DOCUMENTO
El pueblo de Madrid
toma las calles
13 de marzo de 2004
El día de la reflexión
popular (13-M)
Así terminaba el mensaje que recibí en
torno a las tres de la tarde anunciando una concentración silenciosa por
la verdad frente a la sede del PP en la calle Génova. Así comenzaba algo
que con el paso de las horas iba difundiéndose minuto a minuto. Por cada
mensaje que la gente recibía, se enviaban diez, quince, veinte mensajes
más. Hubo gente que recibió hasta diez mensajes de grupos de gente
diferente: familia, trabajo, lugar de estudios, gente del colegio, del
barrio, y esos mensajes se multiplicaron hasta el infinito, propagándose
como las llamas de un incendio por efecto del viento.
A las seis de la tarde un despliegue
policial protegía la sede del partido y sus efectivos pedían la
documentación a todo manifestante que llegaba. Media hora después, sin
embargo, la concurrencia de tantos madrileños sobrepasó la capacidad
policial y una hora más tarde la calle Génova era un hervidero de gente
gritando de rabia y pidiendo explicaciones al gobierno de la nación.
Había gente que lloraba, otros expresaban su indignación a gritos,
mentirosos, asesinos, te dijimos no a la guerra; vuestra guerra,
nuestros muertos; no estamos todos, faltan doscientos; mentirosos,
vosotros tenéis chofer, nosotros cercanías; lo sabe todo el mundo menos
nosotros; los muertos no se utilizan, basta de manipulación, y queremos
salir en La Primera.
La prensa que se encontraba tras el cordón
policial era mayoritariamente extranjera, y había un gran despliegue de
antenas parabólicas de cadenas televisivas europeas.
De las calles adyacentes y bocas del metro
salía cada vez más gente de todas las edades y razas que se unían a la
concentración, que de silenciosa al final no tuvo casi nada porque se
nos hacía difícil permanecer callados cuando se pretendía celebrar un
minuto de silencio. Siempre alguien lo rompía con algún grito:
mentirosos, asesinos.
Las lágrimas y la indignación se
propagaban de igual modo que la información. La gente estaba pegada a
sus transistores y los móviles sonaban sin parar para transmitir
información a la gente, que a su vez propagaba las noticias, que corrían
de boca en boca.
Cuando Rajoy declaró a los medios que la
concentración era ilegal e ilegítima, y acusó a sectores del PSOE de
haberla organizado, la multitud rugió y contestó: "nos han convocado los
asesinados" y "la voz del pueblo no es ilegal".
Cómo íbamos a ser ilegales, cuando el
gobierno seguía mintiendo, ocultando información y violando los derechos
más elementales del pueblo: el derecho a la libertad de expresión y al
derecho a la información.
En TVE 1, Cine de Barrio.
En Génova pasaban las horas y los ánimos
se iban encendiendo cada vez más.
Seguía llegando gente, y no se veían
banderas de partidos políticos ni sindicatos. Sólo pancartas
improvisadas con cartones y bolígrafos. Tampoco la gente cantaba; todo
eran gritos de dolor e indignación.
El jefe antidisturbios confesaba a un
reportero de la SER que no podían disolver la concentración por la
fuerza porque éramos ya más de cinco mil personas y no era cuestión de
cargar contra la muchedumbre donde había ancianos y niños.
Cada vez que algún miembro de la sede se
asomaba a la ventana la gente rugía y pedía la verdad, y mientras
seguían llegando noticias de concentraciones espontáneas en todas las
ciudades de España.
Las nueve de la noche y nadie se movía de
allí, pese al frío. Nos llegó una nota que circulaba en manos de todo el
mundo: A las doce en sol. Pásalo.
De pronto, otra noticia que se propaga
entre la gente: dos hindúes y tres marroquíes detenidos por su relación
con los supuestos asesinos en Lavapiés. Los servicios de inteligencia
por un lado y el gobierno por otro. Españoles en el extranjero, amigos
de todos los puntos del planeta seguían mandando noticias de las
principales cadenas televisivas del mundo: Bush lamenta que el apoyo de
España a su guerra contra Irak haya tenido estas consecuencias para
Madrid.
En cambio, el gobierno no lo lamenta, sino
que oculta toda la información y llama a la calma, e insiste en que en
la jornada de reflexión el pueblo no puede salir a la calle para
expresarse.
Rugimos más aún: no nos vamos, sal al
balcón, da la cara, PP responsable, PP culpable, vuestra guerra,
nuestros muertos, vosotros tenéis chófer, nosotros Cercanías, vosotros,
fascistas, sois los terroristas.
Diez de la noche y la gente sale hacia Sol
tomando las calles sin permiso.
Yo me voy a Lavapiés para cenar un poco y
ponerme algo de abrigo porque ya no siento las manos del
frío.
La plaza está vacía, y al llegar a la
calle Cabeza nos encontramos con una chica joven que, en la puerta de su
casa, aporrea una cacerola con la cabeza alta y el semblante grave.
Tímidamente salen a los balcones vecinos que salen a aporrear las
cacerolas. Primero es un suave tintineo, después comienzan a abrirse los
balcones de todas las calles y comienza un zumbido ensordecedor que se
expande por todo el barrio. Bajamos a la plaza, que comienza a llenarse
de gente que aporrea sus cacerolas, sartenes e instrumentos con fuerza.
Aparece una cámara de televisión alemana, mientras la plaza y las calles
están llenas de gente protestando sin palabras, y en un momento precioso
hasta parece que seguimos todos el mismo ritmo.
Un ritmo fúnebre y contundente, seco,
duro, lleno de rabia y solemnidad.
Y marchamos todos hacia Sol, donde ni
siquiera podemos entrar porque Madrid está en la calle.
Siguen volando las noticias, siguen
multiplicándose los mensajes de solidaridad con las protestas de otras
ciudades, siguen propagándose las noticias.
Están estudiando suspender las elecciones,
ha aparecido en manos del PP, de repente, un vídeo en el que Al Qaeda
reivindica el atentado, y la gente comenta asombrada e indignada que no
salimos en los medios.
En la SER comentan que pese a la toma de
las calles por parte de la ciudadanía, no van a seguir retransmitiendo
para mantener la calma y no calentar los ánimos.
La censura del siglo
XXI
Las cámaras, los micrófonos y las luces
desaparecen; sólo quedan los reporteros alemanes que trabajan a destajo;
y nosotros gritando, y todas las calles que desembocan en Sol
colapsadas.
No hay banderas, no hay partidos, no hay
magnetófonos, no hay organizadores, no hay órdenes.
La multitud avanza espontáneamente hacia
Atocha y la policía se retira discretamente. La calle es nuestra y
caminamos por donde queremos, cortando el tráfico.
Nadie rompe cristales, nadie destroza el
mobiliario urbano, Madrid avanza cívicamente y Ansuátegui ordena
invisibilidad.
La policía apaga las sirenas y las
lecheras apenas son percibidas. "Veniros con nosotros", grita alguno a
los uniformados, que no se atreven ni a mirarnos a los ojos.
La rabia está en el grito, en las
palabras. La gente exige que el gobierno informe, que los medios
informen, la gente exige que el gobierno asuma su responsabilidad, y que
deje de mentir a un país entero, que a través de Internet y los
teléfonos móviles va conectándose con el mundo entero.
Los medios nacionales ningunean la
protesta y dejan claro de qué lado están. La gente alza sus móviles para
que los que escuchan al otro lado perciban el ambiente que hay en
Madrid:
Más de un millón de
personas bajan hacia Atocha
por la calle del Prado y por la calle
Atocha.
Y circula otro papel: a las dos en punto
cinco minutos de silencio. Pásalo.
Todos al suelo. Silencio sepulcral. No hay
cámaras. Miles de velas encendidas y se rompe el silencio con el grito
lleno de orgullo: viva Madrid, y todos gritamos, viva, viva
Madrid.
Aznar escucha, el pueblo está en lucha, y
las riadas humanas avanzan hacia el Congreso.
En la radio sólo se oye
música y resúmenes del partido del Real Madrid
Las voces ya cascadas por el paso de las
horas, los pies doloridos, y no hay miedo, no hay policía, solo el
helicóptero rugiendo encima de nuestras cabezas, y una sensación de
euforia al ver que somos tantos, que somos incontables.
"También estuvimos en la manifestación de
ayer", decían algunos cartones a modo de pancarta.
Frente al Congreso, las lecheras
protegiendo el recinto sagrado donde unos cuantos toman las decisiones
sin preguntar.
La gente vuelve a gritar, dijimos no a la
guerra, dijimos no a la guerra, vuestra guerra; nuestros muertos, un
pozo de petróleo por un pozo de sangre, embusteros, tve = nodo, Urdaci
nazi, queremos la verdad.
Pasamos el Congreso, llegamos a la Gran
Vía, seguimos por Hortaleza. La gente sale de los bares, los pubs y las
discotecas. Unos se unen, otros provocan preguntando qué pasa y por qué
tomamos las calles, y Madrid avanza imparable bajo la atenta mirada del
helicóptero. Los porteros de las discotecas desde las que sale música
evasiva y alegre nos miran alucinados, tratando de proteger los imperios
del alcohol y la música entretenida.
Llegamos a la sede del PP de nuevo, y la
gente, pese al cansancio, sigue aullando. Cuatro, cinco de la mañana, y
la gente grita hoy protestamos, mañana os cesamos, a la hora de votar se
tiene que notar, asesinos, mentirosos.
Agotada regreso a casa. En Sol hay cientos
de velas encendidas, y decenas de ramos de flores y carteles, cartas,
gritos de papel donde la gente demuestra su solidaridad y su cariño. La
gente se arrodilla, enciende más velas y todo está en
silencio.
Siguen las pancartas colgando de todos los
rincones de la Puerta del Sol; los servicios de limpieza esta vez
respetan el dolor de una ciudad entera que llora a sus
muertas.
Banderas de todas partes del mundo, y
escritos en árabe, no al terrorismo, PP responde, mensajes de las
familias de los fallecidos, basta de horror, queremos la verdad,
televisión manipulación, y cuatro mendigos apoyados contra la pared,
rodeados de velas, en silencio.
El pueblo llora, el gobierno
miente.
Lucía no te olvidaremos nunca. Papá te
quiero. Esta no es nuestra guerra.
Agotada, no puedo ni moverme de allí.
Porque si la gente expresaba la rabia ante la mentira en la calle
Génova, allí se concentra el dolor, el silencio, velas encendidas y
flores congeladas del frío que hace.
Esto es la que sucedió en Madrid la
víspera de las elecciones. Y si en los medios no se quiso recoger esta
toma de las calles por parte del pueblo madrileño, por lo menos que se
difunda por la Red lo que pretende ser acallado y ocultado. Porque algo
ha cambiado desde anoche: ya no tenemos miedo. Ni en Madrid, ni en el
resto de las ciudades, ni en los pueblos.
Y no necesitamos partidos políticos que
organicen manifestaciones: ya sabemos que Internet y los móviles cuentan
lo que no cuentan los medios oficiales, y ya sabemos que tenemos una
herramienta de comunicación, la del boca a boca, para
expresarnos.
Se nos han negado los derechos
fundamentales que reconoce nuestra Constitución, y el pueblo ha pagado
caro la incursión de su gobierno en una guerra por petróleo.
Un pueblo que nunca ha tenido problemas
con el mundo árabe; un pueblo que se indigna ante la mentira y los
insultos del candidato a la presidencia de España.
Madrid demostró que está llena de gente de
todas las nacionalidades, edades y condiciones sociales que son
sensibles, y fue anoche la verdadera democracia, la de la soberanía del
pueblo, en la que la gente se expresaba libremente.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Pásalo !!!!!!!!!!!!!!!
Marzo
De la
matanza a la política
La serie de
atentados
A las 7:30 h una línea de cercanías
transporta a currantes y a estudiantes. A esa hora a la burguesía aún no
le ha sonado el despertador.
Las víctimas eran gentes como nosotros,
como nuestros amigos, como nuestros compañeros. Improbable, pero te
podía haber tocado a ti.
No olvidar, en el revuelo político, en las
preguntas por las causas, etc., a las víctimas. Hay que conservarlas en
la memoria para rechazar toda la cultura de la violencia. La cultura de
sus asesinos. La cultura de los que, presumiblemente, han causado
injusticia a los asesinos mismos.
Sabemos quién no ha
sido, pero no sabemos quién ha sido
El "modus operandi" empleado buscaba
causar estragos entre la población civil. Hoy sólo sabemos que no ha
sido un atentado de ETA. Todo apunta a fundamentalistas islámicos, a
extremistas. Pero aún así, el modus operandi sigue llamando la
atención. Se la llamó a Arnaldo Otegui, quien señaló en seguida que el
modus operandi no era el propio de ETA. Aquí hay una
desproporción y una barbarie ilógicas desde el punto de vista de la
lógica terrorista, si puede decirse así.
Se ha atentado contra el pueblo llano, con
clara decisión de causarle daño, cuando el pueblo llano de España se
había opuesto a la guerra de Irak con más fuerza que ningún otro del
mundo. No sabemos quién lo ha hecho. Y caben dos hipótesis: que hayan
sido terroristas "primitivos", por decirlo así: con escasa capacidad de
cálculo político o de tecnología terrorista, en el área del
fundamentalismo islámico. O que los terroristas actuantes hayan sido las
marionetas de algún servicio secreto, pues cada uno de éstos va a lo
suyo.
Nada se puede descartar. Lo que ha
ocurrido después del atentado -el despropósito manipulatorio del
gobierno- era seguramente imprevisible para los autores intelectuales
del atentado.
¿Se equivocó el
gobierno de Aznar?
¿Se equivocaron al querer desviar la
autoría hacia ETA? A la vista de los resultados está claro que sí, pero
también es importante comprender que esperaban no
equivocarse.
La bomba de Piazza Fontana, en Milán, fue
atribuida a los anarquistas; y pese a que los anarquistas lo negaron,
hubo de pasar mucho tiempo antes de que se descubriera la autoría real
en ciertos servicios secretos italianos "paralelos". En España, el
atentado al local Scala, de Barcelona, en los años de la transición,
también fue atribuido a anarquistas, y pese a que éstos lo negaron, ésa
fue la versión oficial hasta el tardío descubrimiento del empujón
policial a unos descerebrados. Aznar y los suyos no iban tan
desencaminados al negar la evidencia: ¡faltaba tan poco para la jornada
electoral! Bastaba con que la opinión se dividiera y...
Y casi lo consiguieron. Recordemos los
hechos: a media mañana del propio jueves trágico ya se conocían las
declaraciones de Arnaldo Otegui. A mediodía algunas televisiones
autonómicas las transmitían. Era una noticia importante: si Otegui decía
verdad, no había sido ETA, y, si no era verdad, aparecía una división
completamente nueva en el mundo del independentismo radical vasco. Pero
muchos medios, incluida la SER, la emisora alineada con el Psoe, no
se atrevieron a dar a las declaraciones de Otegui la importancia que
tenían. Los media democráticos estaban menos para el análisis que para
llevar al paroxismo las emociones, los sentimientos. Ni siquiera había
que dar crédito a Otegui o a ETA (sí se lo habían dado cuando el
affaire Carod). En medio de las emociones, hubo quien vino a
decir, sin base alguna, que tanto daba, que "todos los terroristas están
unidos": a eso se le llama querer liar al personal.
No olvidar que además del mentís al
gobierno del espacio batasuno y del mentís posterior de la propia ETA,
hubo informaciones y filtraciones a los periodistas procedentes de
gentes de las fuerzas de seguridad y de los servicios de la llamada
"inteligencia". Noticias y filtraciones democráticas o interesadas, vaya
uno a saber. Pero que han resultado indispensables para que la gente
pudiera pensar por su cuenta e intervenir como lo hizo.
El bochornoso final de
Aznar y del gobierno del PP
"Van ladrando su rencor por las esquinas":
la frase de Aznar que debe quedar para la posteridad. Su propio
epitafio.
En su intento de alejar de sí la posible
atribución de una responsabilidad política indirecta por la producción
del atentado, una responsabilidad sobre la que previno hace poco más de
un año Tarek Aziz, los "populares" han hecho de todo: tratar de engañar
a su pueblo, injuriarle al llamar "miserables" a quienes no aceptaran la
versión oficial. Engañar a las diplomacias aliadas y a las policías
extranjeras colaboradoras. Ha quedado claro que los políticos del PP no
se detienen ante nada.
Lo increíble es que nuestro sistema
político haya permitido a semejante cohorte tener el poder. No es sólo
Aznar y el PP lo que ha fracasado. Su mero ser-así muestra graves
deficiencias en el sistema político institucional.
Y ETA, después de esto,
¿qué?
¿Qué hará ahora ETA con su terrorismo? Ya
ha visto lo que piensa y siente a propósito del terrorismo la abrumadora
mayoría de la población. Hasta la gente de Batasuna calificó la matanza
de injustificable, de execrable.
El posterior "análisis político" de ETA ha
atribuido la derrota electoral del gobierno a la política de éste para
Euskadi. Así los simpatizantes de ETA pueden elegir entre alucinar con
esos análisis o con LSD.
Y, sin embargo...
Parecería que ETA lo tiene fácil para
decidir de una vez que abandona la lucha armada. Si lo hiciera ahora
hasta abriría esperanzas políticas en el nacionalismo radical vasco.
Debe hacer ya lo que debería haber hecho hace mucho tiempo.
Pero con toda probabilidad no lo hará. No
puede hacerlo sin romperse, aunque una parte de los etarras sin duda se
ha dado cuenta de que están en un callejón sin otra salida que el
abandono de las armas. Pero la "lucha armada" financia la vida de
bastantes activistas; la "lucha armada" se ha convertido en un oficio
que da para vivir. Aunque en realidad para ir tirando hasta que llegue
la policía.
Es su problema. En adelante estarán más
solos que nunca. No hay que negociar con ellos: no hay nada que
negociar. Pero hay que ser sensibles a los abandonos individuales, o
colectivos, a los presos hartos. En vez de pensar con los riñones hemos
de pensar todos con la cabeza. Euskadi necesita paz y reconciliación.
Basta ya de basta ya. El camino de Sudáfrica.
El pueblo hispano
parece estar muy sano
Hay muchos peperos, es verdad. Pero la
mayoría del pueblo español, las gentes de las naciones y de las
comunidades autónomas, no se ha dejado engañar. No somos yankees aunque
a veces lo parezcamos. Desde el viernes por la tarde, núcleos y más
núcleos de la sociedad civil lanzaron la pregunta esencial: ¿Quién ha
sido?
Y las concentraciones y caceroladas
sustituyeron a los mítines de los políticos, precipitadamente
suspendidos. Nuestros conciudadanos han reaccionado políticamente,
rápidamente, ejemplarmente, pacíficamente. Y luego han votado bien.
Porque lo esencial, dadas las circunstancias, era echar al PP del
gobierno.
El mensaje de "unidad
contra el terrorismo"
La "unidad contra el terrorismo" era el
único mensaje que los políticos se atrevían a lanzar. Pero ¡cuidado! Ése
es un mensaje equívoco. Claro que ha de haber unidad contra el
terrorismo, en el sentido de que contra el terrorismo estamos todos.
Pero estamos ante dos terrorismos distintos, a los que si desde el punto
de vista policial y judicial hay que combatir igualmente, desde el punto
de vista político hay que combatirlos diversamente. Al terrorismo
exógeno se le combate saliendo las tropas españolas de Iraq, acabando
con la humillación de Palestina, etc. Al terrorismo endógeno se le
combate con la policía, sí, pero también con la política: con una
política ciertamente distinta de la del Partido Popular. Para éste, el
enemigo era ya el PNV. Pero el PNV es un aliado indispensable para una
solución al problema de Euskadi.
Sabemos quién ha
perdido las elecciones, pero ¿quién las ha
ganado?
El Psoe no puede creer que ha ganado las
elecciones, sino que las ha perdido el PP. El Psoe tal vez pierda las
elecciones siguientes si no comprende este hecho fundamental y actúa en
consecuencia. Las elecciones las ha ganado, bastante
indiferenciadamente, la gente centrista y de la izquierda. Con una
intervención decisiva de la izquierda alternativa, que se movilizó para
desenmascarar al gobierno.
Es la alianza de la pluralidad de estas
gentes, no muy bien reflejada en el parlamento, la que debe realizar
reformas institucionales importantes. La que debe permanecer
vigilante.
El Psoe en el
gobierno
El Partido Socialista es lo que es: un
equipo de políticos aceptable para el Imperio y el empresariado,
arropados en una ideología difusa de centro-izquierda, con un programa
económico tan estrictamente neo-liberal como el del PP, pero con
apertura a demandas sociales de tipo cultural: contra la violencia de
género, por los derechos de los no heterosexuales, por una educación
menos ideológica, etc.
Pero el Partido Socialista aceptará como
ha hecho siempre la subordinación al Imperio, la Otan, la "constitución"
europea, la desregulación, los contratos laborales basura,
etc.
El altermundialismo es otra
cosa.
Voto
útil
El Psoe se hartó de pedir el voto "útil",
es decir, votos que normalmente irían a parar a Izquierda Unida, pero
sin que esta formación, claramente perjudicada por un sistema electoral
que no guarda las proporciones, pudiera traducirlos en representación
política.
Apelar al voto "útil" ha de verse como el
aprovechamiento oportunista de la desigualdad de peso político de los
votos ciudadanos. Debemos recordarlo, y enseñárselo a los
niños.
Con la Iglesia hemos
topado
Funerales de Estado. No laicos, como
debiera ser, ni multiculturales. Debemos protestar enérgicamente por la
colusión de Estado e Iglesia católica. Eso está pidiendo a gritos una
buena campaña contra los dirigentes políticos de la Iglesia actual. ¿Por
qué el Príncipe de Asturias no se casa por lo civil? ¿Por qué no hace de
su religión, si la tiene, un asunto privado?
Algunas exigencias
básicas
Una: Democratizar el sistema electoral,
escasamente proporcional. No puede ser que el voto de unos ciudadanos
pese mucho menos que el de otros en virtud del sistema electoral. Si los
votos no pesan igual no cuentan igual. Este sistema ha mostrado ser
esencialmente tramposo y poco proporcional. Hay que corregirlo. El Psoe
ha de aceptar esta reforma y recordar que el voto del domingo fue un
voto de emergencia.
Dos: Federarnos, para que la solidaridad
de las gentes de eso que llamamos España, que se ha manifestado en estos
cuatro días de marzo, al igual que lo hizo el año pasado en su oposición
a la guerra, se manifieste a través de una federación de comunidades y
entidades estatales autónomas.
Tres: Oponernos con todos nuestros medios
a las políticas antiecológicas y antisociales. Contra los equipos
empresariales y políticos incapaces de distribuir el trabajo entre toda
la población. Contra la precariedad y el desempleo. Contra el deterioro
de la vida.
Democracia, trabajo, federación: eso es lo
que hay que exigir a partir de ahora.
[Juan Ramón
Capella]
Las elecciones generales
y la agenda de la izquierda
alternativa
Las encuestas lo reflejaban: el interés de
la población era cambiar el gobierno, pero creían que continuaría
gobernando el PP. Para decirlo en términos más generales: el horizonte
de la historia parece detenido: como si Fukuyama se hubiese impuesto
entre la gente. Claro está que a golpe de misiles y de urdacis. Pero la
acumulación de errores, mentiras y despropósitos ha sido tal en el
último año que se ha generado una repulsa total al gobierno del PP (tres
millones adicionales han ido al PSOE, pero hay que sumar a estos los
incrementos de ERC, PNV, etc.).
Veamos cuáles han sido los principales
fallos del PP y analicemos su naturaleza. Todo empezó con la huelga
general y ahí se puso de manifiesto un rasgo genérico en todo lo que la
opinión pública ha ido generando como rechazo al PP. No solamente la
huelga fue ampliamente seguida a pesar de que parecía imposible que
alcanzase gran consenso en un contexto de destruida capacidad
negociadora de los sindicatos, sino que contó para sus resultados
prácticos en la opinión con la inestimable imagen del portavoz del
gobierno mintiendo sobre el alcance de la huelga. Y pusieron de
candidato al de los hilillos del Prestige. Lo mismo ha sucedido
con la guerra de Irak y sus reales armas de manipulación masiva frente a
las inexistentes armas de destrucción masiva.
Lo mismo con el accidente del Yakovlev,
con la invasión de Perejil que nos enemistó con Marruecos, reduciendo
nuestra capacidad de movimientos al entregar nuestra política exterior
al Departamento de Estado. La posición española en el Consejo de
Seguridad en la crisis de Irak fue la más dura y agresiva, concorde con
la foto de las Azores, tanto en las reuniones como en la interpretación
falaz de las resoluciones También la mentira ha presidido toda la
tramitación del Plan Hidrológico Nacional. O Alvarez Cascos diciendo que
todo el mundo paga esas hipotecas porque puede. Y finalmente la lucha
antiterrorista, orientada a la derrota política de opciones quizá no
compartidas por muchos pero plenamente democráticas, coronada por la
gran mentira de la atribución a ETA del más sanguinario atentado
terrorista que se recuerda en Europa. Todos estos fracasos se refieren a
objetivos aparentemente inalcanzables: la paz, la sociedad de bienestar,
la nueva cultura del agua, la multilateralidad en las relaciones
internacionales. La población se ha movilizado por ellos aun no teniendo
a su mano instrumentos clásicos, partido y sindicatos que estuviesen a
la altura.
No teníamos fuerzas. Ahora nos las han
dado o, mejor dicho, se las ha dado la población. Conviene
transformarlas en acción política permanente.
Porque los temas que ha planteado la
población figuran en la agenda de la izquierda alternativa. Porque no
hay ninguna garantía de que el PSOE pueda responder adecuadamente a
medio plazo.
[Jaume Segarra]
El plan de
privatización del agua de Argentina se seca
Por Sebastian
Hacher
Especial
para CorpWatch
26 de febrero de 2004
El Río de la Plata separa Buenos Aires, la
capital de Argentina, de Montevideo, la capital del Uruguay. Durante 500
años también se le ha llamado la Mar Dulce porque los recién llegados,
confundidos por su belleza y tamaño, lo tomaban por un mar de agua
dulce. Ahora, sin embargo, el río tiene otro signo distintivo: es uno de
los pocos ríos del mundo cuya contaminación se aprecia desde el
espacio.
"Vivir junto al río es una maldición" dice
Alejandra, madre de cuatro hijos, con ojos tristes. "Soy madre soltera,
no tengo trabajo y no sé qué hacer con mis hijos". Alejandra vive en una
barriada muy pobre conocida como Villa Inflamable.
Al barrio le dieron ese nombre por una
razón espeluznante: rodeado de industrias químicas y petroleras, el
riesgo de incendio en la zona es una bomba de relojería. Villa
Inflamable está en el corazón de la zona petroquímica Dock Sur, donde,
desde 1997, tres mil empresas vierten sus aguas residuales al
Riachuelo.
Sumada a esta intensa contaminación están
las aguas negras de cinco millones de clientes de la empresa de aguas
privatizadas, Aguas Argentinas, que se vierten al río directamente, sin
tratamiento. Tres kilómetros aguas arriba, Aguas Argentinas se sirve de
la misma agua para el consumo de la misma población.
Un caso de estudio del
Banco Mundial
Aguas Argentinas es un caso de estudio en
la fiebre de privatizaciones de los servicios de distribución de agua en
la última década, entregados a empresas europeas y americanas, apoyadas
por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El acuerdo de 1993 entre la autoridad
argentina de aguas y un consorcio que incluye al grupo Suez, de Francia,
la empresa privada de aguas más grande del mundo y la española Aguas de
Barcelona, creo una nueva entidad privada, denominada Aguas Argentinas,
con la ayuda del Banco Mundial, que también se hizo con una pequeña
participación en el consorcio. De acuerdo con un estudio de la Fundación
Ecología y Medioambiente del doctor Malpartida, la nueva empresa es "la
mayor transferencia a manos privadas de un servicio de distribución de
aguas y de una cuenca fluvial del mundo", que abarca una región de más
de diez millones de habitantes.
Los planes de
privatización se van a pique
Hoy en día 460 millones de personas de
todo el mundo dependen en su consumo diario de empresas privadas de
distribución de aguas, en comparación con los 51 millones de 1990,
debido a las políticas de privatización promovidas por el Banco Mundial
y el FMI.
Sin embargo, ahora las empresas de aguas
más importantes del mundo han decidido que no van a invertir en países
en desarrollo. Suez ha declarado que comienza una política para
"preparar el abandono" de los países en desarrollo para concentrarse en
las lucrativas posibilidades de Norteamérica y Europa. Una reseña sobre
Suez del instituto canadiense Polaris explica que "Suez está adoptando
una política de abandono de proyectos problemáticos, arriesgados o no
lucrativos, especialmente en los países en vías de
desarrollo".
David Hall, de la Unidad de Investigación
Internacional de Servicios Públicos, describe la nueva actitud de Suez
como "un reto a las razones que llevaron al sector privado a
involucrarse en un servicio público esencial, a la capacidad de
arriesgar, de utilizar su propio capital y a las "ventajas" de la
competencia. Por lo visto, estas multinacionales son incapaces de hacer
nada de eso.
En febrero de 2003 finalizó la concesión
de aguas y aguas residuales de la capital de Filipinas, de la que Suez
poseía un 20%. En marzo de 2003, amparándose en un "bajón financiero
global", Suez se echó para atrás en un contrato que habían ganado en
Ciudad Ho Chi Minh para construir la primera depuradora de aguas de
Vietnam. En enero de 2004, Ondeo, la filial de Suez dedicada a servicios
de aguas, se retiró de lo que hubiera sido un contrato de diez años para
gestionar todas el agua de Puerto Rico. Ondeo emitió un comunicado
indicando que "Enfrentados con una realidad económica muy diferente a
las previsiones iniciales, y en el marco del plan de acción de la
empresa madre, Ondeo de Puerto Rico ha rescindido su contrato de gestión
de aguas con el acuerdo del gobierno de Puerto Rico".
Debido a ello, según Daniel Azpiazu,
investigador de la Facultad Latino Americana de Ciencias Sociales, el
precio del agua para uso doméstico se incrementó un 88,2% entre mayo de
1993 y enero de 2002, aunque no hay ninguna relación entre ese aumento y
el aumento del IPC (la inflación) que fue del 7,3% durante el mismo
periodo.
Azpiazu indica que ello le proporcionó a
la empresa beneficios netos del 20%, que juzga muy superior a lo
"aceptable o normal" entre las empresas de aguas de otros países: "En
Estados Unidos, por ejemplo, las empresas de aguas tuvieron unos
beneficios de entre 6 y el 12,5% en 1991. En el Reino Unido se considera
razonable un 6 o 7%. En Francia, el 6% es un beneficio muy razonable
para una inversión".
Y además ese aumento no supuso una mayor
calidad o cantidad del servicio. En 1997, se descubrió que la empresa no
había realizado el 45% de las inversiones acordadas en mejoras y
ampliación de servicios, lo que condujo a una gran
contaminación.
No apta para consumo
humano
Aguas Argentinas se encarga del agua
residual de 5.744.000 personas, pero de acuerdo con un estudio de
diciembre de 2003 del Auditor General de Argentina, sólo trata el 12%
del total. El resto, según el Auditor, se vierte al Río de la Plata en
la zona de Berazategui.
Vecinos y autoridades de Berazategui,
junto con los cercanos ayuntamientos de Quilmes y Berisso, han demandado
hace poco a Aguas Argentinas por la contaminación del río, exigiendo una
compensación de 250 millones de euros.
"Desde principios de año", ha dicho
Fernando Gerones, alcalde de Quilmes, "estamos intentando hacer notar el
problema que significa que el agua potable de la región, que Aguas
Argentinas extrae en Bernal, esté situado a sólo 2,8 kilómetros de la
costa de Berazategui donde se vierten las aguas residuales".
Aguas Argentinas es lacónica al negar que
la contaminación presente en el agua en su nacimiento repercuta en los
consumidores. "El posible aumento de la contaminación del agua del Río
de la Plata no afecta la calidad del agua producida y distribuida por la
empresa", ha declarado un portavoz de la empresa.
Sin embargo, un estudio publicado en la
revista El Porteño indicaba que "el agua de siete distritos del Gran
Buenos Aires no es apta para consumo humano, con niveles de nitratos que
triplican los permitidos". Esas afirmaciones fueron corroboradas por un
estudio dirigido por el Laboratorio de Química Ambiental y Biogeoquímica
de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de La Plata, que
fue aún más allá, revelando que peces de la zona estaban contaminados
con BPC, bifenilo policlorado. Esa sustancia, altamente cancerígena y
por lo tanto prohibida, se utiliza en varias armas químicas, como el
napalm y el defoliante "agente naranja".
Hace un mes, cuando los juzgados le
ordenaron a Aguas Argentinas que cumpliera su contrato y construyera una
depuradora de aguas en Berazategui antes de 18 meses, un portavoz de la
empresa declaró inicialmente que "técnicamente no era una
responsabilidad de la empresa sino del gobierno". En un comunicado
posterior, cuando se refutó tal argumento, la empresa cambió de idea:
"vamos a cumplir lo ordenado por los jueces, pero las mejoras
ambientales requieren algo más que una planta de tratamiento: hace falta
un plan mucho más amplio".
Aumentan los
embolsos
La empresa ha prometido muchas veces
financiar amplias mejoras e incluso ha subido dos veces los precios para
pagar sus costes. Pero en 2003, el ETOSS, Ente Tripartito de Obras y
Servicios Sanitarios, que controla a Aguas Argentinas, le impuso a la
empresa una multa de 15 millones de euros cuando descubrió que la
empresa nunca había llevado a la práctica sus planes de
construcción.
Es más, Aguas Argentina ha invertido sobre
todo en pequeñas mejoras en vez de en inversiones serias para aumentar
la producción que hubiera emprendido una empresa
gubernamental.
El Departamento de Evaluación de
Operaciones del Banco Mundial elogiaba esa actuación en un informa de
2003 que indica: "Bajo el mismo contrato, la concesionaria ha logrado
posponer indefinidamente costosos aumentos en la depuración, simplemente
aumentando el mantenimiento de las depuradoras existentes".
Sin embargo, la frugalidad de Aguas
Argentinas en cuestiones de infraestructura ha creado un vacío donde
debería haber un servicio de distribución de agua potable. Liliana de la
Serna, propietaria de un comedor popular para niños de Quilmes,
provincia de Buenos Aires, describe la realidad diaria: "Aquí casi no
hay agua. Varios edificios de la zona no están conectados a la red y una
rotura en las tuberías de las aguas residuales lo ha contaminado
todo".
Aguas Argentinas se comprometió a
facilitar agua embotellada, pero ignoró su compromiso después de una
primera distribución. Entretanto, el resto del distrito recibe "un agua
contaminada intolerable y en poca cantidad".
Cuando se les ha preguntado sobre el
aumento de tarifas, Aguas Argentinas se negó a comentar sobre sus
continuos aumentos.
¿Cancelar el
contrato?
Hace cuatro meses, cuando el gobierno de
Néstor Kirchner canceló la privatización de la empresa de correos
argentina, se creía que Aguas Argentinas sería la siguiente. Julio del
Vido, Ministro de Planificación Económica, declaró al influyente
periódico Clarín que iba a haber una dura negociación con Aguas
Argentinas, exigiéndoles nuevas y sustanciales inversiones,
mantenimiento, mejora de la red y de la calidad del servicio. "Y si no
están de acuerdo, el contrato quedará cancelado."
Incluso se habló de un proceso. Leandro
Despouy, presidente de la Asamblea General de la ONU, señaló la
existencia de casos de "no cumplimiento de contrato que deben ser
investigados por el Ministerio de Justicia para determinar si hay
responsabilidad civil o penal en la actuación de la empresa".
Aguas Argentinas enseguida se encontró con
otra sorpresa: a finales de 2003 el gobierno informó que se enfrentaban
a multas de 2,5 millones de euros por incumplimiento de contrato.
Semanas antes, la empresa recibió una multa de un millón de euros, en
parte por una interrupción del servicio, corta e impredecible, que
afecto a 6 millones de personas en septiembre de 2003.
El 13 de febrero, después de una reunión
entre el gobierno argentino y los directores de Suez, la empresa emitió
un comunicado de prensa anunciando el logro de "unas bases de
negociación para fijar un acuerdo duradero y económicamente equilibrado
para todas las partes, a la vez que confirmando su deseo de continuar su
trabajo en Aguas Argentinas".
Falta por ver si el gobierno rebajará la
confrontación, forzará a la empresa a mejorar o cancelará el contrato o
bien si la empresa abandonará como ha hecho en otros países.
Sebastian
Hacher es periodista independiente
y fotógrafo residente en Argentina. Justin Podur es escritor y traductor
de cuestiones Latinoamericanas.
[Fuente: CorpWatch http://www.corpwatch.org/issues/PID.jsp?articleid=10088.
Traducción de Víctor Cassi. Artículo aportado por Agustí Roig. Imágenes
de Villa Inflamable http://argentina.indymedia.org/news/2003/12/158796.php.]
La biblioteca de
Babel
Lester
Brown
Eco-economía. Para una economía a la medida de la
Tierra
Prólogo de J. Sempere, Editorial Hacer, Barcelona, 2004,
340 pp.
El
ex-director del Worldwatch Institute de Washington, actual
presidente del Earth Policy Institute, es una autoridad mundial en
asuntos ambientales. En este volumen, dedicado a las relaciones
entre ecología y economía, recoge una gran masa de informaciones
para evidenciar la gravedad de la crisis ecológica. Pero también
para exponer los pasos que se dan hacia la sostenibilidad. Hay ya
muchas técnicas operativas y muchas experiencias en todo el mundo
que se recogen en las páginas de este libro. El autor critica la
ausencia en la teoría económica convencional del factor físico y
biológico, que falsea la realidad económica. Comprobar -por poner
sólo un ejemplo- que un kilo de granos de trigo requiere mil
litros de agua para su obtención tiene una evidente significación
económica que no puede reducirse a una simple evaluación de costes
monetarios. |
El lector no debe esperar respuestas
satisfactorias a temas conflictivos desde el punto de vista
sociopolítico. El punto de vista es ecotecnocrático. Así,
por ejemplo, no se habla de deuda ecológica del Norte respecto del
Sur. Ni de las tendencias maximizadoras del capitalismo. Ni
siquiera de "cultura de la suficiencia". Pero la calidad y la
pertinencia de la información que aporta compensa estos vacíos. El
lector de izquierdas hallará en este libro muchas razones para
argumentar, más allá de las ideas del propio autor, a favor de una
perspectiva ecosocialista. [Joaquim
Sempere] |
Grup Dones
i Treballs
Malabaristas de la vida. Mujeres, tiempos y
trabajos
Barcelona, Icaria, 2003
El grupo
"Dones i Treballs" nos invita con este libro a compartir sus
reflexiones sobre la organización de los tiempos de trabajo y de
vida en nuestras sociedades. En su introducción se explica el
origen y desarrollo del debate realizado por las mujeres de este
grupo feminista barcelonés. Del interés y fecundidad de los
resultados obtenidos gracias a sus encuentros dan buena cuenta los
tres artículos que contiene. El artículo de Cristina Carrasco, en
particular, muestra con claridad la incompatibilidad entre las
exigencias asociadas al cuidado de la vida y las propias del
capitalismo. El siguiente artículo de Neus Moreno analiza el tema
de la "doble presencia" de las mujeres en el mercado de trabajo y
en |
la organización familiar y pone de relieve las
repercusiones que esta situación acarrea sobre la salud de las
mujeres. El volumen se cierra con un artículo titulado con unas
bellas y elocuentes palabras: "Arraigadas en la tierra". Anna
Bosch, María Inés Amoroso y Hortensia Fernández Medrano ofrecen en
él una reflexión de carácter más filosófico acerca de los vínculos
entre las tareas históricamente asociadas a las mujeres, la
naturaleza y la vida. En suma, una invitación que hay que aceptar
y hacer extensible a todas las personas que se sienten
comprometidas con la tarea de contribuir a mejorar la vida en
común. [Xavier Pedrol] |
Loïc
Wacquant
Entre
las cuerdas. Cuadernos de una aprendiz de boxeador
Trad. de María Hernández,
Alianza Editorial, Madrid, 2004, 256
pp.
Este libro
es lo que se indica en su subtítulo: la narración hecha por un
sociólogo que dedicó tres años a convertirse en boxeador. El texto
está lleno de descripciones y reflexiones interesantes. Wacquant
aparece como persona que aprende a boxear y explica cómo
experimenta ese aprendizaje que es radicalmente distinto al que
suele interiorizar un profesor universitario como él. Se |
describe y explica la vida en un gimnasio situado en
un barrio marginal de Chicago y la cultura pugilística que se
genera. Su relato está a caballo entre la sociología y la
antropología, siendo interesante para un público amplio por su
riqueza de matices. Como se recordará, Wacquant ofreció no hace
mucho otro buen texto: Las cárceles de la miseria. Buena
lectura. [Antonio Madrid] |
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