunicación,
consumo y nuevas condiciones de vida y gestión política.
Ingresado en el siglo XX el
proceso de globalización o como algunos autores denominan la segunda
globalización, responde a la época de posguerra que siguió
a la primera conflagración mundial, que trajo como resultado entre
otras cosas además de la intensificación del comercio y
las relaciones entre las naciones, el uso intensivo de las nuevas tecnologías
como ser el automóvil, el teléfono, maquinaria sofisticada,
el motor de combustión interna, etc. Este proceso se intensifica
luego de la segunda guerra mundial cuando encontramos que los niveles de
industrialización superan todas las expectativas, y de la mano de
los procesos de reconstrucción de vencidos y vencedores, se generaron
las nuevas civilizaciones que se constituyeron en los paradigmas políticos,
económicos y sociales de la modernidad exacerbada, basada en un policentrismo
distribuido entre Estados Unidos, Japón y Europa en proceso de consolidación
por aquel entonces.
Hacia finales del siglo XX
y con la caída
del muro de Berlín en 1989, el movimiento globalizador consolido
tercera etapa cuyo espíritu incluye varias
nociones que devienen entre categorías tales como
postmodernidad, postcapitalismo, o era
postindustrial, mas que cualquier categoría que se
asuma al respecto. Este movimiento representa, una nueva situación
en la cual el post se usa porque en realidad no conocemos cuales son las
variables que la conformaran en los próximos años.
Esta nueva etapa nace signada por una revolución en distintos
campos, donde las tecnologías duras ya no son relevantes, dentro
de entornos en los cuales los conocimientos conforman el nuevo capital, donde
los recursos financieros circulan con mayor rapidez que los bienes, donde
las comunicaciones son totales, donde la red ha democratizado todos los
accesos, donde el sur ya conoce como vive norte, donde los pobres ya saben
como viven los ricos, donde las diferencias que siempre han existido ahora
están expuestas en todas sus dimensiones, ya no hablamos del apartheid
racial, ahora usamos esa palabra que implica segregación en el campo
de las tecnologías.
Los indicadores del proceso de globalización han estado signados por una serie de dispositivos que
se concretan en: a.- Intensificación del
intercambio, b.- Incremento de la interdependencia de las naciones, c.-
Aparición y dispersión inequitativa de nuevas tecnologías,
d.- Consolidación de nuevos centros de poder mundial, e.- Cambio
en los paradigmas económicos, f.- Cambios culturales y sociales,
g.- Nuevos medios de comunicación.
En este mismo orden , cabe
destacar que si bien todas estas etapas
globalizadoras tienen aspectos en común nos encontramos con que esta
tercera etapa se desarrolla en un entorno nunca
antes visto por lo cual los desafíos para todos los actores se encuentran
más allá de lo que nunca antes se vio, donde los riesgos
del fracaso son enormes. Finalmente vale la
pena hacerse esta interrogante: ¿El proceso globalizador
trae consigo un planteamiento ético societal para el contexto de las
relaciones laborales?
4.-
La globalización constituye
uno de los grandes fenómenos del mundo económico-social, cuyo
contexto se desdibuja en la integración geopolítica bajo
el imperativo de un sistema socio-cultural dominante, un mercado único
y un centro de poder multipolar hegemónico. Puede afirmarse que dicho
proceso tiene varias etapas. La primera de ellas, cuyo origen se remonta
a la época colonial, cuando la imposición de una cultura –entendida
como superior- aniquiló las estructuras culturales y políticas
del mundo conocido. Esa fuerza cultural se fundamentó en el catolicismo
emancipador, el mercantilismo y el feudalismo, como plataforma ideológica
y política.
Una segunda etapa de globalización
mundial, ocurre con el surgimiento de la revolución industrial. La
cultura hispánica se vio obligada a decidir en este período
– dada la desventaja tecnológica de España en el contexto
mundial de entonces- que las compañías de las indias orientales
se encargaran de difundir los valores proteccionistas del imperio, a fin de
preservar el control político y comercial de sus colonias iberoamericanas.
El proceso globalizador de
los mercados fue más extenso que el anterior. Sus herramientas principales
estuvieron marcadas por la era de la ciencia, el capitalismo y la idea de progreso.
Durante esta época se vivió un fuerte enfrentamiento entre
varias corrientes de pensamiento económico y social: la discusión
entre centro y periferia, por un lado; las tesis comunistas, impulsoras de
la economía de planificación centralizada donde el Estado funge
como protector y garante del desarrollo económico social; y el ideario
político-social del capitalismo libre anglosajón, cuyo origen
realza el principal postulado de Adán Smith: la mano invisible del
mercado.
Una tercera etapa globalizadora
se extiende y se expande hoy. Dispone de grandes innovaciones tecnológicas
ahora como la robótica, informática, telecomunicaciones,
ingeniería genética, televisión por cable, Internet
y otros avances tecnológicos impresionantes, más
radicales que las que impulsaron la revolución
industrial en su momento. Esta nueva globalización llamada infocapitalismo,
no tiene sin embargo, la capacidad para reemplazar linealmente las culturas
autóctonas, sin que se produzcan fuertes resistencias a nivel de
sus redes de expresión locales.
Las principales armas de esta
nueva expansión globalizante y civilizatoria son: la microelectrónica,
la aplicación del conocimiento al conocimiento mismo y la cybercultura. La onda Cyber
despliega un lenguaje mundial expresado
en códigos culturales que responden a los principios éticos
de Occidente. Esta insurgencia político-económica y cultural
tiene la particularidad de superponer, a través de sus redes mediáticas, los valores de uso sobre los valores de cambio. Jettin
(1996) afirma al respecto: “las innovaciones científicas llevarían
necesariamente a nuevos modelos de producción y de transformación
social como resultado de una definición de oportunidades tecnológicas
dictada por los nuevos paradigmas” (p.17)
Los actuales cambios tecnológicos
presentan un rostro distinto. Su influencia no sólo consiste en incidir
en las formas de producir los bienes de consumo masivo y redefinir los
modelos organizacionales empresariales para la competitividad en el mercado,
sino en trastocar el comportamiento de los individuos, sus relaciones de
trabajo y el mundo laboral en su conjunto.
El nuevo modelo globalizador
impacta de manera directa la generación del conocimiento, el proceso
educativo, los procesos productivos de mercancía, el comercio, los
servicios, y las relaciones económicas internacionales. Es decir,
ha ampliado el armazón de la frontera de producción y ha creado
nuevas formas de relaciones intersubjetivas a nivel mundial. Castells (1998)
define esta incursión económico-cultural en los siguientes
términos: A este nuevo modo del desarrollo del capitalismo denominado informacional,
en el cual la tecnología de la información ocupa el elemento
central para agregar áreas de producción y redefinir las otras,
generándose así una avalancha de innovaciones tecnológicas
que impulsan la productividad y al mismo tiempo reordenan y potencian al
nuevo modo de producción capitalista (p. 39)
Estos cambios en la esfera
económica se deben sin embargo, a un cambio de paradigma según
el cual, el patrón microelectrónica sustituye al modelo petrolero
(Pérez, 2002). En ese escenario, el conocimiento adquiere valor económico
y no sólo tiene una significación en el orden cultural. El
impacto de las redes culturales es avasallante, pero el valor del conocimiento
como factor de acumulación adquiere un sentido determinante en el
proceso productivo.
La información y el
conocimiento se han convertido en medios de producción y han desplazado
progresivamente al trabajo manual. El intercambio de producción y
conocimiento es la propia esencia del nuevo sistema financiero mundial, en
el que el dinero consiste exclusivamente en cifras que aparecen en ordenadores.
Los mercados financieros trabajan, en general, a una velocidad increíble.
No existe ninguna oportunidad de obtener beneficios a largo o medio plazo;
es decir, algunas estrategias utilizadas por los operadores se vuelven obsoletas
casi en el mismo momento de ser creadas, debido a la rapidez con la que otros reaccionan
o las sustituyen. Se trata de una economía
del conocimiento que ya es realidad y no supone una mera proyección
del futuro.
Hay sin embargo, algunos riesgos
importantes en esa nueva onda tecnológico-cultural. Castells (2001) advierte: “El resultado de este proceso
de globalización financiera es quizás que hemos creado un “autómata”,
que está en el corazón de nuestras economías
y condiciona nuestras vidas de forma decisiva”. (p. 87). Esto quiere decir
que la pesadilla de la humanidad no sólo radica en que la robótica
pueda eliminar los puestos de trabajos ni que los ordenadores del gobierno
vigilen nuestras vidas, sino en el carácter incontrolable de los
sistemas electrónicos que favorecen las transacciones financieras
intangibles.
En una nota
final Giddens y Hutton (2000) señalan que
“… en las condiciones de modernidad reciente, los dos polos de la dialéctica
de lo local y lo individual están constituidos por las transformaciones,
en la identidad del yo y la mundialización. Las relaciones ínter
subjetivas y la contextualidad de todo orden en
la sociedad del conocimiento, estarían marcadas así por vínculos
socioculturales de alcance muy amplio, mas allá de los microespacio
íntimos, directos y personales de modo que el yo y la sociedad estarían interrelacionados, por primera vez
en la historia, en un medio mundial” (p. 48).
En esta línea del pensamiento,
se introduce un nuevo espacio de discusión
que supone el surgimiento de nuevos esquemas de subjetividad en la relación
del yo individual y la sociedad informacional.
La Ética Capitalista
En la sociedad Occidental,
la “ética” (del griego ethika,
de ethos; “comportamiento”; “costumbre”), se refiere a los principios o pautas relacionadas con la conducta
humana. Es conocida también como moral (del latín mores; “costumbre”), razón por la cual el estudio de
esos principios y normas es llamado “filosofía moral. Se ha de aclarar
que cada cultura ha desarrollado un modelo moral-ético propio, y
códigos que se relacionan con el tipo
de ambiente que envuelve a la comunidad; su historia;
su psicología; su grado de desarrollo tecnológico; así
como muchos otros factores que influyen en la mentalidad
y en la convivencia de los seres humanos.
En líneas generales,
los filósofos procuraron determinar la bondad de la conducta humana,
teniendo en cuenta dos grandes principios fundamentales. El primero, la
conducta es buena en sí misma, lo que implica un valor final, deseable en sí mismo y no sólo como
medio para alcanzar un fin. El segundo, la conducta es buena porque se adapta
a un modelo moral concreto.
Si estudiamos el desarrollo
moral-ético a través de la historia, encontramos también
tres modelos de conducta principales. Cada cultura
o comunidad concreta los ha considerado como el bien más elevado.
Estos son: la felicidad o placer; el deber, la virtud o la obligación;
y la perfección, el más completo desarrollo de las potencialidades
humanas. Podemos indicar además, algunas otras líneas que sintetizan el desarrollo moral
y que han predominado en algún momento histórico concreto
o determinaron el comportamiento humano en algún contexto particular.
Para Monterroso (2001) ética es el sistema moral por naturaleza,
el cual juzga los actos del hombre y emite un juicio. La ética se
basa en los actos en los cuales los hombres actúan haciendo uso de
su libertad; es decir, la libertad se vuelve la base de la ética. Sin
libertad, no hay ética.
En el discurso de disertación
inaugural del Encuentro Internacional sobre Ética y Desarrollo (2000)
Enrique Iglesias, Presidente del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) planteó que la dimensión ética
del desarrollo se expresa en la vigencia en la vida social de valores morales
como el respeto a la verdad, la honradez, el sentido del deber y la justicia,
la consideración al prójimo, la solidaridad, el espíritu
de servicio y el anhelo de perfección. En
tal sentido, expresó: “si miramos la realidad de América
latina y del mundo en desarrollo a la luz de estos criterios, surgen con
claridad los grandes desafíos éticos a que ellos nos aboca. Desafíos que, en mi opinión, no sólo
se plantean a estos países, sino también
a las naciones del mundo rico y desarrollado” (p.4). En atención
al contexto que implica el despliegue del fenómeno globalizador,
los aspectos de orden ético se asoman en medio de grandes discusiones
que no parecieran dirimirse fácilmente.
Weber (1998) en su obra La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo
señala que el protestantismo fue quien concedió un sello claramente religioso al aspecto ético, en contraste con
la tradición católica y su relación con el trabajo.
En tal sentido, todo implica una exigencia moral; es decir, “el cumplimiento
en el mundo de los deberes que a cada cual impone la posición que
ocupa en la vida, y que por lo mismo, se convierte para él en el
trabajo” (p. 90) Igualmente puntualiza Weber, que no se trata de la ética
protestante ni el capitalismo en sí mismos, sino de la ética
protestante y el espíritu del capitalismo. Para Weber, el espíritu
del capitalismo se resume en el lucro del dinero
como valor más importante de la vida, el ejercicio del trabajo como
fin, la racionalidad y la austeridad.
Por ello, plantear la discusión
sobre ética y globalización resulta clave para comprender
los signos de la nueva sociedad infocapitalista y sus efectos en el conjunto
de valores que rigen los marcos de subjetividad en Occidente.
5.- Los Efectos Perversos
de
La nueva racionalidad en la
acumulación de capital –aplicación del conocimiento a aparatos
de generación de conocimiento- ha modificado radicalmente las condiciones
en las cuales se ejecuta la actividad laboral y los perfiles de la demanda
de mano de obra. En primer lugar, el desarrollo de nuevas tecnologías
y la automatización en los procesos productivos, tiende progresivamente
a prescindir de la mano de obra convencional y a generar altos índices
de desempleo. En segundo orden, las nuevas redes tecnológicas –incluida
por supuesto
Rifkin (1996) dice: “… las reestructuraciones
empresariales y la introducción de nuevas tecnologías que
deben permitir ahorros en los costes de fuerza de trabajo, dan como resultado
una mayor productividad, unos mayores beneficios y una disminución
en el número total de puestos de trabajo” (p. 18). Seguidamente advierte,
que el proceso de automatización “… conduce vertiginosamente a la
economía global a un futuro industrial sin trabajadores” (p. 28).
Conill (2000) destaca, así
mismo, que es innegable la tendencia actual hacia una globalización
económica creciente, facilitada y acelerada por las nuevas tecnologías
de la información y la de la comunicación. Es evidente, que
esta tendencia en el plano económico, no se traduce necesariamente
en un proceso auténticamente humano en el ambiente de trabajo.
Giddens y Hutton (2001) señalan: “La
economía del conocimiento está transformando nuestra propia
forma de vivir y trabajar, convirtiéndose en medios de producción
que han desplazado a muchos tipos de trabajo manual” (p. 41).
La investigación planteada,
prevé revisar toda una amplia información acerca del estado
del arte y de la cuestión en torno a estos temas. En lo posible,
se estima obtener una visión de conjunto de la problemática
relacionada con el caso venezolano.
Para concluir
se debe tener presente que en esta era, marcada por la tercera ola globalizadora, los desafíos
que enfrenta la humanidad son enormes en la medida en que esta en juego
la viabilidad de la misma dentro del largo plazo. La depredación
del medio ambiente, la devaluación social, la inequidad, las brechas
tecnológicas, las relaciones laborales y otros factores. Nos conducen hoy hacia diferencias
jamás vistas y que pueden desembocar
en procesos sociales violentos que busca de compensación no solo al
interior de las naciones sino también entre las propias naciones.
Por ello, es necesario tomar ahora la tarea de asumir el reto de
humanizar la globalización y este desafío que se vive en lo
político, social, económico, laboral y ecológico esta eminentemente vinculado
a un carácter ético, en el entendido
que la ética es el elemento que humaniza y racionaliza las relaciones
entre las personas, las comunidades y las naciones.
La sostenibilidad de la humanidad
ahora depende de la racionalidad con la cual se encaran los dilemas morales
emergentes de la situación actual y de la integridad con la cual
se atiende su solución sobre la base de la equidad, la justicia y
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