NOMADAS.8 | REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURIDICAS | ISSN 1578-6730

La guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
¿Una experiencia marxista?
[Anahí Alviso Merino]


RESUMEN.-
Palabras clave:
ABSTRACT.-
Key words:

Creo que mientras el imperialismo mundial siga imponiendo la sumisión y la explotación de los pueblos subdesarrollados, el único camino para la liberación será la lucha armada. Sólo así el mundo llegará a obtener una paz verdadera. Todos los demás caminos han sido creados por el propio imperialismo, obedeciendo a la razón de su propia existencia (…) La paz mundial sólo se conseguirá cuando el imperialismo internacional haya sido definitivamente derrotado, y eso sucederá cuando los ejércitos regulares hoy al servicio de ese imperialismo, hayan sido reemplazados por las fuerzas armadas populares. [Ernesto Rafael Guevara Lynch]
  Introducción
  Marco teórico
  La guerrilla: descripción general
  La guerrilla como método de lucha revolucionaria
  * El sujeto revolucionario
  El Ejército Zapatista de Liberación Nacional EZLN
  México: breve diagnóstico
  Conflicto armado de Chiapas: el levantamiento armado del EZLN
  Las Declaraciones de la Selva Lacandona
  * El sujeto revolucionario
  Conclusiones
  Bibliografía
  Notas

INTRODUCCIÓN

El interés fundamental que se persigue con este trabajo es a su vez coherente con la teoría marxista: someter a un análisis crítico la actualidad de algunas de las denominadas "experiencias marxistas" en un contexto especial, que es el latinoamericano. En concreto, se trata de la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México.

Hay tres características del pensamiento de K. Marx señaladas por el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez (1) que resultan muy apropiadas como primera aproximación a los planteamientos de este trabajo:

- La aspiración liberador
- La racionalidad crítica de lo existente
- La unidad de teoría y practica

Estas tres características, son las que parecen estar en el origen del EZLN y es por esto por lo que superficialmente se lo considera como una experiencia de corte marxista. Descubrir la coherencia de esta guerrilla con las ideas de Marx será pues el objetivo del presente escrito.

Al realizar este análisis se debe tener en cuenta otro elemento fundamental, que es el contexto: el Continente Latinoamericano.

La historia, la geopolítica, la economía y otros factores han dado lugar a que la recepción y la posterior lectura del marxismo sea diferente de aquella que tuvo lugar en Europa. Como señala V. Mikecin (2) "el marxismo en América Latina se ha enfrentado siempre a la necesidad de su aplicación a la realidad específica latinoamericana".

América Latina ha resultado ser históricamente el campo fundamental de la explotación del imperialismo y en consecuencia el pensamiento político de izquierda presenta una lectura distinta de la que se realiza en Europa de las ideas marxistas.

En este sentido, Michael Löwy (3) señala que "es específico de los latinoamericanos el antiimperialismo, la oposición de la cultura latinoamericana a la civilización capitalista yanqui, que replantea en una forma propia de nuestro continente, la oposición romántica europea (en particular alemana) entre Kultur y Zivilisation, o Gemeinschaft (comunidad) y Gesellschaft (sociedad)".

Esta especificidad es propia del marxismo romántico anticapitalista de los años 20, que servirá de raíz a un marxismo posterior que se enlaza más con la actualidad: aquél que comienza tras la renovación abierta por la revolución cubana y el guevarismo, "renovación revolucionaria, antiimperialista, voluntarista, antiposistivista y humanista del marxismo latinoamericano" (4). La revolución cubana rompe con toda una serie de modelos estratégicos y organizativos, cuestionando las corrientes marxistas que predominaban hasta entonces y haciendo surgir otras que destacan por su "influencia práctica, revolucionaria, la que se inspira, al promover la lucha armada, en la estrategia de la revolución cubana" (5).

Esta diferente interpretación del marxismo en este continente resulta ser un tema de gran interés que por desgracia sólo puede quedar brevemente señalado en el trabajo que nos ocupa, pero que es importante su mención para comprender el cariz de experiencias como la de la guerrilla.

La idea de retomar la actualidad del marxismo parte fundamentalmente de su categoría central: la praxis. Al analizar la experiencia zapatista que está teniendo lugar en México se ve que a pesar de su coherencia o incoherencia con el marxismo, es una experiencia a través de la cual se está intentando transformar el mundo con base en una crítica y un conocimiento de lo existente. El alcance y la coherencia que puedan tener se intentará descubrir a lo largo del trabajo, sin embargo no se debe perder de vista que en ella se articula el proyecto de emancipación, la crítica de lo existente y el conocimiento de la realidad a transformar. La praxis articula estos tres momentos. Así se ve que "el problema teórico (filosófico) fundamental es, por tanto, el problema práctico de la transformación del mundo humano, social; o sea, el de la autoproducción o cumplimiento del hombre, en un contexto histórico-social dado, en y por la praxis." (6)

El marxismo, como nueva práctica de la filosofía, es una opción, la que ha tomado en sus orígenes la guerrilla latinoamericana como modelo general "y de acuerdo con esta opción, tienen que dejar de limitarse a contemplar o interpretar el mundo y contribuir a su transformación" (7): es esto lo que, en parte, esta experiencia supone y es este por tanto su punto de partida.
 

MARCO TEÓRICO

La "Guerra de Guerrillas" de Ernesto "Che" Guevara servirá como punto de partida para analizar las bases teóricas de la guerrilla en Latinoamérica. Primero se analizará la guerrilla: qué supone así como la definición del método en sí; y posteriormente la figura del guerrillero o sujeto revolucionario. Finalmente, una vez comprendida esta base, se podrá pasar al tratamiento del EZLN.
 

La Guerrilla: descripción general

Al analizar la guerrilla en América Latina se debe partir indudablemente del modelo de guerra de guerrillas de Ernesto Guevara, surgido tras la experiencia de la Revolución de Cuba.

En este sentido, la guerrilla como método de lucha revolucionario para alcanzar el poder político forma parte de la diferente lectura que del marxismo se hace en Latinoamérica. De esta forma se puede afirmar que la lucha guerrillera ha dado lugar a las siguientes aportaciones a los movimientos revolucionarios en América:

La guerrilla como método supone por un lado la crítica a la vía pacífica, al determinismo, y por otro, representa la defensa de la filosofía de la praxis.

La sustitución de la fórmula "pienso, luego existo", por la de "combato, luego existo" ya la había planteado José Carlos Mariátegui (9) (1894-1930).

Mariátegui consideraba asimismo que "el marxismo, donde se ha mostrado revolucionario (vale decir, donde ha sido marxismo) no ha obedecido nunca a un determinismo pasivo y rígido" (10). Este peruano, antecesor ideológico y político del Che Guevara, pone de relieve que no es de revolucionarios sentarse a la puerta de su casa para ver pasar el cadáver del imperialismo.

El Che Guevara recoge este pensamiento así como las enseñanzas de la revolución cubana: la revolución rompe con las leyes de la dialéctica y con el materialismo histórico. Es por esto por lo que se pueden acelerar las condiciones, no hay que esperar a que se den todas las condiciones subjetivas y objetivas para la revolución.

En esto se ve fundamentalmente la crítica al determinismo del materialismo histórico, a la defensa de la ruptura de la vía pacífica a favor de que el foco insurreccional cree las condiciones y lleve a la revolución. Para Ernesto Guevara son los hombres los que hacen la historia.

Por otro lado, la guerrilla surge como defensa de la filosofía de la praxis: la esencia misma de la lucha de guerrillas es precisamente la disposición a morir no por defender un ideal, sino por convertirlo en realidad.

Así es como el antiimperialismo visceral de Ernesto Guevara no conoce separación entre el socialismo y la liberación nacional. El pensamiento teórico del Che Guevara se inscribe en esas corrientes historicistas y humanistas de la filosofía de la praxis, cuya larga tradición crítica y antidogmática tiene en Gramsci y en Mariátegui sus principales exponentes.
 

La guerrilla como método de lucha revolucionario

En primer lugar se debe partir de la idea de que estamos tratando con una modalidad de lucha que es ante todo un método: "un método para lograr un fin. Ese fin, indispensable, ineludible para todo revolucionario, es la conquista del poder político" (11).

Este método revolucionario muestra la capacidad del pueblo para liberarse de un gobierno que lo atenaza. Se trata de una "lucha popular contra el imperialismo que explota a la nación y contra la oligarquía que, como testaferro del enemigo exterior, explota al pueblo" (12).

La cuestión guerrillera en América Latina surge porque precisamente en este continente existen en general condiciones objetivas que impulsan a las masas a acciones violentas contra los gobiernos. Se dan en un contexto en el que la lucha por las reivindicaciones sociales resulta imposible de mantener dentro del plano de la contienda cívica.

Así pues, se entiende la guerrilla como un "contra-estado" y no una "contra-sociedad" ya que "la palabra guerrilla designa una forma de combate que corresponde a la vez a la hostilidad natural de una población contra el poder y sus representantes, y a la imposibilidad para esta población de afrontar abiertamente al poder" (13).

Ernesto Guevara explica claramente las condiciones en las que surge la lucha guerrillera: "Precisamente la paz es rota por las fuerzas opresoras que se mantienen en el poder contra el derecho establecido. En estas condiciones el descontento popular va tomando formas y proyecciones cada vez más afirmativas y un estado de resistencia que cristaliza en un momento dado en el brote de lucha provocado inicialmente por la actitud de las autoridades" (14) . Al agotarse así todas las posibilidades de la lucha cívica es cuando existen condiciones para la revolución, que como se ve, pueden ser aceleradas y creadas por el foco insurreccional.

No se debe olvidar que la lucha guerrillera es una lucha de masas, la lucha del pueblo por redimirse.

Es por tanto un método para alcanzar la emancipación política y social, fines que tiene el pensamiento marxista que se ha caracterizado como un pensamiento de la revolución, de la emancipación. Y es también, y fundamentalmente, popular: "la guerrilla, como núcleo armado, es la vanguardia combatiente del pueblo, su gran fuerza radica en la masa de la población" (15).

Guevara distingue entonces como combatientes el núcleo opresor y su agente, que sería el ejército profesional armado y disciplinado y a veces apoyo extranjero y pequeños núcleos burocráticos; y la población de la nación o región de que se trate.

Llegados a este punto conviene analizar a ese "pueblo" que constituye el sujeto revolucionario, relacionándolo con la figura del guerrillero guevarista.
 

El sujeto revolucionario

El sujeto revolucionario visto como un sujeto colectivo o representado en la figura individual del guerrillero es ante todo "un reformador social, que empuña las armas respondiendo a la protesta aireada del pueblo contra sus opresores y que lucha por cambiar el régimen social que mantiene a todos sus hermanos desarmados en el oprobio y la miseria" (16).

El guerrillero en concreto, hace suya "el ansia de liberación del pueblo, y agotados los medios pacíficos de lograrla, inicia la lucha, se convierte en la vanguardia armada de la población combatiente. Al comenzar la lucha, lo hace ya con la intención de destruir el orden injusto y por lo tanto con la intención de colocar algo nuevo en lugar de lo viejo" (17).

Bajo estas premisas se forma un ejército guerrillero, que evoluciona a un ejército regular.

Este ejército se basa siempre en las masas populares, que en el contexto de los países sudamericanos sub-desarrollados, en concreto en el caso de México, siguen siendo (como lo eran ya desde la época del Che Guevara) la gente del campo. "El núcleo combatiente del ejército guerrillero debe ser por tanto, campesino" (18).

Además los lugares que ofrecen en América Latina las condiciones ideales para lucha son campestres, dado que las contradicciones del sistema son más acusadas aquí.

La interacción entre el ejército guerrillero y los campesinos es pues una cuestión fundamental que Guevara aborda de manera brillante analizando que los iniciadores de la guerra de guerrillas son hombres que comprenden la necesidad de los cambios en cuanto al trato social de los campesinos pero no han sufrido, en su mayoría (19), las amarguras de ese trato. Sucede que interactúan: estos directores enseñan al pueblo con los hechos la importancia fundamental de la lucha armada y el pueblo mismo se alza en lucha y enseña a los dirigentes esas necesidades prácticas de que hablamos. Del producto de esta interacción del guerrillero con su pueblo, surge la radicalización progresiva que va acentuando las características revolucionarias del movimiento y le van dando una amplitud nacional.
 

EL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL (EZLN)

Para comprender cómo surge este ejército revolucionario es necesario hacer al menos un breve repaso a través de la situación política y social de México, como contexto en el que surge, y a continuación ya pasar al caso concreto del EZLN.
 

México: breve diagnóstico

En lo que se refiere a la historia contemporánea de este país, que es la que interesa para comprender por qué surge y se subleva el EZLN, se debe tener en cuenta que a partir de los años ochenta la política económica aplicada en este país originó una profundización de la desigualdad social, mayor dependencia y transnacionalización, regresión productiva, y en consecuencia, la desarticulación de la estructura económica.

De esta manera la dinámica de ajuste estructural ha impulsado un abandono del mercado interno y la reorientación del aparato productivo hacia la exportación, aumentando la brecha entre sectores y/o actividades económicas, entre grandes y pequeñas industrias y entre regiones. Así se desmanteló el aparato productivo y aumentó el componente importado en los bienes exportados, trasladando los beneficios del comercio hacia fuera. Esta apertura comercial indiscriminada y la desregulación profundizaron el desequilibrio de la balanza comercial, generando graves déficits y acentuando la dependencia financiera.

Todo esto va acompañado de una activa propaganda a favor de las mágicas virtudes del mercado, la liberalización comercial y las privatizaciones. Sus consecuencias han sido: - estancamiento y reducción del empleo,

A todas estas consecuencias se debe añadir que la presión fiscal derivada del pago del servicio de la deuda externa subsiste.

Así pues parece que el titular del ejecutivo entiende que "se le ha entregado la concesión o franquicia de un gran negocio. Esto significa que no sólo avala las políticas adoptadas durante los últimos veinte años y que han generado un desastre social inmenso, sino que pretende profundizar en el ajuste estructural, en las políticas neoliberales" (20).

Esta es la situación de México en lo que se refiere a la política y a la economía.

También se debe tener en cuenta otros datos de interés como es el hecho de que México sea el país más poblado de América. Entre esa población, la población indígena representa aproximadamente un 9%, con un total de 56 grupos indígenas. Las estadísticas de los últimos 20 años muestran que más del 80% de la población indígena vive en municipios y regiones con un índice de marginación muy elevado, sufriendo la peor situación social de todo el país.
 

Conflicto armado de Chiapas: el levantamiento armado del EZLN

El levantamiento armado de 1994 en el estado de Chiapas es un acontecimiento que ha llamado la atención a nivel mundial y que ha impactado fuertemente en la historia reciente del país, de Chiapas y en la vida de las comunidades indígenas en las que se ha asentado.

Este levantamiento deriva fundamentalmente de una vertiente del movimiento social-indígena más amplio desarrollado por los pueblos indígenas de Las Cañadas de la Selva Lacandona. En este movimiento han interactuado diversas fuerzas políticas y corrientes ideológicas, como los gobiernos federales y estatales, grupos de la clase dominante, grupos de la iglesia católica adscritos a la teología de la liberación, militantes de izquierda de la llamada Línea de Masas, y militantes de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN). A su vez este movimiento forma parte del movimiento campesino.

Se trata pues de un movimiento complejo, que se debe tener en cuenta por que antecede y explica al movimiento armado.

Entre 1973 y 1974 diversas circunstancias propiciaron que la mayor parte de los pueblos indígenas que habitaban Las Cañadas de la Selva Lacandona iniciara un movimiento social cuyas principales demandas fueron: tierra, salud, educación y comercio, entre otras. En el Congreso Indígena de 1974 donde se plantearon esos problemas, también demandaron "ya no ser tratados como niños". Se expresó desde entonces una de las más complejas y profundas contradicciones a las que los pueblos indígenas se han enfrentado por alcanzar el desarrollo al que aspiran, la existente entre tendencias dominantes que pugnan por la reproducción de las relaciones paternalistas y autoritarias a las que han estado históricamente sometidos, y las que intentan aumentar sus capacidades (culturales, económicas y políticas) como medio principal para alcanzar mayores niveles de justicia y bienestar social.

Con este propósito, los pueblos indígenas han estado en relación con cuatro proyectos político-ideológicos centrales:

Todos estos proyectos se entretejieron bajo la dimensión étnica, y es el proyecto de lucha armada el que nos interesa.
 

La Guerrilla del EZLN

Encontramos entre los métodos de lucha adoptados por la población de esta región, el de la política y el de la guerrilla.

El concepto de política alude al método de lucha política que adoptó desde sus inicios el movimiento social de la región, derivado de la evolución político-ideológica de lo que en principio fueron las corrientes maoístas, mientras que el concepto de guerrilla se refiere al método de lucha armada adoptado posteriormente por una vertiente del movimiento social que llevó a la conformación del EZLN. La guerrilla surge entonces por la imposibilidad de continuar la lucha por la vía cívica y fue vista como la continuidad de las luchas de los indígenas por otros medios revolucionarios.

Al producirse este levantamiento armado, el EZLN se orientaba a generar cambios profundos en el conjunto de la sociedad nacional, en un esquema de cambio del sistema capitalista por el socialismo: inicialmente hay un proyecto que a través de un método revolucionario pretende cambiar la estructura económica.

La lucha era por un cambio global, un cambio total del sistema generador y reproductor de la desigualdad.

Esta lucha se sitúa en un contexto especial, ya que desde principios de la década de los años ochenta la situación de Chiapas estuvo en parte determinada por el contexto de los cambios políticos en Centroamérica: en El Salvador y Guatemala se desarrollaron movimientos armados, en Nicaragua había triunfado la Revolución Sandinista, y Chiapas había cobrado especial interés como frontera sur para México, Guatemala y Estados Unidos en una dimensión de seguridad nacional (21).

Había expectativas esperanzadoras respecto a la viabilidad de la lucha armada para la transformación del sistema capitalista.

Un año después del triunfo de los sandinistas en Nicaragua, en 1980, las primeras e iniciales Fuerzas de Liberación Nacional publicaron sus estatutos que señalaban: "Las Fuerzas de Liberación Nacional son una organización político-militar cuyo fin es la toma del poder político para los trabajadores del campo y la ciudad de la República Mexicana, para instaurar una República Popular con un sistema socialista" (22). Planteaban además que la lucha armada la debían proponer en lugares donde las masas irredentas estén dispuestas a empuñar las armas, aprovechando las determinaciones geográficas y estratégicas debidamente valoradas, y Chiapas era una de las regiones que cubría las condiciones planteadas.

Es entonces un proyecto revolucionario marxista que abraza un método de lucha (la lucha armada como una extensión y expresión superior de la lucha política de masas) destinado a tomar el poder y acabar con el sistema imperante para instaurar un sistema socialista que a través de la propiedad social de los medios de producción, suprimiera la explotación de los trabajadores.

Las FLN se fueron integrando y gestando lo que sería el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Estas FLN no encontraron un pueblo fragmentado, desorganizado y depauperado por la pobreza extrema, sino que encontraron una región cohesionada, organizada, con cierta experiencia política y esperanzas con alcanzar mejores condiciones de vida, que se había dignificado en un proceso organizativo donde se había impulsado la participación de las comunidades en la solución de sus propios problemas sociales. La infiltración de estas redes ya existentes dio la posibilidad a las FLN de conformar el Ejército Zapatista como una organización amplia.

En enero de 1994 se produce el alzamiento armado de este EZLN. Las poblaciones de San Cristóbal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Oxchuc, Huixtan y Chanal son tomadas por los indígenas rebeldes. El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General (CCRI-CG) del EZLN hace pública la Primera Declaración de la Selva Lacandona con la que declaran la guerra al gobierno de Carlos Salinas de Gortari y anuncian su lucha por la democracia, libertad y justicia para todos los mexicanos. Comienza así una guerra de liberación nacional contra el dictador para devolver la soberanía al pueblo.
 

Las Declaraciones de la Selva Lacandona

A través de estas declaraciones se pueden observar los elementos ideológicos de la lucha armada del EZLN. Servirán entonces para ver los elementos de carácter marxista así como aquellos que no se ajustan a esta filosofía política.

Las declaraciones en su conjunto sirvieron para comunicar que el pueblo decía "basta", abandonando la vía política y tomando las armas para luchar por la liberación nacional. Hay un claro carácter emancipador, se busca la recuperación del hombre por el hombre. Recurren a la Constitución para reclamar que la soberanía nacional reside en el pueblo, que es quien tiene el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno. Es por eso por lo que asumen esa soberanía y se levantan en armas. Declaran abiertamente una guerra contra el genocidio (no declarado) hacia los pueblos indígenas por parte del gobierno dictatorial.

Sin embargo, estas declaraciones son un medio para alcanzar ciertas demandas (23): en efecto demandan reformas económicas, políticas y sociales a nivel nacional y a nivel de los indígenas y campesinos, pero no declaran que van a tomar el poder político para realizar ellos mismos dichos cambios. La lucha armada sirve entonces como medio de presión política dado que sus reivindicaciones no son atendidas por otros cauces.

Esta guerrilla no se puede considerar por tanto revolucionaria, dado que demanda reformas, no asume el papel de vanguardia que por sí misma dará lugar a esos cambios necesarios tomando el poder. Buscan un cambio democrático, no la revolución social y además lo conciben como posibilidad alternativa a la guerra.

En la primera declaración de la Selva Lacandona esta idea no estaba todavía muy clara. Parece que en un principio se trataba efectivamente de una guerra de liberación nacional para devolver la soberanía al pueblo, pero a la vez piden demandas reformistas y no revolucionarias. Además se trata precisamente de que "piden", "demandan", no declaran que se levantan en armas para tomar el poder y transformar la realidad ellos mismos.

Ya en otras declaraciones este carácter reformista se hace más evidente y se ve claramente que lo que se busca no es un cambio revolucionario: "no estamos proponiendo un nuevo mundo, apenas algo muy anterior: la antesala del nuevo México. En este sentido, esta revolución no concluirá en una nueva clase, fracción de clase o grupo en el poder, sino en un espacio "libre" y democrático de lucha política" (24). La demanda es entonces de reforma democrática del Estado, sin vistas a su supresión revolucionaria.

Por otra parte, el cambio democrático que reclaman es "la muerte del sistema de partido de Estado. Por suicidio o por fusilamiento, la muerte del actual sistema político mexicano es condición necesaria, aunque no suficiente, del tránsito a la democracia en nuestro país. Chiapas no tendrá solución real si no se soluciona México" (25). Este cambio en principio se plantea desde la declaración de guerra, pero a lo largo de las declaraciones de la Selva Lacandona, se va planteando desde el diálogo hasta que se abandona el carácter de ruptura con el sistema que conlleva la presión de una guerra, de hecho, en la tercera declaración (26) el CCRI-CG del EZLN explica esta separación de la vía revolucionaria en el sentido estricto del término marxista: "en la primera (declaración) llamamos al pueblo mexicano a alzarse en armas en contra del mal gobierno, principal obstáculo para el tránsito a la democracia en nuestro país. En la segunda (declaración) llamamos a los mexicanos a un esfuerzo civil y pacífico, a través de la Convención Nacional Democrática (27), para lograr los cambios profundos que la Nación demanda (…) El EZLN empeñó su palabra y su esfuerzo, entonces, en la búsqueda del tránsito pacífico a la democracia" (28).

El proceso electoral del 21 de agosto de 1994 volvió a poner de manifiesto la carencia de democracia "la multitud de irregularidades, la inequidad, la corrupción, el chantaje, la intimidación, el hurto y la falsificación, fueron el marco en el que se dieron las elecciones más sucias de la historia de México" (29). A raíz de este hecho el discurso zapatista retoma elementos marxistas, habla de que el pacto nacional debe transformarse de manera radical para que se pueda solucionar la cuestión indígena, recuerda que la lucha es nacional e incluso vuelve sobre la necesidad de búsqueda de otro sistema económico afirmando que "el neoliberalismo como doctrina y realidad debe ser arrojado, ya, al basurero de la historia nacional" (30).

Con la Tercera declaración llaman a la formación de un Movimiento para la Liberación Nacional que aglutine a todas las fuerzas que están en contra del sistema de partido de Estado, para luchar por la instauración de un gobierno de transición, un nuevo constituyente, una nueva carta magna y la destrucción del sistema de partido de Estado.

Aquí se hace más claro el carácter reformista aunque al principio el discurso había retomado su inicial carácter revolucionario.

No buscan pues la toma del poder para llevar a cabo un cambio radical, revolucionario, sino que luchan por la reforma del sistema político que es el principal problema desde la perspectiva zapatista. No pretenden acabar con el Estado que genera este sistema de partido, sino en todo caso, democratizarlo para que de esta manera también se democraticen los partidos y permitan alcanzar una sociedad más igualitaria para todos.

Sin embargo Marx considera que para alcanzar la emancipación del hombre uno de los pasos necesarios es la conquista del poder político y el comienzo del desmantelamiento del Estado.

Es por esto por lo que el caso del movimiento zapatista presenta contradicciones con el marxismo ya que en primer lugar, la finalidad de la conquista del poder desaparece (era vaga y confusa en la Primera declaración, y desaparece tras la Segunda), y como se acaba de comprobar no persiguen la desaparición del Estado, ni siquiera su desmantelamiento progresivo, sino su reforma.

Con la Cuarta Declaración (enero de 1996) se abre un proceso de transformación del EZLN de una organización armada a una civil y se plantea la construcción de una fuerza política de nuevo tipo, no partidaria, que no luche por el poder, independiente y autónoma, civil y pacífica, basada en el EZLN. Nace así el Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) que es "una fuerza política que no luche por la toma del poder político sino por la democracia de que el que mande, mande obedeciendo" (31).

Finalmente se puede decir que casi desaparece el carácter emancipatorio según lo expresa esta frase.

La quinta Declaración de julio de 1998 reclama un mayor hincapié en la necesidad del reconocimiento de los derechos indígenas, para lo cual el EZLN hace una llamada a los indígenas, a la sociedad civil nacional y las organizaciones políticas y sociales independientes, al Congreso de la Unión y a la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA). La finalidad del llamamiento es la colaboración en una consulta nacional sobre la iniciativa de ley indígena de la COCOPA y por el fin de la guerra de exterminio.

En México solamente las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) que preceden al EZLN se podrían calificar de experiencia guerrillera de corte marxista ya que efectivamente conciben la lucha armada como un método revolucionario para alcanzar un fin, que es la toma del poder político para instaurar un sistema socialista.

Al evolucionar hacia lo que es el EZLN abandonan la finalidad revolucionaria por excelencia: la toma del poder político. En su lugar buscan alcanzar reformas de carácter social, político y económico mediante la democratización del Estado. Es pues la reforma del Estado la que permitirá la reforma del sistema de partido mexicano. Ése es su objetivo y no la abolición del Estado mediante la revolución.

Por último incluso abandonan la vía armada y vuelven a la política ya en junio de 1994.
 

El sujeto revolucionario

El sujeto revolucionario correspondería en este caso a los indígenas rebeldes que conforman el EZLN, y la base de este sujeto serían las comunidades indígenas y los campesinos, base indispensable e inseparable de la propia existencia del sujeto.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional no se puede considerar como un sujeto revolucionario en el sentido estricto del concepto guevarista. El modelo de guerrillero de Guevara no coincide con el guerrillero zapatista ya que el primero es un reformador social que se une a la guerrilla para luchar por el fin que ésta persigue: la toma del poder político para acabar con el orden injusto existente estableciendo un sistema socialista; en cambio el segundo también es un reformador social pero con objetivos diferentes que tienen su expresión en una guerrilla que no persigue ese fin revolucionario. El guerrillero según Guevara lucha por una ruptura radical mientras que el guerrillero zapatista lucha por una reforma sin ruptura, el EZLN incluso abandona la lucha armada.

Es por esto por lo que el EZLN no se puede considerar como un sujeto revolucionario en el sentido específico de Ernesto Guevara como tampoco puede serlo en el sentido general marxista, dado que en principio se levanta en armas para transformar la realidad y a continuación no sólo abandona las armas cuando esta es la última opción que genera el sistema para lograr al menos alguno de sus objetivos, sino que además se conforma con reformas parciales de la realidad que no solucionan la raíz del problema, haciendo que perdure.

En lo que se refiere a la base del EZLN se confirma que "la lucha guerrillera es una lucha de masas, es una lucha de pueblo: la guerrilla como núcleo armado, es la vanguardia combatiente del mismo, su gran fuerza radica en la masa de la población (…) El guerrillero cuenta, entonces, con todo el apoyo de la población del lugar. Es una cualidad sine qua non" (32).

Ernesto Guevara añade también la otra característica que se da en este caso: que "el núcleo combatiente del ejército guerrillero debe ser campesino" (33).

La confirmación de la teoría con la realidad se produce puesto que es la población indígena y campesina la que se encuentra en las peores condiciones sociales, económicas y también políticas de México. El problema indígena es uno de los más grave de todos, y es el que se encuentra en la base del surgimiento de este movimiento como hemos visto anteriormente.

Las masas populares, indígenas y campesinos, que son la base del sujeto revolucionario sí coinciden con las ideas de Guevara.
 

CONCLUSIONES

La elección del EZLN como un ejemplo de guerrilla latinoamericana de corte marxista, según el análisis de la guerrilla de Ernesto Guevara, se debía en principio a que la lucha armada que habían emprendido los zapatistas en 1994 estaba impregnada de la aspiración liberadora, partía de un análisis racional crítico de la realidad mexicana, y parecía unir teoría y práctica al emprender la lucha para transformar la realidad. Todas estas, características que Adolfo Sánchez Vázquez señala como propias del pensamiento marxista. Sin embargo esta concepción marxista está presente tan sólo en el origen del movimiento zapatista, sobre todo en las FLN que antecedieron al EZLN.

En cuanto a guerrilla revolucionaria ya hemos visto que no es posible definir la acción zapatista como tal. Brevemente se pueden esquematizar las razones que explican esto:

En lo que respecta a la calificación de experiencia marxista tampoco es válida para el caso del EZLN según el análisis realizado.

En conclusión, el zapatismo se ve como un pensamiento de cierta inspiración marxista en sus orígenes pero que al convertirse en experiencia abandona todos los elementos que caracterizan a este pensamiento. De hecho las características que Sánchez Vázquez señalaba respecto al pensamiento marxista desaparecen por completo de la teoría y de la práctica zapatista.

Por lo tanto sólo existe "inspiración" marxista en el pensamiento inicial, pero la experiencia en sí no puede ser calificada como experiencia de corte marxista exponente de la actualidad del pensamiento marxiano en América Latina. Se trata pues de una experiencia que ha cuestionado y cuestiona al neoliberalismo (38), reivindicando los derechos indígenas, que ha comienzos del siglo XX fue iniciada por Emiliano Zapata.


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N O T A S

(1) Sánchez Vázquez, Adolfo, Escritos de política y filosofía, Madrid, Editorial Ayuso, 1987, pág.104
(2) Sánchez Vázquez, op. Cit. Pág.156
(3) Kohan Néstor, De Ingenieros al Che. Ensayos sobre el marxismo argentino y latinoamericano, Buenos Aires, Editorial Biblos, 2000, pág. 12
(4) Ibidem.
(5) Sánchez Vázquez, op. Cit. Pág. 157
(6) Ibídem op. Cit. , pág. 68
(7) Ibídem pág. 72
(8) Guevara, Ernesto, La guerra de guerrillas, Madrid, Ediciones Júcar, 1977, pág. 11.
(9) El pensamiento de J. C. Mariátegui constituye el vértice más alto en la larga marcha histórica del marxismo latinoamericano según el escritor Néstor Kohan. Mariátegui se dedicó a militar sin pausa en la corriente antiimperialista latinoamericana que vertiginosamente se había extendido al calor de las luchas obreras y de la Reforma Universitaria.
(10) Kohan, Néstor op. Cit. Pág. 204
(11) Maestre, Juan Ernesto "Che" Guevara , Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1988, pág. 28.
(12) Sánchez Vázquez, op. Cit. Pág. 146.
(13) Mercier-Vega, Luis Technique du Contre- état. Les guérrillas en Amérique du Sud Paris, Éditions Pierre Belfond, 1968.
(14) Guevara, Ernesto, op. Cit. , pág. 12.
(15) Ibídem, pág. 13.
(16) Guevara, Ernesto, op.cit pág. 14
(17) Ibídem, pág. 39.
(18) Ibid, pág. 45.
(19) En el caso de México sí es la mayoría la que ha sufrido esta explotación.
(20) De la Rosa Rodríguez, Javier J. El derecho a exigir nuestros derechos, Barcelona, Editorial Icaria, 1997, pág. 109.
(21) Chiapas estaba formalmente considerado por el gobierno federal como "parte de las regiones que por sus recursos y ubicación son estratégicas para el futuro del país". Al ser también una de las regiones con más pobreza y desigualdad, y con presencia de organizaciones políticas ajenas al control corporativo del partido del poder, se produjeron las reacciones más polarizadas sobre cuáles eran los riesgos para el país y cómo se tenían que enfrentar. Una parte de los grupos políticos del gobierno insistió en que el mayor riesgo era el posible contagio de Chiapas con el virus revolucionario, dadas sus características sociales y políticas, y que la mejor forma de enfrentar este riesgo era aumentar la presencia militar en la frontera sur y aplicar mano dura para combatir a las organizaciones y movimientos independientes en el estado, con lo cual se ayudaba a resolver la presión que en el mismo sentido ejercían los gobiernos guatemalteco y norteamericano sobre el de México. Legorreta Díaz, Mª del Carmen, Religión, política y guerrilla en Las Cañadas de la Selva Lacandona, México, Aguilar, León y Cal Editores, 1998, pág. 168.
(22) Legorreta Díaz, Mª del Carmen, op. Cit, pág. 180.
(23) Estas demandas son: trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz.
(24) Segunda Declaración de la Selva Lacandona, junio de 1994.
(25) Ibídem
(26) Enero de 1995
(27) Fue el objetivo de esta llamada al pueblo para así organizar la expresión civil y la defensa de la voluntad popular.
(28) Tercera Declaración de la Selva Lacandona, enero de 1995.
(29) Ibídem.
(30) Ibid.
(31) Cuarta Declaración de la Selva Lacandona, enero de 1996.
(32) Guevara, Ernesto, op. Cit. Pág. 13 y 14.
(33) Ibídem, pág. 45.
(34) En el caso latinoamericano conviene hablar de abolición, en lugar de la "extinción" que defiende Engels dada la diferente aplicación del pensamiento marxista a la realidad de este continente.
(35) Lenin, Vladimir Illich, El Estado y la Revolución, Barcelona, Progreso, 1981, pág. 36
(36) Ibídem, pág. 30
(37) Sánchez, Vázquez, Adolfo, op. Cit. Pág. 109.
(38) El EZLN actualmente se opone al Plan Puebla-Panamá que allana el camino hacia el Areal de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que, a instancias de Estados Unidos debería "integrar" en un mercado único al conjunto de los países del continente (a excepción de Cuba) a partir de diciembre de 2005. Este "Plan" abarca nueve Estados mexicanos (Chiapas entre ellos) y siete países de América central para construir un canal seco, oleoductos, gaseoductos, represas hidroeléctricas, y fábricas maquiladoras entre otros. Sólo la porción mexicana del PPP alberga el 65% de las reservas petroleras del país (noveno productor mundial) y provee el 94% de la producción actual así como el 45% de la de gas. Moro, Braulio, Le monde Diplomatique Edición Cono Sur, "El Plan Puebla-Panamá, una recolonización disfrazada", diciembre 2002.


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