Frente al
referéndum:
construir un no alter-europeísta
Todo parece indicar que el hasta
ahora marginal debate sobre la "Constitución europea" se calentará
en los próximos meses. El gobierno español ha anunciando la convocatoria
de un referéndum consultivo para febrero de 2005. De manera más
o menos velada, ha dejado entrever su intención de hacer campaña
a favor del sí. La mayoría de los partidos y de los sindicatos,
reticentes a la hora de pronunciarse o de abrir un debate interno,
se están viendo forzados a colocar sus cartas sobre la mesa y a
adoptar una clara posición de cara a una convocatoria planteada
en términos de apoyo o de rechazo.
Naturalmente, habrá muchas maneras
de decir que sí o que no a este Proyecto de Constitución. Al igual
que en el referéndum sobre la OTAN o frente al Tratado de Maastricht,
la izquierda social y política alternativa deberá asumir un desafío
complejo: construir un no altereuropeísta que le permita diferenciarse,
tanto de la oposición de derechas al Proyecto, como de sus partidarios,
incluidos aquellos que propugnan un "sí crítico".
De entrada, una cosa al menos debería
quedar clara: quien más se ha beneficiado con este "proceso
constituyente" y con la actual construcción de la Unión ha sido la
derecha europea. Dominaron la Convención encargada de redactar el
Proyecto, reservando la muy influyente presidencia a un conservador
sin complejos como Giscard d'Estaing. Fuera de algunas cesiones
retóricas, casi todas sus reivindicaciones en materia económica
fueron incorporadas al texto. La libre circulación de capitales,
la obsesión por la ausencia de déficit y por la estabilidad de precios,
la prioritaria defensa de la competitividad, el mantenimiento de
criterios monetaristas de convergencia, la independencia casi absoluta
del Banco Central. Es verdad que a algunos les hubiera gustado ir
más lejos. Por ejemplo incorporando una mención explícita a Dios
o al papel de la Iglesia Católica en Europa. Pero desde Chirac a
Rajoy o al neofascista italiano Dini han subordinado esas exigencias
"menores" a sus intereses de fondo, plenamente reconocidos.
Mírese si no el caso de Aznar.
Desairado tras las elecciones, amagó de manera histriónica con oponerse
al Proyecto por el mal reparto de votos en el Consejo conseguido
por Zapatero. Pero fue un patético gesto pour la galerie.
Sus propios compañeros de partido lo mandaron callar. Y le recordaron
que lo obtenido por el PP en el Proyecto había sido mucho. Por
ejemplo, la integridad de las fronteras estatales, un precepto
en el que Aznar empeñó toda su influencia, con el objeto de bloquear
cualquier actualización democrática del derecho de autodeterminación.
En todo caso, lo verdaderamente
lamentable en todo el proceso ha sido el papel de la socialdemocracia.
A pesar de que la mayoría de sus dirigentes en Europa están a favor
del texto, resulta muy difícil detectar en él todo rastro de la
tan predicada "huella socialista". Lo pactado con la derecha no
se ha traducido en una Europa ni más social, ni más democrática
ni más europea de la que había hasta ahora. Los más comprometidos
con esos objetivos -como los socialistas franceses- apenas han podido
hacer sentir su influencia. Y los más influyentes -como los laboristas
británicos- han orientado toda su capacidad de presión hacia el
bloqueo sistemático de cualquier avance en la dirección de una Europa
más social, federal y democrática.
La estrategia de Zapatero de presentarse
como artífice de una Constitución que el torpe ejecutivo de Aznar
habría bloqueado por su atlantismo y su neoliberalismo desmedidos
carece de bases creíbles. Primero, porque los gobiernos del eje
franco-alemán al que Zapatero pretende acercarse han sido, más allá
de las divergencias geoestratégicas planteadas por la guerra de
Irak, dóciles impulsores de la "americanización" de la vida económica
y social en sus respetivos países. En segundo lugar, porque la visión
de la política exterior de los socialistas españoles no supone una
alternativa de fondo al militarismo y a la hegemonía de Estados
Unidos. Basta fijarse en Solana, que será el candidato del PSOE
a ministro de Relaciones Exteriores de la Unión si la Constitución
se aprueba. Finalmente, porque el PSOE ha dado ya sobradas muestras
de que la Europa Social es sólo una etiqueta retórica en su discurso.
La última prueba de ello es su apoyo a la Comisión Europea que presidirá
Barroso, un ultraliberal que fue anfitrión de Bush, Aznar y Blair
en la tristemente célebre Cumbre de las Azores y que, de 25 miembros
que tendrá el ejecutivo de la Unión, sólo ha admitido a 6 socialdemócratas.
Hay que esperar, es verdad, la
reacción de las bases socialistas, sobre todo en sitios como Catalunya.
Si Convergencia i Unió se pronunciara por el no, el PSC podría quedarse
solo con el PP en su defensa del Proyecto. Las discrepancias surgidas
a nivel europeo tampoco pueden subestimarse. Las juventudes
socialdemócratas suecas se han rebelado contra la dirección del partido
y han exigido que se convoque un referéndum sobre el Proyecto,
en lugar de la simple ratificación parlamentaria. En Francia, la
división entre los socialistas es tal que su secretario general,
F. Hollande, ha decidido convocar una consulta interna antes de
diciembre. Un posible presidenciable, el moderado L. Fabius, ya
ha dejado abierta la posibilidad de convocar a los suyos a votar
por el no. En Alemania, al Proyecto no le espera tampoco un camino
de rosas. Durante buen tiempo, Schröeder, con el apoyo explícito
de su ministro verde J. Fischer, se opuso a la convocatoria a un
referéndum sobre el Proyecto argumentando que la Constitución no
preveía esa posibilidad. Sin embargo, el anuncio oficial de celebración
de referéndum ya en nueve países (Bélgica, Dinamarca, España, Francia,
Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Reino Unido), sumado
a la creciente presión social, han llevado al gobierno a barajar
la posibilidad de una reforma constitucional que autorice la consulta.
En un contexto así, lo que vaya
a ocurrir en el Estado español no puede anticiparse de antemano.
El PP, el PSOE, la patronal y las cúpulas de Comisiones Obreras
y UGT defenderán el sí y lo impulsarán en sus radios, en su prensa
y en sus cadenas de televisión. Sin embargo, no les resultará sencillo
explicar a los ciudadanos por qué tienen que votar un Proyecto
como éste. El insuficiente reconocimiento de las naciones minoritarias
en la Unión ha comenzado a generar divisiones incluso entre nacionalistas
conservadores de Catalunya y Euskadi. A la izquierda, tras algunas
vacilaciones iniciales, parece que partidos como IU, Iniciativa
per Catalunya o ERC se sumarán finalmente a los movimientos político-sociales
que, desde un comienzo, han venido defendido la necesidad de oponerse
a este Proyecto y de impulsar una Europa alternativa.
El tiempo que queda hasta febrero
de 2005 no es mucho. En buena parte, el debate sobre la Constitución
coincidirá con otros importantes como el de las elecciones en Estados
Unidos, la celebración del III Foro Social Europeo y, sobre todo,
la reforma de los Estatutos de Autonomía. Será, en todo caso, una
valiosa oportunidad para hacer coincidir el impulso social y de
izquierdas que pueda generar el objetivo de una refundación social,
democrática y plurinacional del Estado español -la "segunda transición"-
con la batalla por una refundación similar de Europa. De lo que
se tratará, así, es de mostrar que entre la fuga hacia adelante
de la Europa simplemente intergubernamental, neoliberal y tecnocrática,
y los cantos de sirena del populismo estatalista, es posible pensar
un robusto espacio de convergencia a favor de otra Europa: federal,
social y democrática, ecológica, pacífica, multicultural y plurinacional.
La única que, tomada en serio, podría convertirse en alternativa
civilizatoria a lo que actualmente supone Estados Unidos y ganarse
el compromiso de millones de mujeres y hombres que hoy la contemplan
con comprensible distancia.
Barcelona, 9 de
septiembre de 2004
[Xavier Pedrol y Gerardo Pisarello]
Lecciones de
Venezuela
Emir Sader*
Mucho es lo que se puede y se debe
aprender de la experiencia venezolana después del referendo del
15 de agosto: de sus resultados, de la situación actual de los gobiernos
electos o apoyados por la izquierda en el continente, de las
perspectivas y de los problemas vividos por los movimientos sociales,
y de la situación general de la lucha contra el neoliberalismo
en América Latina.
Las primeras lecciones tienen que
ser aprendidas por los medios de comunicación masiva que se habían
sumado al coro de medios privados venezolanos, multiplicado por
las agencias estadunidenses y de los otros países de las metrópolis
capitalistas. Los grandes medios compraron versiones, según las
cuales en el caso de Chávez se trataría de un dictador, al estilo
guerra fría, elogiando a la oposición como "democrática",
recibiendo a Gustavo Cisneros en Brasil como si no fuese el gran
magnate golpista de derecha, cabeza del mayor monopolio de la prensa
en América Latina, sino un respetable empresario de éxito. En Brasil,
el gobierno de Hugo Chávez fue incluido junto con los temas malditos
de Cuba y del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) como malditos;
las condenas de los editoriales prácticamente fueron unánimes y
se editorializaron las coberturas internacionales.
La consulta electoral, instrumento
único de control de los mandatos populares por la ciudadanía a
escala mundial, fue realizada con total transparencia, incluso
según la OEA y la Fundación Carter, con el reconocimiento internacional
unánime de honestidad en el conteo. Los periodistas que cubrieron
la consulta deben igualmente haberse dado cuenta del carácter totalitario
que el monopolio privado de medios intenta imponer a los venezolanos.
Que se saquen las consecuencias, que se proceda, como hicieron
los mayores periódicos estadunidenses -The New York Times
y The Washington Post- al efectuar una autocrítica de la
cobertura realizada e inclusive del lenguaje usado: usaban "demócratas"
para los opositores y "autoritario" para Hugo Chávez.
Otras lecciones deben ser sacadas
por los movimientos sociales que han protagonizado las mayores
luchas de resistencia contra el neoliberalismo, desde el grito
zapatista de Chiapas hasta los Foros Sociales Mundiales, pasando
por las luchas de Bolivia, Ecuador, Perú, Argentina, Brasil, México.
Su capacidad de resistencia, de canalización de los intereses y
sentimientos populares los afirman definitivamente como los mejores
representantes de la lucha popular latinoamericana. Pero algunos
movimientos sociales han pretendido sustituir a las fuerzas políticas
y ocupar el espacio político sólo a partir de la acumulación de
fuerza social. Esta experiencia ha revelado la capacidad de veto
de los movimientos sociales, pero también su incapacidad de construcción
de un nuevo proyecto hegemónico. Esta ha sido la experiencia de
los movimientos indígenas ecuatorianos y del movimiento campesino
e indígena bolivianos, entre otros.
La crítica de los límites de la
acción estatal para un proceso realmente emancipatorio no debe
salir de un "politicismo" hacia una concepción que exige de la
lucha social lo que ella sola no puede dar. Tenemos que encontrar
nuevas formas de hacer política, pero haciendo política, incluso
institucional, combinándola con la lucha de masas. Despreciar la
lucha institucional y el potencial de acción del Estado es entregarlos
de hecho a las fuerzas tradicionales que, despreciando las luchas
y los movimientos sociales, usaron el Estado para llevar a cabo
políticas conservadoras.
La lucha contra el neoliberalismo
es la lucha por la afirmación de los derechos consagrados universalmente
para todos. Esta lucha tiene en los movimientos sociales su principal
protagonista, pero los derechos sólo pueden ser consagrados en
el plano del Estado, de un Estado democratizado, que confirme y
garantice los derechos para todos, mediante el fortalecimiento
de su dimensión política.
El caso venezolano, en un país
con enorme atraso en la organización popular, con el espacio sindical
ocupado por una aristocracia obrera vinculada con las empresas
petrolíferas, representa un buen ejemplo de cómo los movimientos
sociales pueden desarrollarse y fortalecerse en alianza con gobiernos
que realicen una política privilegiando lo social y las reformas
democráticas del Estado.
Venezuela es un país -tal vez el
único actualmente en América Latina- en el que los derechos sociales
avanzan, combinando las políticas gubernamentales y la acción de
los movimientos sociales.
El mismo caso ya había surgido
en la lucha contra el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA)
y por el fortalecimiento de la organización de los países del sur
del mundo cuando en la reunión de Cancún fue creado el Grupo de
los 20. La lucha por un proyecto de integración alternativo pasa
por la alianza de los movimientos sociales con los gobiernos que
lleven a la práctica una política de soberanía y de construcción
de una reinserción activa en el plano internacional.
La otra lección debe ser sacada
por los partidos políticos y gobiernos de izquierda de la región.
El gobierno de Hugo Chávez demuestra la posibilidad de una alternativa
de izquierda en el continente, que combine la prioridad de lo social
en el plano interno con la soberanía política en el plano externo,
promoviendo activamente la organización del movimiento social.
Que gobiernos como los de Lula
y Kirchner -y el de Tabaré Vázquez, que puede triunfar este año-,
así como el PT, el Frente Amplio de Uruguay y otras fuerzas de izquierda
saquen provecho de las lecciones de Venezuela. Que dejen de lado
la crítica de que la polarización entre ricos y pobres lleva al
aislamiento de los gobiernos. Hugo Chávez no promovió los movimientos
sociales, sino que les dio expresión en el plano político, abriendo
así un espacio para el surgimiento de nuevos movimientos sociales
en un país hasta entonces dominado por las corruptas burocracias
sindicales.
* Emir Sader es
sociólogo brasileño y catedrático de la Universidad de Río de Janeiro.
Traducción:
Jerónimo Rajchenberg
Dos años de
Uribe
En agosto hizo dos años que subió
al poder en Colombia el Presidente Uribe. La mitad de su mandato
es un buen momento para hacer balances de su gestión y analizar
la situación en que se encuentra ese país andino.
La llegada al poder de Álvaro Uribe
estuvo marcada por el fracaso de las negociaciones de paz con la
guerrilla del anterior Presidente, Andrés Pastrana. Este fracaso
fue en buena parte causado por la actitud de las propias organizaciones
guerrilleras, que no suspendieron sus acciones contra la población
civil (secuestros, extorsiones, atentados) e incluso utilizaron
las zonas resguardadas que se les asignaron para esconder a los
secuestrados. Por otro lado, los atentados del 11 de septiembre
de 2001 cambiaron el clima mundial en relación con el terrorismo
haciendo mucho más difícil plantear posibles negociaciones con organizaciones
armadas.
El planteamiento con el que Uribe
llegó a la presidencia fue radicalmente distinto del de Pastrana:
se trataba de no dar cuartel a las fuerzas guerrilleras, de perseguirlas,
de acosarlas, de minar sus recursos... para modificar el equilibrio
de fuerzas y estar en condiciones de negociar desde una posición
clara de poder. Para Uribe, las guerrillas son el principal problema
que tiene Colombia. De hecho, las FARC mataron a su padre y han
atentado varias veces contra su vida. Por su parte, el actual Presidente
fue uno de los creadores de las fuerzas paramilitares en Antioquia
cuando era gobernador de esa región -cosa que ahora nadie recuerda
públicamente en Colombia-. Su política tiene, por tanto, una buena
dosis de cruzada personal.
El país colombiano sufre una situación
de "guerra contra la sociedad" (como la denomina uno de los mejores
especialistas en el tema de la violencia en ese país) desde hace
más de cincuenta años. Las actuales guerrillas surgieron en los
años sesenta y setenta, unas desgajándose del partido comunista
y otras a imagen y semejanza de los grupos armados cubanos. Para
"defenderse" de ellas determinados sectores de la oligarquía, en
especial los terratenientes, crearon grupos paramilitares (las llamadas
"autodefensas"). En medio, surgieron las grandes redes de narcotraficantes
con sus propios ejércitos de sicarios.
Hoy en día, guerrilla, paramilitares
y narcotraficantes se entremezclan entre sí, en el sentido de que
tanto la guerrilla como las autodefensas se financian con el narcotráfico
y de que paramilitares y guerrilla proporcionan protección tanto
a los campesinos cultivadores de coca como a los traficantes de
droga en las zonas que controlan. Por eso, para mucha gente, la
guerrilla ha perdido toda legitimidad y viene a ser la misma cosa
que los "paras": una amenaza para la propia seguridad. Y por eso
también Uribe es muy popular: porque ha "limpiado" las ciudades
y las carreteras de guerrilleros y al menos la población urbana
se siente con mayor libertad de movimientos.
Sin embargo, la política de Uribe
frente a los paramilitares es completamente distinta. A finales
de julio se produjo un gran escándalo cuando tres de sus dirigentes,
algunos acusados personalmente de delitos de sangre, hablaron en
el Congreso de la Nación. La provocación fue tan grande que hasta
los "gringos" protestaron. Y esa comparecencia puso de manifiesto
que la actitud de Uribe es completamente asimétrica: guerra a las
FARC (Fuerzas Revolucionarias de Colombia) y al ELN (Ejército de
Liberación Nacional) y tolerancia y zonas de resguardo para las
autodefensas.
En las actuales circunstancias,
es improbable que Uribe logre derrotar militarmente a las guerrillas.
Por otro lado, más y más zonas del país van quedando en manos de
los paramilitares. Eso es lo peor que podía suceder. Y si esa dinámica
prosigue, no será posible que en un futuro próximo haya definitivamente
una Colombia en paz. Habrá una Colombia con más pobreza y más
desigualdad que, esos sí, son los auténticos problemas de raíz que
sufre esa sociedad. [José Antonio Estévez]
El presidente
anuncia la "sociedad de la propiedad"
Dice a
la convención que ha ordenado
el acceso a los fondos de la Seguridad Social
Greg Palast
Nueva York, 2 de septiembre
de 2004
En el estúpido y
descabellado -pero impresionante y amenazante- entramado que George
W. Bush trató de vendernos en su discurso de aceptación de esta
noche, hay una cosa que él y sus amaestradores llaman la "Sociedad
de la Propiedad". Queda chulo lo de "propiedad". Cada uno se lleva
un pedazo de la tarta. Todos ganamos cuando la economía va viento
en popa. Claro. Pero bajo la mierda del hurra a la libre empresa,
se esconde el viejo propósito de comerse los ingresos de la Seguridad
Social para convertir en permanentes las rebajas de impuestos a
los más ricos que Bush ha llevado a cabo.
Eso es lo que el Presidente pretende.
La Seguridad Social es un plan de seguros. Si primero pagas, luego
cobras. Pero es difícil cobrar si hay una guerra en vez del superávit
de Clinton. Esto no es la guerra contra el terrorismo o la guerra
de Irak, aunque Dios sabe que nos han costado un riñón y no hemos
ganado nada. Hablo de la guerra que Bushito y su Dick Cheney han
emprendido contra el trabajador medio. Hablamos de un Pearl Harbor
económico. Mientras los bomberos y policías entraban corriendo
en edificios que se derrumbaban, los Bushitos se preparaban para
aliviar a algún muchimuchi millonario -como la familia Bush por
ejemplo- de la necesidad de pagar los impuestos que sí pagamos
los demás. Si se trabaja de profesor, hay que pagar a la Seguridad
Social y los impuestos sobre todos y cada uno de los ingresos.
Pero siéntese en su yate, especule en el casino de la Bolsa y quedará
libre de impuestos sobre "plusvalías".
Bill Clinton propuso poner sus
grandes excedentes en una "caja fuerte" de la Seguridad Social,
para cuando llegaran las vacas flacas. Pero esta noche, Bush, en
cambio, propone estimular a los de las opciones sobre acciones (stock
options) recortando los ingresos de la Seguridad Social para que
jueguen en bolsa. Tuvo la misma idea en el 2000. Si lo hubiera podido
llevar adelante después de su toma de posesión, el "propietario"
medio americano, que invierte en la bolsa, sería un 7% más pobre,
muchos estarían en la ruina. Y algo seguro: los felices propietarios
de más edad tendrían que rebuscar entre la basura del Madison Square
Garden para comer alguna cosa.
Aquí está el último informe de
los que apoyan la guerra: El Banco Mundial informa que Estados Unidos
tiene más millonarios que nunca. Los veremos en la convención esta
noche. Los ingresos del hogar medio disminuyen -la mayoría somos
clase media- mientras los de las clases bajas caen en picado. Nuestro
20% más pobre ha visto reducidos sus ingresos en un quinto. La
clase alta de América, el 1%, posee ya el 53 % de todo el mercado.
Y ahora ese 1% quiere romper la
hucha de las jubilaciones y recortar algunas de sus prestaciones.
Luego nos permitirán que les demos el resto del dinero para financiar
sus chanchullos en la bolsa. ¿Y si al jugarse esos miles de millones
en montajes en la bolsa no se produjeran beneficios, qué propone
hacer el señor Bush con los viejos que se mueran de hambre? Creo
que le he oído decir: "Que se coman las acciones de Enron."
Y la futura caída del mercado,
señor Presidente, es una certeza absoluta. Vamos a hacer números.
Venga niños. Compramos una opción esta tarde para financiar nuestro
retiro. Dentro de quince años, los nacidos en la década de los cincuenta,
querrán jubilarse y por lo tanto vender. ¿He dicho vender? ¿Y cómo?
En el 2020, decenas de millones de "propietarios" pondrán a la
venta sus títulos. ¿Quién los comprará? ¡CRRRRASH! Una política
que pretende otro 1929 es útil para los del sombrero de copa y
anillo en el dedito del partido de Herbert Hoover.
El gran problema es que los supuestamente
no partidistas e incluso quejicas demócratas están deseando "reformar"
la Seguridad Social. Tenemos a Alan Greenspan, que no dice una
palabra sobre el déficit multimillonario producido por los recortes
fiscales de señor Bush, e incluso advierte sobre posibles calamidades
en la Seguridad Social basándose en las "tendencias". [...]
¡Venga Alan!, vuélvete a primero
de Económicas. Cuando los de los años cincuenta lleguen a la edad
de la jubilación, vamos a necesitar préstamos extraordinarios para
hacer frente a los pagos de la Seguridad Social y para mantener
el poder adquisitivo de la gente que a su vez mantiene viva la economía
gastándose el dinero. Escuche, señor Presidente, ya hemos vivido
la sociedad de la "propiedad". Por suerte, se acabó cuando Abraham
Lincoln proclamó la emancipación de los esclavos.
Fuente: http://www.gregpalast.com/ . Greg Palast, designado mejor
escritor británico de economía del año por la Asociación de la
Prensa británica por sus escritos en The Guardian, es autor
del éxito de ventas del New York Times "The Best Democracy
Money Can Buy" (La mejor democracia que el dinero puede comprar).
Este mes, Palast, que ha vuelto a sus Estados Unidos natal, presentará
Bush Family Fortunes (Las fortunas de la familia
Bush), la película basada en sus trabajos de investigación para
la BBC.
Vea un anticipo de la película en http://www.gregpalast.com/bff-dvd.htm y los informes de Palast en
http://www.gregpalast.com/contact.cfm .
Traducción
de Víctor Cassi.
Texto proporcionado por Agustí Roig
Necrología de una
heroína
Pier Paolo
Pasolini
Está envejecida y muerta. Pero
estoy seguro de que se siente una niña en el interior de su tumba.
Ella está ciertamente orgullosa de su muerte, que considera una
muerte especial. Por otro lado, aunque en principio admite estar
muerta, ya que su muerte, aun siendo especial, es admisible, no
acaba de admitirla del todo: "mi muerte es provisional, es un fenómeno
pasajero", parece decir, a la manera de un personaje de Gogol, de
Dostoyevski o de Kafka, "en algún lugar de las alturas se está intrigando
para que esta fastidiosa coyuntura quede superada y todo vuelva
a ser como antes. Por lo demás, yo no tengo solución de continuidad:
soy lo que era. Mi capacidad de sorpresa no tiene límites porque
no paro de caer de las nubes y reirme, con asombro infantil". (Contemporáneamente,
ahí en la tumba, dice: "Nunca estoy montada en las nubes, permanezco
siempre con los pies en el suelo, nada me sorprende porque, desde
siempre, lo he sabido todo.")
¿Ambigüedad? No: doble juego. Ella,
la muerta, Laura Betti, no era ambigua, sino de una sola pieza:
inarticulada como un fósil. Ella se sumó a su cualidad real de fósil,
colocándose en la cara una máscara perenne de niña rubia (pero:
"ojo, detrás de la niña que dice ser con su máscara, hay una trágica
Marlene, una auténtica Garbo"). Al mismo tiempo, sin embargo, en
que concretaba su fosilización infantil adoptando la máscara, contradecía
todo esto recitando una multiplicidad de personajes diversos cuya
característica ha sido siempre la de ser opuestos entre sí.
Su gran suerte ha sido la de no
haber vivido en uno de tantos países dictatoriales que hay en el
mundo; y, sobre todo, la de no haber acabado en uno de tantos posibles
campos de concentración. ¡Qué horrible víctima hubiera sido! Pero
en una necrología no se dicen estas cosas.
Haciendo un examen superficial
de ella, muchos le atribuyeron en vida una voluntad provinciana
de degradar a los ídolos. No, no era sólo el sadismo de una provinciana
que, llegada al Centro donde habitan los ídolos, se deja caer en
la tentación de profanarlos y desacralizarlos: detrás de esa dolorosa
operación estaba su necesidad de ser al mismo tiempo "una" y "otra":
"una" que adora, y "otra" que escupe sobre el objeto adorado; "una"
que mitifica y "otra" que descalabra.
Pero, repito, no era ambigua. Su
juego era claro como el sol. Naturalmente, habiéndose propuesto
ante todo, como una de las leyes-clave de su código, no provocar
nunca, en ningún caso, piedad, también quiso y aceptó siempre provocarla
por un juego de oposición. Pero dicha piedad nunca fue la consecuencia
de tal o cual acción o circunstancia suya: siempre fue consecuencia
de la excesiva claridad de su juego. Por tanto, se vio forzada
a provocar a través de la piedad, que es como se ha manifestado
su generosidad: algo heroico, en suma.
Ésta es, pues, la necrología de
una heroína. Que, hay que añadir, era muy graciosa y una excelente
cocinera.
Laura Betti (1934-2004)
fue un personaje central de la vida cultural de Italia. Hizo canción,
teatro y trabajó para los grandes de la cinematografía italiana,
sobre todo para Pasolini. Desde la muerte de éste, dirigió el Fondo
Pier Paolo Pasolini de Roma. A ella se debe el documental Pier
Paolo Pasolini, las razones de un sueño (2001). La necrología
que se reproduce aquí fue escrita por Pasolini en 1971 para Vogue,
imaginando que se trataba del año 2001.
Traducción
de A. Giménez
La biblioteca de Babel
José María Ridao, Weimar entre nosotros
Círculo de lectores, Barcelona, 2004, 304 pàgs. |
No siempre lo que se proclama nuevo resulta
serlo en el campo de la política y, por otra parte, la democracia
no es un sistema político irreversible que se alcance en
el espacio y en el tiempo, como si se tratara de un desarrollo
orgánico preprogramado. De ahí que Ridao acuda al pasado
para trazar las líneas de sentido que puedan ayudarnos a
situar muchas incongruencias del presente. Su modo de reflexionar
sobre los temas más acuciantes, en relación a las actuales
relaciones de poder en el ámbito internacional y nacional,
estimula la formación de un panorama de comprensión sobre
decisiones políticas cargadas de consecuencias previsibles.
El carácter precario e inhabitable de nuestro mundo tiene
explicación y, sobre todo, exige mayor implicación política
de los ciudadanos a fin de evitar que las simplificaciones
y estereotipos sobre el magma del terrorismo y sobre indiscutibles
dictaduras conduzcan "al Weimar de los años treinta del siglo
pasado, al Weimar en el que un dictador podía asegurar que
había simplificado la democracia y enorgullecerse de realizar
en media hora lo que el régimen parlamentario realizaba en
medio año, es a ese Weimar al que se podría estar irracional,
insensatamente convocando entre nosotros." (p. 228).
Pero no es sólo un libro
de advertencias morales sino de muy fina descripción de supuestos
falsos e implícitas falacias en que hoy se basa buena parte
de la propaganda política en temas como los de la inmigración
("los más desiguales entre los desiguales"), el terrorismo,
la
|
guerra de
Irak, la engañosa alternativa entre libertad y seguridad,
etc. Según Ridao, existe un mecanismo común en situaciones
aparentmente muy diversas: "...el discurso de la imperiosa
necesidad de adaptarse a los cambios contiene, en el fondo,
una subrepticia culpabilización de la víctima: si lo es, ello
se debe a que no ha sabido o no ha querido responder a los
nuevos derroteros del mundo y, por tanto, está sufriendo una
penalización por su falta de lucidez o su desidia." (p.
127).
Si el espíritu de fidelidad
a la verdad caracterizara a los socialdemócratas como Ridao
creo que no estaríamos en la actual fase de capitalismo agresivo
en la que nos encontramos. Aunque también, todo hay que decirlo,
los falsarios y antidemócratas de vocación y elección abundan
y han abundado en otras concepciones políticas. Lo único
que cabe objetarle a Ridao es que no ponga en cuestión el
propio sistema cuyas concepciones y ocultas utopías de equilibrio
y moderación capitalista entronizan la desigualdad como virtud
necesaria. Y ya se sabe, siempre hay quienes aspiran a la
excelencia y a la perfección en el ejercicio de las virtudes.
Aunque, quisiera insistir, éste es un muy buen libro para
entender muchos elementos del mundo contemporáneo que aparecen
dispersos y que, en el fondo, están relacionados, así como
es también un buen libro que logra explicar cómo no es lícito
ni política ni moralmente separar medios de fines. [María Rosa
Borrás]
|
John Berger, El tamaño de una
bolsa
Trad. cast. de Pilar Vázquez, Taurus, Madrid, 2004, 272
págs. |
"Nunca he escrito un libro con mayor
sensación de urgencia", nos dice Berger en la contraportada
de su libro. Y es que el conjunto de aproximaciones personales
a la experiencia artística contenidas en esta bolsa de resistencia
claman "contra un nuevo orden económico mundial que no puede
ser más inhumano", contra la gran mitología de la apariencia
que día a día trata de separarnos de la percepción real de
cuanto sucede a nuestro alrededor. En tales condiciones,
la voluntad de |
sentirse próximo a quienes padecen que recorre estos
ensayos -en el afán de su autor por adentrase en el contexto
que envuelve la creación humana- es, para Berger, la condición
esencial para reencontrar la dignidad y la esperanza, así
como el núcleo de la resistencia al nuevo orden mundial. Mediante
un lenguaje comunicativo, repleto de poeticidad y sugerencias,
el libro invita al lector a participar en tan singular bolsa.
[Antonio Giménez] |
Foro de
Webs
- Foro Social
Europeo
- El tercer Forum Social Europeo
tendrá lugar del 14 al 17 de octubre en Londres. En la página
del Foro puede encontrarse información sobre los contenidos del
Foro seminarios, talleres y actividades culturales-, y sobre
las formas de inscripción, alojamiento...
http://www.fse-esf.org/es
-
- Campaña "No
a la Constitución Europea"
- Web de la Campaña por el No
a la Constitución Europea. Con secciones de agenda, campañas territoriales,
documentos, enlaces. En el momento de esta reseña la web está
creada pero se halla aún en construcción.
http://www.nodo50.org/noconstitucion
-
- Repertorio
de los Movimientos Sociales
- Este repertorio es un proyecto
del Foro Mundial de las Alternativas, red internacional de centros
de investigación y de intelectuales militantes del sur y del
norte creada en 1997. Está compuesto por fichas descriptivas
de movimientos sociales, con una doble agrupación, temática y
geográfica, y por una recopilación de artículos de análisis.
http://www.social-movements.org/es
-
- Pekea, otro
mundo es posible
- Pekea (Political and Ethical
Knowledge on Economic Activities) se ha conformado como una red
mundial de reflexión compuesta por más de setecientos investigadores
y numerosos miembros de asociaciones y centros de estudio. Se
inició en septiembre de 2002 en Chile y está presidida por Yves
Berthelot y Theotonio dos Santos. Llevan a cabo investigaciones,
seminarios... Del 1 al 3 de noviembre de 2004 realizarán el próximo
seminario en Bangkok, del que se informa en la página.
http://www.pekea-fr.org/
-
- Centro de
Estudios y Documentación sobre la Democracia Directa
- Este Centro de Estudios de la
Universidad de Ginebra se fundó en 1993 en el marco del departamento
de derecho constitucional de dicha universidad. Contiene un banco
de datos sobre la democracia directa en el mundo, artículos y
enlaces a otras páginas de asociaciones que impulsan la democracia
directa.
http://c2d.unige.ch/
-
-
[Sección a cargo
de Víctor Ríos]
Revista mientras tanto
Contenido del
número 90
Notas
editoriales El PSOE otra
vez: diferencias y parecidos; El nuevo gobierno y la economía;
Terrorismo de Al Qaeda; La creciente desnaturalización de Izquierda
Unida. Nota de la Redacción.
Artículos Joaquim Sempere, "El combate contra el
mito mercado libre y sus efectos para el proyecto socialista";
Paul Farmer, "Una realidad horriblemente interesante"; Xavier Domenech,
"El cambio político desde abajo (1962-1976)"; Josep Torrell, "A
propósito de Portabella"; Daniel Pereyra, "Argentina: militares
torturadores"; Gilberto López, "Autonomías indígenas en México".
Además
In memoriam. El extremista discreto. Reseñas. Documento.
Avance del número
91-92
Artículos
de Jaime Pastor, "Evolución,
crisis y mutaciones de la izquierda transformadora y alternativa";
Robert González, "Los movimientos por la ocupación. Veinte años
liberando espacios de la especulación del capital"; Jordi Petit,
"De la peligrosidad social a las siglas LGBT"; Marisa Revilla Blanco,
"Las ONGD y la solidaridad internacional en España hoy. Campañas
y movimientos"; Rafael Ajangiz, "Objeción de conciencia, Insumisión,
movimiento militarista".
Contactar
web icariaeditorial
http://www.icariaeditorial.com/cmientastanto.html.
Dirección Postal: Apartado de correos 30059 de Barcelona.
mientrastanto.e
Edita la redacción
de mientras tanto, FundaciónG. Adinolfi - M. Sacristán.
Producció Agustí Roig i Neus Porta
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